- No deberías llorar cuando se lleva maquillaje, te hace ver como una vulgar puta a la que no le pagaron. - me suelta, yo abro los ojos sorprendida.
- Nikki, no comiences a joder ¿quieres?- me defiende Jimin.
- No, mi amor- digo resaltando la palabra- Déjala, no hay que ponerse al nivel de las zorras mala clase como ella.
- Oh, la perra saca garras, quien lo diría- dice acercándose un poco a mi- Con lo santita que eras antes... y mira, ahora te vienes a los botellones, te pones hasta arriba de alcohol- haciendo un gesto de asco- y sales con nada menos que Jimin, dime ¿tu sabes con quien te estas metiendo?- enseguida Jimin se tensa a mi lado.
- Cállate- le dice.
- No, deja que diga lo que quiera. Yo se todo lo que tengo que saber. - cuando estoy apunto de reanudar el camino con Jimin ella vuelve a ponerse en medio
- Uh, no lo creo. ¿Sabes de sus... negocios?- yo ruedo los ojos y ella ríe como estúpida- Vaya, así que te ha contado, eh. Me pregunto que pensará tu padre si viera en lo puta que te has convertido.Y esa fue la gota que colmo el vaso. Nombrar a mi padre es querer muerte segura, no, ella no tiene derecho. Así que sin pensarlo dos veces me lanzo sobre ella y la golpeo en la cara, ella se sorprende pero me devuelve el golpe, yo gruño y la tiro al suelo, poniéndome sobre ella no paro de darle golpes por la cara mientras la escucho gritarme e insultarme, pero no me quedo atrás, no se si mi actitud ha sido en parte culpa del alcohol, pero siento tanta rabia que quiero matarla. Ella me pega en la cara y eso hace que me enfurezca más, la cojo del pelo y la golpeo contra el césped, todo va tan rápido, pero siento recorrer la adrenalina por mi culpa mientras le pego y veo como no es capaz de defenderse, ¿Qué se creía? ¿Qué no me defendería?
- Esa es mi chica- logro escuchar decir a Jimin entre todo el murmullo de nuestro alrededor, mis gritos y los de mi Nikki al mismo tiempo.
Me motivo más y ya siento algunos mechones de su pelo enredados en mis manos, ella grita fuerte, estoy segura que le arranque una de sus malditas y baratas extensiones. Pero ella también me coge a mí, no se lo pongo fácil, esta maldita perra no me ganará. No después de lo que dijo. Al final siento unos brazos cogerme por la cintura y elevarme por el aire mientras sigo pataleando e insultando a Nikki.
- Ya, amor, tranquila- me susurra Jimin en el odio sin soltarme-Le diste su merecido, ya es suficiente.
- ¡¿Cómo dejas que se peleen así?!- le reprocha Daniel a Jimin, mientras sujeta a Nikki.
- Ella se estaba buscando que mi chica le enseñará a respetar. - dice Jimin y siento mi corazón dar un vuelco de emoción, sonrío sin evitarlo. Y ahora mismo me siento tan bipolar, ¿Cómo puedo sonreír pero querer llorar a la vez? Ignoro los siguientes insultos de Nikki y dejo que Jimin me saque de allí apartando a la gente de nuestro camino.