Capítulo 24

5.9K 545 57
                                    

Me meto a la ducha, el agua está deliciosamente caliente lo que ayuda a que mí cansado cuerpo se relaje. Hoy ha sido un día distinto, hace mucho tiempo que no me la pasaba tan bien. Aunque no puedo negar que sufrí un poco en la vuelta al mundo y en la montaña rusa, desde chico que le tengo terror a las alturas. Pero fuera de eso, me la pase muy bien con Lau. Su risa, la luz que vi en sus ojos, estaba rebosante y saber que yo logre poner esa expresión en su rostro me hizo sentir feliz. 

Cuando se me ocurrió la idea de llevarla al parque dude en si realmente sería una buena idea. No estaba seguro de si le iba a gustar o no, mi intención era que se divirtiera y se olvidara de todo por un día. Estaba casi seguro que no había ido nunca a un parque de diversiones, por lo que me tomo por sorpresa cuando me confesó los recuerdos que recupero sobre su paseo en familia al parque, eso me hizo sentir aún mejor. 

Pero lo que más me gusto de este día fue poder estar tan cerca de ella, tomarla de la mano con la excusa de no perdernos, estar pegado a ella en algunas atracciones. Hubo un par de ocasiones en las que no pude evitar perderme en su mirada, podría jurar que el mundo se detuvo en esos instantes y esa sensación era tan asombrosa como terrorífica. 

Golpeo mi frente un par de veces contra la pared azulejada, reprochándome por estar convirtiéndome en un marica sentimental. Termino de ducharme y me visto con unos jeans y una remera roja que me queda algo ajustada. Salgo del baño y la encuentro cocinando.

—¿Qué estas preparando?

—Estoy calentando lo que sobro de ayer y también prepare una ensalada ya que queda poco arroz.

—Ok.

Me pongo mis zapatillas y luego pongo la mesa. Cuando la comida esta lista nos sentamos a comer. Me estoy acostumbrando mucho a nuestra rutina, lo cual no creo que sea una buena idea. Sé que pronto va a tener que marcharse y eso va a dejar un gran vacío en mi vida. Quizás podría retenerla por más tiempo, pero sería egoísta de mi parte. Lo mejor para ella es seguir adelante, no debo permitir que se estanque acá, menos a mi lado.

—¿A qué hora tenemos que ir a las carreras?

—Tenemos que estar allá a las doce y media.

—Ah, hay tiempo entonces.

—¿Queres echarte una siesta después de comer?

—No, dudo que pueda levantarme si hago eso.

—Sí, es probable ¿La pasaste bien hoy?

—Sí, fue un hermoso día, me la pase genial. Gracias por llevarme _me sonríe.

—Yo también me la pase muy bien —le devuelvo la sonrisa.

Terminamos de comer en silencio, luego ella levanta la mesa mientras yo me pongo a lavar los platos. Acomodamos todo en un par de minutos y nos sentamos a la mesa a descansar. Miro la hora, son las nueve y media pasadas de la noche, es temprano y otra vez me encuentro pensando en cómo podemos matar el tiempo. Estar sin hacer nada me pone nervioso porque eso me da tiempo de pensar y no es buena idea.

—¿Alguna idea para matar el tiempo?

—Justo estaba pensando en eso ¿se te ocurre algo?

—No realmente ¿Qué soles hacer vos?

—No mucho, salir con los chicos, tomarme unos tragos, jugar partiditas de Póker —de vez en cuando cogerme alguna que otra chica o a Sol, pienso para mí mismo.

—Supongo que no tendrás cartas acá ¿no?

Cartas, creo que tengo un mazo por ahí guardado. Se me ocurre una idea.

Despertar a la Vida (#Wattys2016) SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora