Capitulo 30: Luz Dixon.

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El grupo de Isaii se había instalado en un campamento cerca de la laguna. El último altercado no nos había permitido habla con claridad acerca de la decisión de su permanencia en la comunidad, pero ante lo sucedido, esa situación ya no estaba en mis manos.

Mi madre no me había permitido acercarme a ella en un par de ocasiones, para hablar sobre sus últimas palabras, pues se había descubierto que realmente ella no era mi madre y Daryl lo había confirmado.

Las cosas que habían sucedido en las últimas semanas habían remarcado mi poca experiencia para seguir siendo una de las líderes de Alexandria, por lo que hablando con Deanna decidí soltar mi cargo, e inmediatamente después de que eso sucedió, quite un peso que tenía en la espalda hace tanto tiempo. Sin embargo, Deanna se sentía aún cansada y triste por la muerte de su esposo e hijo, por lo que el proceso de cambio de líder sería largo.

Maggie me ayudo a regresar a mi habitación, pues estar sentada en la silla por mucho tiempo hacía que mis músculos se cansaran, además al intenso calor que estaba haciendo en estos días, me hacía sudar demasiado.

[...]

Después de un par de horas de estar pensando en lo sucedido, por fin mi padre había llegado a mi habitación para aclarar todo.

Había un silencio entre nosotros, ninguno de los dos se atrevía a decir una palabra.

—¿Entonces? — pregunté. —¿Vas a decir algo?—

—No sé —respondió. —Nunca creí tener que aclararlo eso en estas circunstancias —

—Algún día debías decirme — reclamé. —Y esta vez no me digas mentiras —

—No lo haré.

—¿Quién es mi madre? —pregunte directamente, haciendo que Daryl se incomodara.

—Tu madre se llamaba Luz. —pauso— Luz Báez

—¿Se llamaba? — pregunté. Aunque claro, era que era posible que estuviera muerta ante el apocalipsis que estábamos viviendo, pero mi padre lo dijo con tanta seguridad que no dudaba de que su muerte haya sido antes de esto. —

—Falleció cuando eras muy pequeña —

—¿Qué paso?—pregunte. Mi padre iba a hablar, pero debí interrumpir —¿Qué pasó desde que se conocieron? —

Mi padre se aclaró la garganta, preparándose para contar una historia larga.

—Yo tenía 20 años. —Mi padre miraba al suelo, y empezaba a pensar en mi madre. Levanto la comisura de sus labios y dio una pequeña sonrisa, señal de que ella era un buen recuerdo. —Salía con una chica, que para serte sincero en este momento ya no recuerdo su nombre, pero imaginemos que se llama... —

— Mía —interrumpí, y él asintió con la cabeza.

—Yo salía con una chica llamada Mía —continuo mi padre — ella era como yo, rebelde, siempre vestimos de cuero, ropa negra, su rostro tenía un par de perforaciones, juraba que era mi alma gemela. La llevaba a la universidad en mi moto, y después de dejarla me iba a trabajar. Teníamos alrededor de 6 meses saliendo cuando decidí darle una sorpresa y llegué por ella a su escuela una hora antes, y la encontré con otro hombre. Era uno de esos típicos hombres con cara bonita que lo único bueno que tenían era el dinero. Cuando Mía se dio cuenta de que los había visto, intento arreglar las cosas, y para mi suerte justa estaba pasando tu madre cerca de nosotros, tu madre, la típica niña, inocente, que carga sus cuadernos en los brazos, era muy inteligente, y ocultaba su belleza bajo los lentes. Sin mentir, use a tu madre como venganza ante la infidelidad de Mía. Bese a Luz con mucha pasión, para qué reflejará que no me importa lo que acababa de ver, y ella no se negó a besarme, aunque se notaba que no tenía experiencia, disfrute ese beso. Fue muy diferente a los muchos besos que había recibido antes de otras chicas. Mia se fue de ahí, y cuando estaba solo con tu madre le pedí disculpas, y aunque poco me importaba si la había ofendido o incómodo, su rostro merecía una explicación. —

El viaje más largo | Carl Grimes |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora