_____
Mientras más pasan los días más extraño se vuelve todo. Mi madre esta bien, ha conseguido un pequeño trabajo en un huerto en el pueblo. He hablado varias veces con las chicas y volverán pronto, aunque no le he tomado mucha importancia, cosa extraña. Con Jimin las cosas van bien... a veces. Hemos tenido algunas discusiones, por cosas tontas pero discusiones al final, pues yo tengo carácter y él... esta bastante claro que también. Aunque, en su mayoría las discusiones han sido por el gustillo que le he cogido a los porros y todo lo que me junto con Ana, quien a sus ojos es una mala influencia. Pero, ¿y él que? La primera vez que los probé fue por él, no puedo decir nada. Pero aún así odio que se enoje conmigo.
- Jimin- digo haciendo un puchero acercándome a él - Park- murmuro tímida y me siento a su lado, él sigue ignorándome.
- ¿Qué?- dice después de unos minutos de mala gana.
- ¿Estas enojado?- digo y me acerco otro poco más, él sigue con su mirada fija en la televisión.
- No- responde después de unos segundos.
- ¿Seguro?
- Aja.
- ¿Quieres que haga algo de cenar?
- No sabes cocinar- dice de la mala gana, yo agacho la cabeza.
- Sé hacer algunas cosas
- Si, y quemas otras tantas- yo hago otro puchero y me siento en su regazo, él intenta quitarme pero me cuelgo de su cuello- no, no quitate- se queja de mí como un niño pequeño.
- Si que estas enojado- digo con vocecita.
- No.
- ¿Salimos a dar una vuelta?
- Llama a tu amiguita y que salga ella contigo- intento reprimir una sonrisa.
- ¿Estas celoso de una chica?
- ¡Claro que no!- exclama intentando sonar seguro.
- ¿Quieres un besito?- digo contra sus labios.
Él se queda callado y me mira a los ojos, atrapa mi labio inferior y lo succiona antes de morderlo. Me toma por la cintura e intensifica el beso, lo rodeo con mis piernas por la cintura y beso su cuello. Él besa él mío y segundos después siento como me frota contra su miembro que comienza a reaccionar.
- Oh Jimin
- Mmm...
Vuelve a atrapar mis labios entre los suyos y acaricia mis senos por encima de la ropa mientras yo me sigo frotando contra él cada vez más rápido. Pero los continuos golpes desesperados en la puerta nos rompe el momento. Jimin sigue entretenido con mis labios, sin hacer caso a la puerta, hasta que le doy un leve empujón volviéndolo a la realidad.
- Voy a abrir
- No, hagamos que no estamos- me dice él volviendo atraerme y besarme.
- ¡Jimin, joder abre!- grita Roberto, yo ruedo los ojos. Me paro a abrirle.
- Tú tenías que ser- le digo en forma de saludo de mala gana, él me mira .
- ¿Interrumpí algo?- y mira Jimin que le fulmina con la mirada - bueno, nenita, ¡que pena!- dice sarcástico.
- No te soporto.
- Yo a ti tampoco- responde al instante, ambos miramos a Jimin que sonríe burlón, él jura que es divertido vernos pelearnos siempre.
- Vete a la mierda.
- La tengo delante- yo me quedo callada, bufo y vuelvo a sentarme al lado de Jimin, pero él me coge y me sienta en su regazo, quizás para tapar su creciente erección
- ¿Qué quieres?- le pregunta Jimin.
- Han pasado cosas, Jimin... y no te van a gustar- dice Roberto serio y siento a Jimin tensarse y mirarme preocupado, ¿qué cosas? ¿porque me mira así?
