Jimin
Ella ríe a carcajadas, hacía días no la escuchaba reír así y me encanta. Ha sido una buena idea traerla aquí, yo miro el paisaje, no falta mucho para que el atardecer y lo veré aquí tirado en el césped con mi chica después de haber pasado un gran día juntos, como hacía mucho no hacíamos por todas las cosas que han pasado últimamente. Pero es increíble ver que hemos tenido un suspiro y que aún podemos disfrutar de momentos juntos, sin pensar ni un segundo en todo lo demás.
- Te he comprado algo- le digo acariciando su mejilla, ella me mira con los ojos emocionada y extiende la mano- cierra los ojos.
- No, venga dámelo y ya- dice ansiosa.
- Ciérralos- ella rueda los ojos con una sonrisa y los cierra, con la mano extendida espera que yo le de mi regalo- no vale hacer trampas eh- le digo advierto y ella niega muchas veces como una niña pequeña, me acerco más a ella y le muerdo el labio dándole un beso antes- no me pude resistir- digo con una risita.
- ¡Dámelo ya!
- Esta bien, ansiosa.Saco el collar de oro de su cofrecito y la miro antes de ponerla sobre la palma de su mano, ella abre los ojos y hace una mueca de sorpresa, sonríe y me mira.
- Es preciosa, Jimin- dice mirándola, se acerca a mí y me besa dulce en los labios- tiene tu inicial- dice pasando los dedos por ella, una J con pequeños cristales incrustados- te habrá costado mucho- dice haciendo una mueca.
- Por ti no es suficiente- y le guiño un ojo para quitarle importancia- mira- digo, cojo el colgante que cuelga oculto en mi cuello por debajo la camiseta y lo saco para que lo vea.
- ¡Jimin!- exclama emocionada y luego ríe- esa es mi inicial.
- Pues claro que si- afirmo aunque no haga falta- yo soy tuyo- digo y la atraigo más hacia mi- y tú eres mía- susurro antes de besarla.La recuesto sobre la manta en el césped, ella me rodea con sus brazos por la cintura y gime al sentir mis besos bajar por su cuello succionándolo, sé que dejaré un gran chupetón allí pero es lo que menos me importa, incluso mejor. Paseo mis manos por su cuerpo, gracias al cielo esta en pantalones cortos por lo que puedo acariciar sus muslos deseando ya arrancarle el pantalón y hacérselo allí mismo.
- Jimin, aquí no- dice ella con la voz entrecortada, yo gruño en contra- nos pueden ver.
- No hay nadie aquí.
- Como que no- dice ella intentando alejarme- puede pasar alguien.
- Esta atardeciendo- pongo como excusa.
- Si, con más razón, nos perderemos el atardecer y la idea es verlo- se queja ella- quítate ya tonto- dice con una sonrisa.
- Arg, para la próxima te emborracho, te dejas hacer lo que sea- bromeo quitándome de encima de ella ,ríe y me pega en el hombro.
- Eres idiota.
- Pero me amas- contraataco.
- Mmm...- murmura, yo enarco una ceja.
- ¿Qué?
- Nada- dice mirando a otro lado y me pongo serio aunque sé que bromea.
- ¿Me amas?
- Mmm puede ser- dice haciéndose de rogar, yo la siento en mi regazo y le doy un beso en la mejilla.
- Dilo.
- ¿Decir qué?- yo frunzo el ceño y ella se hace la loca.
- Di que me amas.
- Mm..
- Joder amor- me quejo y ella se burla de mi- dilo- le suplico.
- Te amo- susurra sincera y sonrío como un idiota enamorado. Pero me encanta esta sensación. Y sé... que es algo que no acabará nunca, que no dejaré que nadie acabe con esto, con ninguno de los dos.