Capitulo 32: Nuevas pistas.

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"Pista 1:

Afuera, uno esperaría la lluvia para poder ducharse, pero dentro de Alexandria ya no hay necesidad, pues tenemos la lluvia artificial"

Para ser el primer problema de este juego, había sido fácil. Pues obviamente que para ducharse dentro de Alexandria únicamente bastaba ir al baño. La problemática aquí sería ¿Cuál de todos los baños?

Mis compañeros sabían exactamente a dónde ir, sin necesidad de que les diera la dirección exacta, porque lo que únicamente decir «baño» fue suficiente para que ellos revelarán exactamente cuál ir, y aunque no fue muy lejano, se trabaja del baño de la planta baja de su hogar.

Llegamos al baño y había una hoja blanca atorada en la puerta. Isaii la tomó y la extendió hacia mí para poder leerla y resolver la siguiente situación.

"Pista 2

Si de muertos hay que cuidarse, de algo no hay que dejarse"

Este juego había empezado realmente fácil y ahora estaba totalmente desconcertada. Aceptaba que las rimas que estaba haciendo eran muy buenas, aunque dudaba un poco que las haya escrito él solo, pues por lo regular Glenn siempre hacía chistes con rimas.

—No entiendo —dije. Mi cara demostraba totalmente mi confusión. Me había confiado en que acertaba todas por la facilidad de la primera, pero ahora creía que este juego sería eterno. Comencé a reír levemente, esta confusión me estaba estresando, pero me hacía olvidar todo. Carl había tenido una gran idea al realizar este tipo de dinámicas.

—Por ejemplo, si Carl escribió «Duermes como vaca con una suave esponja debajo» es claro que está hablando sobre tu cama. Ahí es donde nosotros decimos que acertaste y te llevamos a tu habitación ¿Ya entiendes? —escuche a Isaii hablar. Me dio gracia, pues no era de lo que yo hablaba.

—El juego, si lo entendí, lo que no entendí o más bien, no sé la respuesta —

—¿Qué es lo que dice? —preguntó Maggie.

—Si de muertos hay que cuidarse, de algo no hay que dejarse— leí.

—¿Entonces? — respondió Maggie moviendo sus manos para qué continuará.

—Si de muertos hay que cuidarse, de algo no hay que dejarse —repetí. — No hay que dejarse. Muertos. Mmm... no hay que dejarse... Ya entiendo. La mordida, no hay que dejarse morder. —

Isaii celebró, haciéndome saber que había acertado.

—¿Qué lugar es una "mordida"? —pregunté y me reí.

—Continúa pensando — volvió a hablar Maggie.

—¿Dónde muerden? ¿Afuera de Alexandria? —

—Nop —dijo Tara.

—¿La barrera?— hablé y nuevamente Tara negó con la cabeza. —Está bien, si no muerden afuera de Alexandria y no muerden en la barrera, ¿entonces donde más muerden? ¿La cocina? ¿El comedor? — hablé haciendo referencia a qué ahí mordemos cuando nos alimentamos los vivos.

—Bingo —gritó Isaii. —Ambos son el mismo sitio, así que allá vamos. —Isaii giró rápidamente mi silla y avanzó a gran velocidad. Se notaba que tenía más prisa que yo por terminar el juego.

—Piensa un poco más rápido, si no pasaremos aquí toda la semana —se quejó mi amigo.

—Deja de quejarte y avanza más rápido, sirviente —me burlé.

—Ese comportamiento de superioridad no es digno de un líder— ahora él se burló.

—Cállate y empuja más rápido —

—¿Qué fue lo que comiste ayer? —hablo fingiendo que la silla pesaba. Rei.

Salimos de la casa y nos dirigimos hasta la siguiente ubicación que no estaba muy lejos.

Fuera de la cocina estaba Michonne sentada sobre una silla frente al patio esperándonos. Sonrío cuando llegamos y me entregó otra hoja doblada en cuatro partes. Tomé la hoja y comencé a desdoblarla para poder leerla.

"Pista 3

Fue una noche oscura, dónde después de años nuestros ojos se encontraron."

Inmediatamente, el recuerdo del día en que llegaron a Alexandria apareció en mi cabeza. Sabía de qué hablaba y supuse que fue exactamente dónde nos vimos

—Frente al edificio blanco — hablé y sin obtener respuesta, nos movimos rápidamente a la siguiente ubicación que se encontraba a menos de dos minutos de distancia.

Llegamos al edificio blanco y vimos como Glenn salió de entre los arbustos, quien creo pensó que sería más divertido si se escondiera ahí.

Sus palabras retumbaron en mi odio, pero no las escuche. Estaba tan emocionada por primera vez desde hace tiempo que lo único que le prestaba atención era a las cartas que me estaba entregando y poder terminar el juego. Pues la duda y la emoción por saber cuál sería el final me invadía por completo.

"Pista 4

Si de pronto te has enfermado, este lugar te tendrá curado"

Esta vez había sido sumamente clara. Recordé ese día cuando Carl había fingido perder la memoria, aquel día donde sentí mi corazón latir tan rápido ante la cercanía que teníamos. Hoy me arrepiento de no haberlo besado en ese momento, pues los besos que ambos nos hemos dado son contados, ya que mi padre siempre estaba al pendiente de que no lo hiciéramos.

—La enfermería —dije con total seguridad.

Isaii asintió con la cabeza y se acercó para mover mi silla, pero no se podía. Por alguna razón se había atascado y la rueda no giraba.

—¿Y ahora? —preguntó Tara.

—Te va a tocar cargarla, Isaii —dijo Maggie. Él se sorprendió inmediatamente y con sus manos se señaló a él mismo, preguntando si era cierto lo que la castaña había dicho. —Sí, tú —

Isaii se rio, y se arrodilló frente a mí, reí fuertemente, pues si le molestaba que lo presionaba con la rapidez en la que me movía, ahora lo molestaba aún más. Maggie y Tara me ayudaron a subir a su espalda y me acomodé hasta que él pudo avanzar "cómodamente"

—Arre caballo — ordené, haciendo que Isaii se detuviera de golpe y empezara a reír fuertemente. Por alguna extraña razón ambos teníamos una amistad muy abierta, pues sus chistes y mis chistes, por más tontos que sean, nos daban gracia a un nivel muy alto. Él es de esas personas que tienes poco tiempo de conocer, pero tienes una confianza como de toda la vida. Hacía tiempo que esperaba a una persona como él que pudiera hacerme olvidar todos los problemas con unas simples palabras para alegrarme.

Llegamos a la siguiente parada donde Eugenne se encontraba esperándonos junto con una fruta que me dio para que comiera en el camino.

"Pista 5:

Lo necesitamos para sobrevivir y no son precisamente armas, en Alexandria, únicamente hay que cosecharlas."

El viaje más largo | Carl Grimes |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora