|Narra Carl|
Ya había amanecido, desde ayer no había hablado con ___, estoy furioso aun de que haya matado a Enid.
Me levante de la cama y baje a la cocina para comer algo.
Tome un pan que había hecho Carol y un poco de agua. Me senté en la sala a desayunar, minutos después bajo Alex, Carol y Maggie, los tres estábamos desayunando en silencio.
—¡Isaii y ___ se fueron ¡— escuche un grito proveniente de Tara.
—No creo que sea verdad, Isaii no te dejaría— dijo Maggie
—El dejo esta carta— dijo Tara
—¿¡Dónde está mi hija!?—Grito Daryl entrando por la puerta junto a mi padre
—Al parecer se fue— dijo Alex
En pocos segundos ya estaba todo el grupo en la cocina. Tara abrió la carta y comenzó a leer
—Hola, no sé cómo empezar esta carta....— empezó a leer Tara
"___ y yo nos fuimos, Nos iremos lejos de ustedes, por favor, no nos busquen. Ella necesita estar tranquila y alejarse de todo. Estaremos bien. La cuidare y cuando menos se lo esperen regresaremos. Si, regresaremos, porque ella no tuvo la culpa, de hecho ella no mato a Enid, yo vi todo desde la ventana ella no hizo nada de lo que ustedes creen.
Carl fue quien más le hizo daño, con su lejanía y su desamor hacia ella. Él es la principal razón por la que nos vamos. Gracias Carl, cuando sepas confiar en una persona y cuando sepas valorarla, entenderás que ella no fue culpable de nada.
Tara, gracias por todos estos meses y gracias a todo el grupo, por hacerme parte de su familia."
—Firma Isaii— termino Tara
Las lágrimas estaban por salir de mis ojos, busque con mi vista algo que pudiera ayudar. Me levante de mi lugar y camine hacia la sala, la arma de ___ estaba sobre la mesita de centro, la tome y gire hacia los demás esperando una respuesta de mí, abrí con cuidado el arma, para ver cuantas balas tenía su cartucho.
—Está lleno— dije tranquilo, es la mejor, peor y triste noticia que he recibido, por un lado sé que ella no mato a Enid, pero también sé que alguien más la mato, y que ahora por mi culpa ___ se fue y no cuando regresara
*4 días después*
Me he mantenido lejos del grupo, no he querido hablar con nadie, no he dicho ni una sola palabra desde que supe que ella no había matado a Enid, nadie del grupo me dirige la palabra, incluso mi padre me evita.
He sentido una soledad terrible aquí sin ella, si no hubiera pasado nada, si Alexandria no hubiera sido invadida, nada hubiera pasado, creo que si nosotros nunca hubiéramos llegado a Alexandria no hubieran abusado de ella. No tenía por qué conocerla.
—¡Hordaaaaaaaaaaaaa!— escuche un grito de afuera.
Tome todas las cosas que pude, armas y ropa. Baje corriendo a la cocina y vi como todos tomaban lo más que podían para salir huyendo de esa casa.
Los disparos se oían por todos lados, estaba a punto de salir de la casa cuando recordé el arma de ___, subí nuevamente a la habitación y saque su arma de mi cajón, donde la guardaba.
Baje corriendo y Salí de la casa, todos se encontraban peleando con algunos caminantes que estaban más cerca que la horda. Glenn se encontraba en el suelo luchando por su vida contra dos podridos. Les dispare a ambos, ayude a que se levantara y solo recibí un gracias de su parte. Ayudamos a los demás a separarse de los caminantes con los que estaban peleando para después comenzar a correr por el bosque lo más lejos de la horda. Corrimos y corrimos hasta no estar seguros de que esa horda haya tomado otro camino lejos de nosotros.
Seguíamos corriendo y nos detuvimos cuando vimos en el cielo una gran cantidad de humo que provenía de algún lado, optamos por caminar hasta ese lugar de donde provenía el humo.
Minutos después comenzó a llover el humo cada vez era menos así que nos apresuramos a llegar a ese lugar.
[...]
Habíamos llegado y nuestra sorpresa fue que el humo que veíamos provenía de Alexandria.
Una gran cantidad de gente muerta estaba fuera de Alexandria. Entramos por la puerta y solo vimos a una muchacha parada frente a la casa blanca donde vivíamos. Tenía un cuchillo en su mano y en la otra mano tenía la cabeza de alguien, que goteaba sangre.
—¿____?—
ESTÁS LEYENDO
El viaje más largo | Carl Grimes |
FanficEra tan solo una niña cuando todo empezó. ¿Quién diría que una irreal y absurda pesadilla lejana se transformaría en mi nueva realidad? Apenas si puedo recordarlo, pero el hecho es que, desde ese día, mi existencia no volvió a ser igual. Me quedé...