-Cuando llegues a Madrid avísame hermanita –Me dijo mi hermano, estaba más nervioso que yo.
-Que si pesado –La verdad le iba a echar mucho de menos –Pero vendrás pronto por allí ¿no? –Le pregunte. Solo viajaba a España si era una urgencia y lo hacía en su jet privado. ¡Si, era un suertudo! pero todo lo que tenia lo levanto él solito con un poco de mi ayuda claro. Por eso parte de las empresas eran mías pero él las gestionaba muy bien y entendía mejor que yo esos temas raros.
-Claro que si hermanita –Estaba en la cola de entrada al avión –Te voy a echar de menos tontorrona –Me dijo abrazándome – ¿No puedo hacer nada para que te quedes?
-Sabes que no Darío. Yo también te voy a echar mucho de menos –Le correspondí el abrazo –Te quiero tonto –Le dije con lagrimas en los ojos
-Yo también Yoshi. –Reímos los dos
–Cuídate Vity –Así es como le llamábamos de forma cariñosa.
Anduve por el túnel con la maleta, me di la vuelta para mirarle una única vez más y…vi lágrimas en sus ojos mientras me sonreía con amor de hermano. Cuanto le quería…
Me acomode en mi asiento de primera clase y espere con impaciencia a que el avión despegara.
Estuve dormida hasta que mis tripas empezaron a sonar, tenía hambre. Con las prisas y los nervios de volver a Madrid, no había desayunado. Avise a una azafata para que me trajera algo de comer, esta no tardo en aparecer con un carrito de varias cosas, en las que todo tenían muy buena pinta. Cogí un zumo de piña junto con una palmera de chocolate y una bolsa de patatas. Mientras comía metí la mano en mi bolso, toque algo alagado de textura rugosa, lo saque. Era el sobre que el abogado de él, me dio antes de partir. Nunca me había percatado de lo que pesaba, que era bastante. Distraída lo abrí. En el se hallaba una carta de que no quería saber nada junto con varias llaves, al sacarlas vi que eran las de su coches Audi, su moto y su casa. Sin querer me puse a juguetear con el llavero de la moto, le di varias vueltas para después volver a cerrar el sobre con parsimonia. Desde que lo tuve en mis manos varias veces estuve tentada de abrirlo pero intuía que no me gustaría lo había dentro con lo cual siempre lo guarde lejos del alcance de mis manos. Mi hermano varias veces a lo largo de estos dos años, me ha intentado convencer de que le contara lo sucedido con él, pero como siempre me encerraba y terminábamos por discutir, así que con el paso del tiempo dejo de preguntar. En la empresa me iba todo muy bien desde el primer día en que la pise, era junto con mi hermano la directora. Y le ayudaba con varios temas aparte de la informática, claro. A las fiestas no solía ir porque no me apetecía, en cambio cuando no trabajaba, me las apañaba para no parar, porque si lo hacia mi cabeza volvía a esos dolorosos momentos en los que sufrí tanto.
Todavía se encontraban pegadas en mi memoria imágenes que no se borraban, los primeros meses por las noches lloraba sin descanso porque tenía pesadillas con todo, mi hermano dormía conmigo intentado calmarme el pobre lo pasaba mal ya que no sabía el porqué de estas. Me consolaba con sus abrazos y besos y sus palabras de aliento, pero lo único que conseguía era que mi respiración se calmara, aunque al final acababa por dormirme a su lado.
Cada día para mí era una nueva prueba puesta por el maldito destino que a fin de cuentas había conseguido romper nuestra relación y alejarnos. Quizás eso era lo mejor, quizás nunca deberíamos estar juntos, quizás…quizás. Siempre llegaba a la misma conclusión: Nunca me quiso. Porque cuando quieres a alguien no la dejas de esa forma tan cruel, no le rompes el corazón y destrozas todos los sueños que tenia puestos en ti, simplemente no lo haces. Pero el me dió donde más me dolía…sabía que estaba enamorada, que me tenía a sus pies y se aprovecho. Me hundió para despojarme poco a poco de la felicidad que construimos juntos, de la clara intención que tenia con él, de tener algo formal y resistir todos los golpes que vinieran. Yo siempre iba a estar a su lado jamás me separaría de él, jamás le impondría dejar ese trabajo suyo rastrero. Jamás. Pero aun así…me dolió cuando me dijo que no confiaba en mi…otra vez con eso…nunca le he di motivos para que sospechara pero aun así…constantemente lo hacía. No puedo más… Resople.
-Niña ¿Quieres un clínex? –Me gire. Una mujer de unos 66 años me miraba con ternura mientras que en sus manos tenía ese pañuelo–Estas llorando
Sin creérmelo me lleve una mano a mi mejilla, estaba húmeda. A la señora le sonríe –Gracias –Dije cogiéndoselo
-No llores, estoy segura de que sea lo sea por lo que lloras pronto se solucionara. -Me devolvió esa sonrisa tierna
-Ojala señora. Ojala –Dije eso ultimo mirando hacia la ventana y pude divisar que estábamos llegando a Madrid. Un nudo se me hizo en el estomago. Ya no había vuelta a tras…y esperaba que todo fuera bien…tenía pensado quedarme hasta que mi hermana diera a luz y luego…volver a Nueva York. No quería quedarme anclada en esa ciudad que desde niña había tomado como mi refugio pero que ahora era mi condena.
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Un Disparo a mi Corazon 2: Solo Tu (PAUSADA)
ActionSecuela de Un Disparo a mi Corazon. Es recomendable leer la primera parte para entender ciertas situaciones que viviaran los personajes. Después del final tan traumatico por parte de Quino y Helena ambos han tomado caminos diferentes. Sus vidas han...