Capítulo Final

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Jimin

Cinco malditos meses aquí encerrado. Y siento que son cuatro siglos. La cárcel es demasiado jodida. No hay duda. Pero no me arrepiento de lo que hice. No me arrepiento de haberle volado la cabeza a Martín. Por su culpa _____ ha estado en coma durante cuatro largos meses. Yo siento que me volveré loco aquí, sin poder hacer nada por ella, sin poder verla si quiera. Es lo único que deseo para sobrellevar esto mejor.
Sé que me lo busque, no debí de ser tan idiota de matar a Martín con público delante, y justamente la policía. Aunque debo agradecerle mucho a Hugo, él me busco un buen abogado y ha estado pendiente de mi madre y de _____ este tiempo. Él es una especie de aliado a pesar de que prácticamente fue quien me entrego a la policía. No lo juzgo. Era su deber. Gracias a él obtuve la sentencia mínima: seis años.
Y si, es muy jodido. Me quedan seis años aquí dentro, pero aprenderé a sobrevivir. No me busco problemas con nadie, y gracias al cielo no me han metido a la misma cárcel que al Cobra -el cual supe esta condenado a cuarenta años por todos sus delitos-, porque esto hubiese sido más infierno de lo que ya es. Me han intentado buscar problemas, pero he decidido hacerle caso al consejo de Hugo: ignorarlos.
Si tengo problemas con otros presos me pueden caer más años como castigo y es lo último que quiero. Al contrario si me porto bien, puede que me rebajen la pena hasta dos o tres años. Y es lo que espero conseguir. Porque no me imagino seis años aquí metido, sin disfrutar del sol como Dios manda, sin nadie en quien confiar. Sin ______.
Roberto me ha dicho que _____ despertó hace unas pocas semanas y que se ha tomado muy mal saber que yo estoy aquí encerrado, tengo tantas ganas de estar con ella en este momento. De poder abrazarla. Cada noche sueño con todos mis momentos con ella. Incluso los malos. Incluso esos ahora me parecen buenos y que valen la pena recordar, que forman parte de nuestra historia.
No voy a negar que he estado sintiendo algo de temor a que ella se olvide de mi y rehaga su vida como si yo nunca hubiera existido, eso me dolería pero aprendería a vivir con ello. No tendría otra opción.
Me acuesto en mi pequeña cama, la litera de arriba con el libro de filosofía en las manos. ¿Quién diría que tenía que terminar en la cárcel para que me diera por estudiar? Pero tengo que ser inteligente, me quedan unos cuantos años aquí y lo mejor será aprovecharlo, no es lo mismo que hacerlo fuera pero esto, según parece también ofrece oportunidades de buscarme la vida honradamente cuando salga de aquí. Y si, yo también noto esa madurez en mi ahora. Y eso que solo llevo cinco meses.

- Park- me llama el corpulento y odioso policía que siempre me vigila.
- ¿Qué quieres?
- Tienes visita- me dice mientras abre las rejas, yo frunzo el ceño ¿visita de quien? Roberto estuvo aquí hace solo dos días. 
- ¿Quién es?
- Ven y lo compruebas por ti mismo- me responde brusco, a regañadientes me levanto y lo sigo hasta la sala de visitas.

Y no puedo creer lo que ven mis ojos. Es ella. Es mi ______. Esta aquí. Una sonrisa gigante se dibuja en mi cara, ella mira a su alrededor nerviosa pero cuando sus ojos se encuentran con los míos ambos olvidamos donde estamos. Me acerco casi corriendo a ella y la tomo en brazos, la levanto y ella me rodea fuerte con sus brazos por el cuello.

- No puedo creer que estes aquí- murmuro contra su pelo- te he echado tanto de menos, mi amor- susurro contra sus labios antes de atraparlos entre los míos. Y juro que es como volver a tocar el cielo. Ella no duda en responderme y es la mejor sensación que he tenido en mucho tiempo. Sus labios contra los míos moviéndose con suavidad. Maldita sea ahora puedo morir en paz. 
- Yo también te he echado de menos, Park. - me dice con suavidad, ambos nos sentamos en la silla para no llamar más la atención, me siento muy cerca de ella con nuestras manos entrelazadas.
- ¿Cómo estas? Dime que bien, por Dios, he estado tan nervioso- digo mirándola por todas partes.
- He estado bien, me he recuperado del todo- y agacha la cabeza con vergüenza.
- No puedo creer que hayas hecho eso por ti- digo con suavidad y le acaricio la mejilla, ella se encoge de hombros.
- Fue un impulso, no podía dejar que te matará.
- Aun así, fuiste una tonta- y sonrío.
- Tú hubieras hecho lo mismo por mi ¿no?
- No lo dudes. 
- Jimin… ¿es cierto?- me pregunta mirándome a los ojos con tristeza.
- ¿El que?- pregunto haciéndome el desentendido.
- ¿Mataste a Martín? ¿Estarás aquí seis años?
- Si- susurro con vergüenza- quería castigarlo por haberte herido, de alguna forma sabía que no era suficiente con que le metiesen en la cárcel, cuando saliera podía volver y hacernos daño. Quise acabar con él porque no soporte la idea de que te lastimó. Y por ello tendré que pagar seis años de prisión. Es lo mínimo que hemos podido conseguir, teniendo en cuenta que Martín era un delincuente que podía llegar a ser muy peligroso a pesar de que a veces parecía idiota. 
- Es que… no lo puedo creer- y niega varias veces con la cabeza- tú… mataste Jimin- susurra.
- ¿Te doy asco?- le pregunto sonando más brusco de lo que pretendía, ella me mira rápidamente a los ojos.
- No, ha sido algo muy fuerte para mi, pero es imposible que yo sienta asco por ti. Joder, ¡he estado dispuesta a dar la vida por ti!- exclama con una sonrisa, yo atraigo su cara hasta mi y la beso.
- Yo también daría mi vida por ti, lo eres todo mi amor, todo- digo completamente sincero y jugueteo con sus manos mientras beso sus labios.
- Jimin…- habla alejándome de ella- ¿Qué haremos ahora? Quiero decir… tú estas aquí y…
- No lo se- digo suspirando- no te quiero atar, si en algún momento tú no quieres seguir conmigo, yo lo aceptaré aunque me duela. Yo quiero verte feliz y si no es a mi lado… 
- Eres tonto- me interrumpe- ¿Cómo no vas a hacer mi felicidad? Jimin, tú eres mi primer y único amor, y quiero que siga siendo así siempre. - yo sonrío- estaremos juntos, Jimin. Me da igual tener que venir a verte a la cárcel, lo haré y cuando salgas de aquí- ella entrelaza sus dedos con los míos- comenzaremos de cero.
- ¿Estas segura?
- Por supuesto, ¿Tú me amas, no?
- Más que a mi vida.

Fin

Y así...el tiburón se enamoró del pecesito 2 TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora