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Despierto sintiéndome mal, me incorporo en la cama y veo a Jimin tomando una pastilla de las que le mando el doctor, me quedo mirándole, ni siquiera sé en momento de nuestra relación estamos. Pensé que estaríamos bien, que nos pediríamos disculpas mutuamente por lo tontos que hemos sido y que me besaría y me haría el amor. Pero no. Me trato como a una mierda.
Él me mira pareciendo angustiado, preocupado por como me he puesto antes, pero no por eso saltaré a sus brazos, él es un completo gilipollas y yo lo soy más al pensar que podríamos haberlo arreglado. Me levanto de la cama y busco mis sandalias, ni siquiera recuerdo habérmelas quitado, seguro fue él al yo quedarme dormida.
- ¿Dónde esta Ana?- le pregunto
- Ya se fue- susurra- hace un rato
- Vale. Me llevo mi maleta- cuando estoy a punto de cogerla, él me toma por el codo y hace que me de la vuelta- no deberías estar en pie.
- Hablemos ¿si?-
- Me tengo que ir, José solo me dió un pequeño permiso en el trabajo.
- Por favor. No quiero que te vayas- murmura- ven aquí- dice tomando mi mano y sentándome en su regazo- lo siento. Fui un idiota, tú no eres un estorbo ni nada de eso, eres mi chica. Eres la persona que me hace feliz ______ Te quiero, estaba enfadado y no supe lo que dije. Siento haber dicho eso, cariño, tú eres lo más importante para mi.
- Jimin...
- No, escúchame. Tú lo eres todo, solo quiero cuidar de ti, solo quiero que estemos bien. Yo he sido un idiota y tú lo has sido- dice y sonríe de lado al igual que yo- los dos lo hemos sido. Nena, no he dejado de pensar en ti y maldecir el momento en el que dije eso. Miraba el lado de la cama y sentía que me faltabas tú, en tan poco tiempo, por más cursi que suene, no me siento bien si tú no estas, si estamos peleados. Odio eso.
- Yo también-susurro.
- ¿Y entonces? ¿Perdonas a tu tiburón?- me dice sonriendo burlón.
- Con la condición de que no me ocultes cosas y de que hables con tu madre- susurro, lo veo rodar los ojos.
- Ya lo he hecho. Bueno, ella hablo y yo la escuche. Me contó que ya dejo a Charlie, que esta haciendo los tramites de divorcio y todo eso, seguro ya lo sabes- yo asiento- ¿sabes? Nunca supe nada de lo que me dijo, creo que en cierta forma la entiendo. Ella estaba ciega por él y le temía a mismo tiempo, eso no la justifica, pero... no se- resopla- no se que hacer.
- Todos merecemos otra oportunidad, Jimin. Ella es tu madre a pesar de todo. Deberías perdonarla, ella lo siente de verdad.
- Si, pero no se si estoy preparado.
- Suena cursi, pero debes escuchar tu corazón.
- Lo intentaré- dice y suspira profundamente, lo veo hacer una mueca y recuerdo que esta malherido.
- Ahora, acuéstate- digo levantándome de sus piernas- debes estar en reposo. Después, tienes que demostrarme cuanto lo sientes- digo pícara y muerdo su labio inferior, él gime en mi labio.
- Uum.. Estoy deseándolo.
Unas horas después nos encontramos cenando en la cama mientras vemos una película, me acurruco a su lado sintiendo su calor, no puedo creer lo rápido que caigo ante él, pero sé que sus palabras son reales y su amor también.
- Jimin.
- ¿Hm?
- Cuéntame que ha pasado.- lo escucho respirar profundo- ya sabes, con esos tipos de hoy- digo haciendo una mueca, lo escucho respirar profundamente antes de hablar.
- Martín y su maldita gana de joderme por considerarme un traidor. - yo me incorporo en la cama para vele mejor- él... me ha dado dos opciones: hago lo que dice o...- él hace una pausa antes de hablar- o vendrá a por ti. A los por dos en realidad.
