AVISO: Este capítulo contiene un pequeño índice de violencia que puede herir la sensibilidad del lector.
Normalmente no hago estas cosas pero he visto conveniente hacerlo. No es por morbo, es simplemente un AVISO.
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Narra Quino
El viaje en avión fue corto, Sao Paulo no está lejos de Rio con lo que llegamos en poco tiempo. Helena dormía a mi lado mientras que Miriam dormía al lado de Raúl por fin teníamos a nuestras chicas con nosotros. La miré. Sus manos entrelazadas con sus uñas pulcramente cortadas y pintadas en rosa clarito, su pelo, que por cierto ya era de nuevo rubio. ¡Y menos mal! Caía en cascada haciéndome cosquillas en el brazo. Tenía la boca un poco abierta dejando ver su lengua rosada. No me pude controlar. La bese. La devoré por completo, ella al principio no me correspondió supuse porque le pillo dormida pero cuando lo hizo prácticamente arraso con mi lengua llevándose mis labios prendiendo mi cuerpo con un calor horroroso. Se quitó el cinturón y se sentó encima de mí, a horcajadas. Dios me iba a dar algo. Mis manos bajaron por su trasero agarrándolo con garra. Porque eso era mío. De nadie más. Sus manos exploradoras desabrocharon mi camisa verde-limón con un suave deslizado. Resoplé como me estaba poniendo. En ese momento no fui consciente de los demás pasajeros hasta que alguien me dio una colleja. Al levantar la vista de los pechos de mi rubia, vi el causante. Raúl
-Controlaros joder, que hay gente –Nos regañó con un susurro.
Helena me miro con deseo. Sus ojos verdes brillaban aumentando mi llama. Me levante de golpe, arrastrándola de la mano. Ella no dijo nada. Nos fuimos a la parte privada del avión en la que solo nosotros cuatro podíamos pasar. Allí, la arroje de un empujón a la cama, ella se quito los short y la camiseta sin esperarme. Con un salto me atiré a su cuerpo. No aguantaba más la pasión desenfrenada que sentía en ese momento por ella. Con rapidez y viéndome lo desesperado que estaba, se quito todo dejándome con la perfecta vista de su desnudez.
Apoye mis manos en los costados de su cabeza mientras recorría con besos sus pechos, bajando por su vientre, ese que esperaba con ansia dejar mi semilla pronto, su ombligo relamiéndolo mientras ella agarraba con fuerza las sabanas de tela banca. Le mire. Tenía los ojos cerrados. Le toque. Estaba tan húmeda, tan caliente…sin pensarlo me deshice de mi bóxer y la penetre de una sola vez. Ella grito de puro éxtasis. Me balancee dentro notando como su interior me agarraba con fuerza para no soltarme, esto era como tocar el paraíso. Cogió mi nuca para acercarme a sus labios. Nos besamos mordiéndonos entre nosotros a la vez que no parábamos de movernos, jadeábamos incontroladamente. Nuestras respiraciones se alteraron al llegar al orgasmo. Nuestros cuerpos sudorosos y llameantes se quedaron estáticos con los últimos coletazos del placer.
Helena abrió los ojos, mostrándome en ellos cuanto me quería. Deseaba con desespero que me lo dijera, que me diera una oportunidad pero sabía que con la ultima discusión ambos nos habíamos alejado. Yo la notaba lejos, en su propia burbuja. Su boca entreabierta respiraba con dificultad, su aliento de vainilla me daba en la frente. Echo la cabeza hacia atrás para sentir de nuevo los movimientos que yo mismo estaba provocando y entonces paré de golpe. Vi sus marcas. Las marcas de mi mano…durante los últimos días se las maquillo para no preocuparme pero ahora que las veía de cerca quería besarlas, curarlas.
Nuestras caderas chocaban con fuerza, mientras nuestra carne se fundía como un chocolate con el sol, me acalore cuando note sus besos calientes acariciar mi cuello, bajaba por mi abdomen depositando erotismo, excitándome hasta el punto de correrme sin esperarla. Pero no me importo, comencé a moverme para que ella llegara y cuando lo hizo me arraso otro orgasmo aun más intenso. Nos quedamos callados mientras nuestras respiraciones se relajaban. No quería salir de ella. Su calidez me ayudaba a querer más. Mucho más. Toque su pelo rubio enredándose entre mis dedos debido a lo sudada que estaba. Su perfecta espalda brillaba bajo la luz de la habitación.
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Un Disparo a mi Corazon 2: Solo Tu (PAUSADA)
ActionSecuela de Un Disparo a mi Corazon. Es recomendable leer la primera parte para entender ciertas situaciones que viviaran los personajes. Después del final tan traumatico por parte de Quino y Helena ambos han tomado caminos diferentes. Sus vidas han...