El viaje más largo | Carl Grimes |

53- La Noche

*Una semana antes*

|Narra ___|

—___ tranquila —dijo Isaii

—No quiero estar más aquí, no puedo con los problemas —

—Vámonos, vámonos lejos de aquí, yo iré a donde tú vayas. Eres como una hermana para mí, y por mi familia haría lo que sea —

Me levante de la cama y me limpia las lágrimas que tenía.

—Sí, nos iremos esta noche —

[...]

Todos estaban dormidos, Isaii y yo aprovecharíamos para irnos de la casa sin que nadie pudiera impedirlo.

Tome mi mochila y comencé a colocar mi ropa adentro tratando de hacer el menor ruido posible para que mis compañeras de cuarto no despertaran.

Buscaba mi arma pero no lograba encontrarla, así que no tuve de otra que solo tomar mi cuchillo y el puño americano que me acompañaba desde que recuerdo.

Baje rápido a la cocina y tome algunas latas y las introduje en mi mochila. Enrolle algunas mantas, las enrolle y amarre como pude fuera de mi mochila.

Escuche pasos de alguien que bajaba las escaleras y avente mi mochila tras el sillón.

— ¿Ya estas lista? —Pregunto Isaii, que bajaba por las escaleras

—Sí, solo estaba esperándote —Conteste —Vámonos —

[...]

Llevábamos varias horas caminando por el bosque, el frio había bajado un poco, ya se podía apreciar el sol.

Esta noche no habíamos tenido que matar muchos caminantes, la noche había sido tranquila. Isaii me preguntaba muchas cosas sobre Carl y en realidad prefería callarme. Lo que me dijo de Enid, cuando la vi besándola, cuando la defendió, cuando ella prefirió, todo eso hizo que el me rompiera el corazón, siento que el "Amor" es algo que no quiero volver a pasar.

Por fin llegamos a la carretera, caminábamos por ella rumbo a no sé dónde, buscando un auto que pueda salvarnos de caminar.

*Cuatro días después*

Hemos estado caminando sin parar por 4 días, hace dos días que ninguno de los dos bebe agua. La comida al igual que el agua se agotó, nosotros estamos muy débiles y creo que ahora creo que fue mala idea dejar que Isaii me acompañara.

El ruido de los arbustos interrumpió mis pensamientos y ambos como pudimos nos pusimos en guardia esperando ver al causante de ese ruido, un caminante. Camino lentamente dando pasos torpes hacia nosotros, cuando estaba más cerca levante mi arma y la clave en su frente, aunque estuviera muy cansada, escuchar cómo se rompía el cráneo de aquella cosa me relajaba.

De los arbustos comenzaron a salir más de esas cosas, una, dos tres, salían sin parar, trece, catorce... eran demasiadas no pasaba de un par de docenas

— ¡Son muchos! —Grito Isaii —No vamos a poder con todos —

—Vete, yo los matare— dije decidida

—Te mataran —dijo Isaii temeroso

—No me importa, vete y sálvate, regresa con el grupo y dile a mi padre que lo amo y lee esto cuento estés frente a ellos —dije, había escrito algo unas noches antes, sabía que iba a morir pronto y esta seria esa ocasión

Vi como Isaii comenzó a correr en la dirección que habíamos recorrido antes, corrí al lado contrario frete a mi había un carro intente abrirlo pero estaba cerrado, me subí sobre él y solo espere a que los caminantes llegaran.

Los caminantes comenzaron a rodear el carro, comenzó a clavar mi navaja en la cabeza de ellos, uno por uno iban cayendo.

Terminamos

Carl es mi novio

Tu madre no te quiere

El grupo te odia

Julieta no es tu madre

Mis hombres abusaron de ti

Mataste a Enid!

Todos esos recuerdos por lo que alguna vez llore comenzaron a repetirse en mi cabeza una y otra vez, realmente estaba furiosa con el mundo, una adrenalina entro en mi haciendo que matara a los últimos caminantes muy rápido. Tome al último caminante y empecé a clavarle mi arma una y otra vez.

— ¡Aaaaaaaaaaaah! —grite de furia mientras aun clavaba el arma en el caminante —. ¡Maldito caminante, maldita Enid, maldita vida, malditos todos! —

|Narra Isaii|

Deje a __ sola, realmente no sé por qué hice eso, tan solo fue un acto de cobardía, aún estaba a tiempo de rectificarlo.

Comenzó a correr de regreso esperando encontrarme aun con __.

— ¡Aaaaaaah! —Escuche un grito, ese grito era de ella, de mi mejor amiga.

Caí arrodillado al piso, soltando las lágrimas sin poder detenerme, está muerta, la mordieron, por mi culpa, por dejarla sola, y ahora no puedo hacer nada.

*4 días después*

Seguía corriendo sin detenerme esperando llegar por fin a la casa donde estaba el grupo mientras esta horda de caminantes me perseguía, corría y corría pero por más que lo hacía no lograba alejarme mucho de ellos, ya estaba demasiado cansado y no podía estar más sin un poco de agua la última gota de agua que pude tomar, fue cuando llegue a ese lago y pude recuperar un poco de mi fuerza.

De la nada un caminante apareció frente a mi vista, me detuve de golpe intente sacar el cuchillo de mí su funda pero me fue imposible, aquella cosa estaba atorada, tan solo me quedaba esperar a morir.

Antes de que esa cosa me moridera un flecha se clavó en su cabeza haciendo que me sorprenda. Me encontré con Daryl Dixon y su grandiosa ballesta que fue la que salvo mi vida

— ¡ISAII! —grito el — ¿Dónde está mi hija?— pregunto

—Ella... esta... Daryl— decía pero no podía terminar ninguna palabra, pues me estaba ahogando con mi propio aire, realmente estaba cansado —Daryl... ella... ella... me dijo... que te quería...que te ama... Daryl... ella murió—

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Este cap lo habia hecho mas largo, pero escribimuchisimo y decidi dividirlo en dos capitulos