Capitulo 12: Breve Recuerdo del Pasado

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Narra Quino

Me desperté a las 5 de la tarde, Helena no estaba a mi lado. Me inquiete. Mientras ponía mi bóxer un ruido en el salón hizo saber que ella estaba allí, con más tranquilidad salí. Estaba recogiendo la mesa, desde el marco de la puerta la observe, solo llevaba la ropa interior. Cruce mis brazos en mi pecho y carraspee, miro hacia mi dirección sonrojándose. Últimamente hacia eso mucho.

-Siento si te he despertado pero es que la panera se me ha caído –Dijo disculpándose.

-No te preocupes –Me miro con intensidad y yo no me pude controlar –Estas muy sexi así –Sus mejillas se colorearon de rojo carmín, con paso lento fui llegando hasta ella, cuando estuve a escasos centímetros agache mi cara y sus labios se juntaron a los míos. Sus manos rodearon mi cintura desnuda y yo toque su culo con mis dos manos provocando un escalofrió en su cuerpo.

–¿Quieres que te prepare algo de comer? –Susurro en mis labios –He preparado ensalada pero… -La calle con un beso. –Vale, ya me callo –Dijo riendo

-Lo que hayas preparado está bien rubita –La alce, ella dio un gritito de sorpresa. Sus piernas se juntaron en mi cadera, me la lleve a la cocina y la senté en la encimera –Podías quedarte a vivir aquí –Solté. Ella desvió su mirada…todavía le dolía venir aquí…el único sitio testigo de nuestro amor pero también de nuestra ruptura. En silencio me serví la ensalada en un plato, cogí los cubiertos y ella me ayudo con el vaso y la bebida. 

-¿Puedo coger tu ordenador? –Pregunto sentándose a mi lado

-Claro que sí. Ya te lo dije, no me importa –La verdad es que no lo utilizaba para nada, de nunca me había interesado la informática y todo lo que aprendí fue de ella cuando empezamos a salir. Mientras que yo comía la oía teclear a una velocidad en la que mis ojos se perdían, tenía el ceño fruncido y su vista concentrada en cada cosa que buscaba o encontraba. Yo me dedique a terminar de comer y después me fui a la habitación a ponerme el pantalón del pijama, cuando salí ella seguía en la misma posición. Encendí la tele bajita para no molestarla, recibí un mensaje de Galván preguntándome sobre cómo se dio la venta horas antes, le conteste con un Muy bien.

No sé cuánto tiempo estuvo sentada sin levantarse pero me desespere de oír tanto traqueteo de teclado, me levante del sofá y fui hasta ella. Pose mis manos en sus hombros y dio un bote.

-Perdona –Dije riendo –No quería asustarte –Me miro parpadeando varias veces, sus ojos verdes estaban irritados y rojos por mirar tanto la pantalla del portátil –Deberías descansar –Le aconseje. –Además son las 9 de la noche, tenemos que ducharnos, dentro de unas dos horas entramos a trabajar.

-¿Ya son las 9? –Dijo sorprendida –Vaya se me ha pasado el tiempo volado –Encogió sus paletillas, las tenia cargadas de tensión.

-¿Te duele la espalda? –Asintió –No me extraña no te has movido ni para ir al baño –Dije riendo –Ven –La cogí de la mano levantándola y la lleve a la cama –Túmbate boca bajo

-¿Que me vas a hacer? –Pregunto curiosa

Toque su espalda con la yema de mis dedos y ella se estremeció –Algo que no haya hecho ya –Dije pasando mi lengua por sus labios –Hazme caso –Le empuje un poco y calló al colchón –Date la vuelta –Ella negó –¿No? ¿Seguro? –Dije poniéndome serio, no quería asustarla solo jugar un poco. Repitió el gesto. Me subí encima de la cama posicionándome entre sus piernas abiertas, apoye mis manos a los lados de su cabeza y baje mi cara hasta la suya –¿Me vas a obedecer? –Rio mientras negaba –Yo creo que sí. –Cogí sus manos y las ate con mi camiseta que estaba en la cabecera de la cama. –¿Y ahora? –Mordí su labio inferior. Se rio de forma picara, saco su lengua y repaso el contorno de mis labios. Me distrajo lo admito, por eso cuando me quise dar cuenta sus piernas me estaban echando fuera de mi propia cama y la muy pilla reía a carcajadas. Me revolví y las atrape con mis manos con un poco de fuerza, ella intentaba soltarse pero no lo lograría, eso yo lo sabía. Cogí su camiseta y ate sus tobillos. Me miro seria. Volví a posicionarme sobre su cuerpo –¿Vas a seguir sin hacerme caso? –Dije riendo de medio lado, al ver mi expresión suavizo sus facciones porque entendió que solo estaba jugando como en los viejos tiempos.

Un Disparo a mi Corazon 2: Solo Tu (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora