Capítulo 50

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Jimin

Ella me mira con los ojos desorbitados y no quiero ni pensar en todo lo que se le esta pasando por la cabeza. Se separa un poco de mí y se sienta del todo en la cama, dándome la espalda y la escucho respirar entrecortadamente. Me acerco a ella por detrás evitando hacer un ruido por la molestia que me causa en el estómago, la rodeo por la cintura y la siento tensarse.

- ¿A por mi?- yo asiento sobre su hombro aun sabiendo que ella no me ve- ¿Y porque? - dice manteniendo la calma.
- Porque así son juegos, le encanta eso, es un maldito enfermo. Pero yo no dejaré que te haga nada, amor- le digo suavemente.
- ¿Ah no? ¿Y como coño lo harás? Jimin, ¡has visto como te han dejado, joder!
- ____ ...
- ¡No! Es que... ¡yo no tengo nada que ver en tu maldita mierda! No, no. Ese tío esta loco, mira como te dejo ¡y eso que eres su sobrino! Imagínate que me haría a mi- grita y se da la vuelta para verme con las lágrimas en los ojos.
- Yo... algo haré, pero él no te tocará, lo juro- digo en un intento desesperado porque ella me crea- mírame- digo tomándola por el mentón cuando agacha la cabeza- cuidaré de los dos.
- Jimin... es un puto narco, he escuchado de lo que son capaces y...
- ¿Confías en mi?- le pregunto interrumpiéndola y sus ojos miran los mios de forma fija- Dime, ¿confías?
- Si, confío en ti... en él no.
- Esta bien, lo único que necesito es que confíes en mi ¿vale?
- Nunca pensé que tendría que preocuparme por un puto narcotraficante, joder ¡esto parece un maldito culebrón!- yo me río al ver su dramatismo en las palabras y ella sonríe a medias- pero, desde el momento en que me contaste que ese tipo esta pendiente de ti te dije que te apoyaría, que estaría contigo y me daba igual él. Y lo voy a cumplir- dice segura, yo sonrío enternecido, enamorado por ella.
- Esa es mi chica- ella sonríe a medias- Hey!, todo saldrá bien

Y aunque no puedo estar seguro de ello, es lo que espero. No tengo remota idea de cómo saldré de esta, de cómo cuidaré de ambos, pero estoy seguro que lo haré. Nunca me perdonaría que ella saliese lastimada en esto. Beso su mejilla con ternura y siento como se relaja, quizás hice mal en contárselo y preocuparla, pero tendría que saberlo para que se cuide por la calle.
Tocan el timbre con fuerza logrando sacarme de mis pensamientos, _____ me mira nerviosa, acabando de tener esta conversación la siento más que nerviosa de nuevo, acaricio su mejilla para tranquilizarla. Me levanto de la cama como puedo y ella me viene detrás, a cada paso, como un guardaespaldas cosa que tendría mucha gracia si no estuviéramos como estamos, siento otro golpe en la puerta con firmeza. Me asomo a la mirilla y veo a un hombre alto y robusto tras la puerta, con un traje, miro a ______ frunciendo el ceño y ella se coge a mi camiseta.

- Nena, tranquila- susurro acariciando su mano.
- ¿Quién es?
- No se- digo cogiendo el pomo para abrir pero ella me detiene
- No abras, ¿Qué pasa si es uno de esos matones, eh?- dice nerviosa.
- No, los conozco a todos y este no tiene pinta de ser, será un vendedor o algo así.
- Bueno, a los vendedores tampoco se les abre.
- Mi amor, si te conté todo no fue para que estés de miedosa con todo el mundo, solo para que te cuides más, pero ya esta. Tranquila- le respondo mientras vuelvo a escuchar otro toque. Abro la puerta y el señor me mira frunciendo el ceño y después a ______
- ¿Es usted Park Jimin?- mirándole con desconfianza.
- Depende, ¿Quién lo busca?- digo interponiéndome en su vista fija en _______ - ¿Qué quiere?
- Soy el agente Hugo de la Policía Nacional - dice sacando una tarjeta de identificación que apenas me dio tiempo a mirar, poniéndome nervioso pero sin demostrarlo le miro esperando a que continúe- y si es Park Jimin, necesito hablar con usted.

Y así...el tiburón se enamoró del pecesito 2 TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora