El Cambio De Mi Vida [Gerard Way]

Cap#48

Ya han pasado 9 meses sin saber de el... sin ver esos ojos que tanto me hacían temblar, sin ver esos hermosos labios delgados que me daban incontrolables ganas de besar, y sobre todo... esa sonrisa, esa sonrisa que me transmitía tranquilidad, hacia que todo mi interior se revolviera causándome las famosas "mariposas en el estomago".Todo este tiempo lo he extrañado con todas mis fuerzas, todas las noches me preguntaba que estaría haciendo, en realidad me lo preguntaba todos los días. Y también siempre me preguntaba cuando lo volvería a ver, cuando volvería a cruzar palabra con el, o siquiera miradas. Pero ni eso ha pasado, ni siquiera un mensaje... una llamada, nada de nada. Después de lo sucedido en Hawaii el se había quedado en el hospital de allí y yo había vuelto a los Estados Unidos con Alice, Mikey y Alison. Eso era lo ultimo que había sabido de el, desde que salí llorando como magdalena de la habitación de hospital en donde estaba. Han pasado muchas cosas desde ese entonces. Alison había comenzado la primaria y había hecho amigos, sus dificultades para respirar aun seguían presentes, pero ya no tenia que usar el molesto tanque de oxigeno, ahora solo llevaba su inhalador en el bolsillo por si acaso.Alice había tenido a su bebe, una sana y hermosa niña llamada Madison, preciosos ojos azules como los de ella y un hermoso cabello dorado como el sol. Mikey había obtenido un buen puesto de trabajo y por si no fuera poco... le había propuesto matrimonio a Alice, se que llevaban poco tiempo juntos, pero si que se amaban con fuerza, en la forma en que se miraban, se entendían mutuamente sin ni siquiera hablar. Compraron una casa en Florida, pequeña, hogareña y de dos pisos. Alice siempre tuvo un buen gusto en la decoración, puesto a que la casa se veía mas que bien. ¿Y yo? Pues yo... como lo patetitca que soy me mude a su ático, así es. Tenia mi habitación en el ático, la había decorado un poco, pero aun seguían algunas cajas con cosas dentro que Mikey y Alice aun no ponían en la casa. Al final de todo estoy yendo a una preparatoria, quiero terminar mis estudios y tomar la carrera artística. Siempre me fascino aprender cosas sobre cultura, artistas y así, siempre sacaba buenas notas en clase de arte. También me interesaba demasiado la fotografía. Estaba ahorrando para comprar una cámara profesional fotográfica para dar mis primeros pasos. En la preparatoria hice amigos nuevos, estos si eran amigos de verdad, no como en Canadá... que me golpeaban y molestaban todos los días haciéndome sentir miserable e insignificante. Bueno, ellos no eran amigos, eran parásitos humanos que me jodían la vida constantemente, como la idiota de mi hermana. Hablando de ella, hace bastante tiempo que no se de ella ni de mis padres, y tampoco me importa. En cuanto a mis sentimientos... muertos. Bueno, algo quedaba de ellos, pero no mas que una pequeña luz en el interior de mi corazón que se alimentaba de mi eterna oscuridad. Hay un chico en mi salón, llamado Brad, el es encantador, el mas guapo de toda la preparatoria. Ojos verdes, cabello castaño y corto, un cuerpo de atleta super marcado y musculoso. Es el capitán de americano de la escuela, todas las chicas andan detrás de el. Y a pesar de todo eso es el chico mas inteligente que he visto. Dicen que no hay chicos perfectos e inteligentes a la vez, pero parece que para todas las chicas de la preparatoria esa ideología se había roto. 

- ¡_____! ¿Ya terminaste de hacer tu tarea? Quiero ver la película que compre ayer - la voz de Alice a través de mi puerta me saco de mis pensamientos. Me levante rápidamente y camine hacia la puerta de mi "habitación" para luego abrirla.

- ¿Es la romántica? - pregunte enmarcando una ceja - Creí que veríamos una de terror - reí por lo bajo. Ella entrecerró sus ojos con aire de curiosidad. 

- Siempre te han gustado las románticas - exclamo - ¿Que te pico ahora que te gustan tanto las de terror? - rió por lo bajo sentándose en la punta de mi cama. 

- No es eso, es que las románticas ahora se basan siempre en lo mismo... - me encogí de hombros mirando el suelo de madera algo gastado - La chica encuentra al chico perfecto, el chico es super frió y distante, la chica logra enamorarlo, el con el tiempo se enamora de ella... y ¡Bam! Felices por siempre y para siempre - reí desganada negando con mi cabeza pensando en aquella cabellera rojiza teñida. 

- ¿Sigues pensando en el, verdad? - hizo una mueca triste y la mire a los ojos. 

- ¿Sabes? No te voy a mentir... si lo hago, y ya estoy harta de ello - suspiro desganada sentándome a su lado - ¿Sabes que haré? 

- ¿Que? - pregunto curiosa.

- Tratare de encontrar a otra persona que me haga feliz - sonrió apenas. ¿Enserio? Eso ni yo me lo creía. Tendría que pasar mucho tiempo para que otra persona me volviera a hacer feliz tanto como lo hizo el. 

- ¿De verdad? - sonrió. 

- Eso tratare - reí por lo bajo - Ahora dime... ¿Tienes en mente el vestido que usaras? - moví mis cejas de arriba a abajo sonriente y ella rió. 

- Pues... no muchas, pero en dos meses tienes que venir conmigo a la tienda de vestidos de novia en Atlanta, dicen que es la mejor tienda - sonrió emocionada. Me encantaba verla tan feliz.

- Sera genial - sonreí de oreja a oreja - Ya quiero que llegue el gran día de verte caminar hacia el altar, no puedo creer que te vayas a casar - reí mirando el acolchado gris de mi cama.

- Tampoco yo - sonrió emocionada. De pronto se escucho el llanto de un bebe - Debe de tener hambre - sonrió enternecida - Iré a darle de comer y luego veremos la película - se levanto y camino hacia la puerta - Y no quiero que te quejes de mi historia novelesca para adolescentes frustradas - rió señalándome con su dedo indice.

- Para nada - reí levantando mis manos en defensa. Rió y salio de la habitación.