Cap#45

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Me tomo de la mano y bajamos de la roca.

- ¿Que pasa? - pregunte algo asustada.
- No hay tiempo de explicar - dijo mirándome.
Comenzamos a correr fuera de la playa. Paramos un taxi y Gerard le dijo la dirección del hotel. Después de unos pocos minutos llegamos, bajamos del taxi, Gerard le pago al taxista y entramos a el hotel.
- Sígueme, y trata de no hacer ruido - me dijo casi en un susurro. En la recepción habían algunas cosas tiradas, y la recepcionista no estaba, parecía que había pasado algo. Ya estaba comenzando a asustarme.
Subimos cuidadosamente por las escaleras. Si tan solo Gerard me dijera lo que estaba pasando.
Antes de doblar en nuestro pasillo Gerard me tomo de la mano rápidamente y me pego a la pared con cuidado. Me miro y puso su dedo indice en sobre sus labios, en señal de que guardara silencio.
- Tenemos que encontrarlos - oímos a un hombre decir y se me heló la sangre. Gerard pego la cabeza a la pared y cerro los ojos con furia.
- Si Way creía que se iba a librar de mi... - rió otro hombre - Estaba muy equivocado - esa voz... se me hacia muy conocida. ¡Oh no! Jayden.
Pero esto no puede estar pasando. Ya paso un mes desde aquel día. ¿Por que nos vino a joder la vida de nuevo? ¡Mierda!.
- En cuanto lo encuentre... - rio nuevamente - Lo matare, le metere una bala en su puto cráneo - rió junto con el otro tipo - No - hizo una leve pausa - ¿Sabes que? - rió - Primero matare a su perra frente a sus ojos para que sufra... - se me heló la sangre y Gerard me miro a los ojos asustado - Y luego lo matare a el y a sus putos hermanos
- Tengo miedo - susurre y Gerard me miro algo triste.
- Ven... busquemos en el pasillo de aquí - sentimos que venían hacia aquí y nos desesperamos. Gerard me jalo a un cuarto de servicio que por suerte se hallaba cerca de nosotros. Sentimos sus pasos alejarse y suspiro. Comencé a sollozar y Gerard me tomo por los hombros.
- Cariño... juro que vamos a estar bien, no te va a pasar nada a ti ni a nadie - dijo juntando nuestras frentes.
- Tengo miedo Gerard - susurre.
- Aunque no lo creas... yo también - suspiro - Pero debemos ser fuertes y salir de esta - me abrazo y luego de unos segundos nos separamos - El muy hijo de puta debe de haber preguntado en cada aeropuerto por mi nombre... te lo aseguro - suspiro.
- ¿Que vamos a hacer? - pregunte asustada secando mis lagrimas.
- Vamos... salgamos de aquí - tomo mi mano y giro lentamente el picaporte de la puerta. Salimos y Gerard miro hacia ambos lados para estar seguro. Comenzamos a caminar rápidamente hacia la habitación de Mikey y golpeamos la puerta. Nadie respondía. Gerard todo nuevamente y me desespere - Mikey, ábreme - susurro lo bastante fuerte como para que lo oyera. Luego de unos segundos Gerard intento abrir la puerta, la puerta se abrió y Gerard la empujo haciendo que se moviera lentamente. Miramos la habitación, y estaba vacía, completamente vacía. No había rastro de nada, ni siquiera había ropa o maletas.
- ¿Donde están? - pregunte desesperada.
- A la de Frank - dijo suspirando y nos dirigimos a la habitación de Frank. Abrió la puerta y entramos. Tampoco. Nadie, estaba vacía. Ni siquiera sus cosas estaban ahí.
- ¿Donde están carajo? - se me escaparon algunas lagrimas. ¿Por que ahora? ¿Por que hoy? ¿Por que tenia que pasar esto hoy? Justo el día de mi cumpleaños.
- Diablos - dijo Gerard enojado pasando su mano por su cabello - Ven - me tomo de la mano y caminamos hacia nuestra habitación. Abrió la puerta y la cerro cuidadosamente para luego cerrarla completamente con la tarjeta.
Se acerco a nuestras maletas y busco algo en la suya. Comenzó a sacar su ropa y después de tantear unos segundos mas saco una pistola.
- Gerard... - lo mire perpleja.
- Lo siento cariño, pero sabia que tendría que traerla - cargo la pistola y luego de escuchar el "track" de carga suspiro - Iré por ese imbécil - camino hacia la puerta y lo detuve.
- Gerard no - lo mire - Piensa... si lo matas iras a prisión quien sabe por cuanto tiempo - se me cristalizaron los ojos y trague saliva.
- Preciosa - puso su mano en mi rostro - Lo que siempre quise después del asesinato de mis padres... fue mantener a Mikey y a Alison con vida - suspiro - Y matar a ese imbécil que lo único que ah hecho es jodernos la vida
- Pero por favor... llama a la policía o algo - comencé a llorar - No te quiero perder - me miro a los ojos y me abrazo - Te amo - solloce.
- Yo también te amo - nos separamos y dio un corto beso en mis labios. Camino hacia la maleta y comenzó a buscar algo nuevamente. Saco un chaleco anti-balas y se lo coloco - Prométeme que te quedaras aquí, escondida hasta que venga a buscarte - me miro.
- No - lo mire y me acerque a el - Si tu vas, yo voy contigo
- ____... si te pasa algo yo jamas me lo perdonaría - suspiro.
- Por favor - le suplique - Si vas a hacer esto no quiero que lo hagas solo - bese sus labios - Hagamoslo juntos - emboce una pequeña sonrisa mientras acariciaba su rostro. Pensó unos segundos y suspiro quitándose el chaleco anti balas.
- Levanta tus brazos - me ordeno y lo hice. Me coloco el chaleco y lo mire algo desconcertada.
- ¿Y tu? - pregunte preocupada.
- Estaré bien - beso mis labios y saco otra pistola de su maleta, me extendió la que tenia y la tome algo temblorosa. Estaba pesada, jamas había tenido un arma entre mis manos. Sentí la adrenalina recorrer mi cuerpo por completo y suspire - ¿Lista preciosa? - me pregunto cargando la pistola que acababa de sacar de su maleta.
- Lista - dije decidida y salimos de la habitación.
Oímos pasos, pero no estábamos seguros si venían desde donde vendrían.
- Cariño - dije asustada - No quiero que te vayas a la cárcel - dije triste.
- No pasara - me sonrió - Tengo permiso para disparar - sonrió. De pronto sentimos unos pasos tras nosotros y se me heló la sangre. Nos dimos media vuelta rápidamente y apuntamos. A mi me temblaban las manos, espero poder hacer esto bien.
- Vaya, vaya - dijo Jayden sonriente - ¿Que? - rió - ¿Entrenaste a tu perrita para salvarte el pellejo? - rió junto con el otro tipo.
- Juro que te matare hijo de puta - dijo Gerard furioso y le saco el seguro a la pistola.
- Anda... hazlo - rió - Pero te aseguro que esto no quedara así, vas a morí... - Gerard le disparo al tipo de al lado en el pecho y cayo muerto al suelo. Jayden se enfureció y me disparo a mi en el pecho.
- ¡No! - grito Gerard disparandole mientras caía al suelo adolorida. Si que dolía, me faltaba el aire. Gerard le dio en el pie, y Jayden le respondió disparando, pero le dio a un florero que estaba en una repisa de la pared del pasillo, este se rompió en mil pedazos. Jayden volvió a disparar y esta vez... le dio en el pecho. Cayo al suelo con los ojos cerrados. Mi tiempo se detuvo.
Vi pasar todas las cosas que nos habían pasado desde que lo conocí, día a día. Hasta enamorarme de el. Estar junto a el hombre que amo hoy en día. Juro que si se iba... una parte de mi se iría con el. Mejor dicho... toda yo me iría con el. Era a la persona que amaba, que jamas dejaría por nada del mundo.
- ¡Gerard! - grite desgarradoramente con lagrimas en mis ojos. Levante un poco mi cabeza y le apunte a Jayden, dispare y mi mano se movió por completo. Un zumbido me aturdió y me maree por un segundo, veía todo borroso.
Cuando se me paso lo vi a Jayden, tirado en el suelo retorciéndose de dolor. Le había dado en una pierna.
Me arrastre a Gerard y lo mire, tenia los ojos entre abiertos.

- Gerard... cariño, estoy aquí - solloce y sentí las sirenas de la policía fuera del hotel. Por la ventana se podían ver las típicas luces rojas y azules -
- La... policía esta aquí - dijo con la respiración entre cortada.
- Si... ya todo acabo mi amor - solloce limpiándome las lagrimas pero salían mas. -
- Por fin... podremos ser fe...lices - tosió un poco y se quejo de dolor - Prométeme... una cosa preciosa - me miro a los ojos y una lagrima se deslizo por su mejilla. Estaba muy pálido.
- Dime, lo que sea - tome su mano y la puse en mi rostro mirándolo atentamente.
- Pase lo que pase... prométeme que seras fuerte - tosió sangre y me desespere.
- No digas eso, tu estarás bien - rompí en llanto cabizbaja.
- Te amo - susurro. Levante mi mirada y estaba con los ojos cerrados. No sabia si aun estaba respirando.
- ¡No! ¡No te vayas, no me dejes! - mis lagrimas no paraban de salir - Mi amor, despierta ¡No me dejes! - grite desesperada - Te amo - dije algo mareada y sentí como los policías se acercaban a nosotros.
Mi vista comenzó a ponerse algo borrosa y sacudí mi cabeza. Vi apenas como esposaban a Jayden y revisaban el cuerpo del otro tipo.
Sentí como me preguntaban algo, pero enseguida mi vista se torno completamente negra.


El Cambio De Mi Vida [Gerard Way]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora