Estamos parados frente a un hermoso lago artificial, rodeado de piedras y plantas de diferentes tamaños. En una punta hay un pequeño muelle al que están amarrados esos botes a pedales de colores. En el medio del lago hay una pequeña isla a la que se puede acceder por un puente de madera. La zona está iluminada por faroles de estilo colonial dándole un aspecto bastante romántico, la imagen ante mi es hermosa.
—¿Te gusta? —me pregunta observándome desde un costado.
—Sí, me encanta, no esperaba encontrarme con un lugar así dentro de este parque.
—Veni, vamos a dar un paseo —dice acercándose al muelle.
Se sube a uno de los botes a pedal y me hace señas para que lo siga. Yo me acerco lentamente por el muelle hasta estar frente a él.
—Te gusta lo prohibido ¿no? —me mira intrigado y sorprendido al mismo tiempo.
—¿A qué te referís?
—A que entramos a un parque que estaba cerrado, me llevas de paseo en un bote que no deberíamos de usar, ayer pasaste a mas de cien kilómetros por hora delante de unos polis ¿sigo? —se echa a reír, me encanta su risa.
—Digamos que me gusta ponerle algo de condimento a la vida.
—Estoy empezando a pensar que me queres llevar por mal camino. No sé si sos una buena influencia para mí.
—Jamás haría algo así —me sonríe—. Igual no vivo haciendo este tipo de cosas, no pienses mal de
—No pienso mal de vos —le devuelvo la sonrisa.
El me hace sonreír sin poder evitarlo. Me gusta cómo me siento cuando estoy a su lado, todo fluye naturalmente cuando estoy con él. De hecho es capaz de despertar emociones en mí sin esfuerzo alguno. Y eso me asusta, porque no sé cómo manejar todos estos sentimientos que están fluyendo dentro de mí, nunca me había sentido así antes.
Me subo al bote y ambos empezamos a pedalear hacia el medio del lago. El lugar se encuentra en absoluto silencio, a penas se escucha algún que otro pájaro, lo cual es extraño ya que el parque está ubicado en el medio de la cuidad. Supongo que los altos arboles ayudan a aislar los sonidos de la calle.
Paseamos en el bote durante unos minutos en completo silencio, como si no nos atreviéramos a romper con el silencio del lugar. Pasamos por debajo del puente y rodeamos la pequeña isla. En un momento Adrian comienza a sacudirse haciendo que el bote se tambalee de un lado al otro, instintivamente me agarro fuerte a los bordes temiendo caer al agua.
—Por favor, no hagas eso, no sé nadar —le digo para que se detenga.
—¿No sabes nadar? —me mira algo travieso, lo cual me asusta un poco más.
—No sé lo que estas pensando, pero sea lo que sea, no lo hagas. En serio, no me gusta, no es gracioso.
—Estas asustada.
—Sí.
—¿Cuan asustada estas?
—Lo suficiente —le digo sin poder mirarlo a los
—Entonces si yo hago esto... —sacude el bote aun más fuerte.
—¡Ahhh! —grito sin poder evitarlo, aferrándome a él para evitar que me tire.
Si caigo al agua, él viene con migo. Comienza a reírse a carcajadas mientras me abraza fuerte con ambos brazos.
—Tranquila, no voy a dejarte caer —me dice entre risas.
—¿Por qué hiciste eso? _le pregunto separándome de él aun desconfiada.
El baja su mirada para encontrar la mía, aun noto diversión en su mirada, pero hay algo más, algo que provoca que un escalofrío me recorra el cuerpo de pies a cabeza. Lo suelto del todo para tomar distancia ya que no soy capaz de mantenerme tan cerca de él en este momento, aun a pesar del miedo que aun me embarga.
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Despertar a la Vida (#Wattys2016) SIN EDITAR
RomanceElla necesitaba desesperadamente volver a sentir. El no quería volver a sentir nunca más en su vida. Dos vidas, mucho dolor y sufrimiento. ¿Cómo amar cuando se teme decirlo y duele sentirlo? Un encuentro que los llevara por un camino de sanación. ...