Capítulo 5

105 14 0
                                    

________

Las chicas me miran dudosas y yo les intento dar mi mejor sonrisa para convencerlas de que estaré bien y que no deben preocuparse por mi. Hoy sale su tren rumbo al pueblo de Marta, en Barcelona y aunque por un lado me hubiese encantado ir como en otro años, no creo que sea el mejor momento para eso, mi ánimo no esta de lo mejor y más que disfrutar les amargaría las vacaciones y tendrían que estar pendientes de mi todo el tiempo para que no me entrara el bajón. En pocas palabras: sería una carga.

- Si quieres me quedo yo contigo- me dice Lorena en voz baja, yo le sonrío y niego con la cabeza
- Estaré bien, hablaremos todos los días, disfruta ese mes, te lo mereces- digo y le guiño un ojo, ella me da un leve abrazo y enseguida las chicas se les unen
- Oye, pero si Nikki te molesta ya sabes... nos llamas y venimos a ponerla en su lugar- yo me río por el comentario de Marta
- Tranquila, sabré defenderme sola de esa... chica. - a pesar de que ella se haya portado bien conmigo al morir mi padre, no quiere decir que nos vayamos a llevar bien, aunque si ella no me busca por mi no habrás problemas.
- Esta bien, lo sabemos- dice Mónica- no me puedo creer que no vengas con nosotras- dice con carita triste- pero entendemos y... cualquier cosa aquí estamos
- Si mamá- le digo en broma, me abrazan por última vez

Se dan media vuelta para irse, no sin antes ver el largo beso que se da Lorena con Daniel, yo aparto la mirada y no porque me moleste, sino porque es incomodo mirar una pareja besándose, cuando se separan se despiden de nosotros dos con la mano.

- ¡Estudia para Selectividad, eh!- me grita Marta, yo ruedo los ojos y asiento con la cabeza, aunque no tenga ningunos planes de hacerlo.
- Vaya... nos abandonan, eh- me dice Daniel intentando romper el incomodo silencio cuando ellas ya están lejos
- Si- digo sonriendo- yo me voy.
- ¿Quieres ir a un bar y tomar algo?- me mira con cara de ilusionado
- No creo que...
- Oye, no me malinterpretes, quiero decir, Lorena ni siquiera se ha subido al tren todavía, como para querer engañarla... y con una de sus mejores amigas. No soy tan estúpido.
- Lo se, pero entiéndeme, es raro. Quiero decir, esto paso de un momento a otro- digo encogiéndome de hombros
- En realidad no paso de un momento a otro, Lorena te conto seguro con lujo de detalle: puede que parezca que haya sido rápido, pero durante el último mes, la he visto casi cada día, y he pasado momentos con ella que... me han ayudado mucho
- Lo se, supongo que yo lo vere así porque apenas y he salido de casa- digo haciendo una mueca
- Mira, aunque tu y yo definitivamente nunca tendremos nada, yo estoy aquí ¿vale? Siempre te apoyaré- me guiña un ojo y me da un corto abrazo
- Lo se, gracias.
- Ahora, ¿te vienes a tomar algo?
- No... tengo planes, quizás en otro momento- él parece entenderlo y asiente con la cabeza, me despido de él y me marcho de allí.

Estoy nerviosa. Mucho debo decir. Me dirijo a casa de Jimin y estoy ansiosa por llegar y verle, pero también asustada porque él me rechace o este haciendo este viaje en vano porque no este en su casa. Porque él no tiene ni idea de que voy hacia allí. Él ha estado pendiente de mi pero respetando mi espacio. Pero ya no más, ya no seguiré encerrada negándome a estar con nadie, no quiero eso. Puede que resulte doloroso, pero la gente tenía razón. Debo ser fuerte.

Y así...el tiburón se enamoró del pecesito 2 TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora