Capítulo 43

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La luz del sol que se filtra por la ventana me despierta, ayer olvide bajarla del todo. Parpadeo un par de veces antes de lograr abrir mis ojos por completo. Estoy cansada, me duele el cuerpo y la cabeza. Creo que es lógico luego de pasar más de la mitad de la noche en vela y llorando. Me levanto con mucho esfuerzo sacando mis pies de la cama y apoyándolos en la tupida alfombra gris. Miro a mí alrededor, todo en este cuarto es una pequeña parte de él. Mi corazón se contrae de dolor.

Me levanto y me dirijo al baño que está en la habitación, abro la ducha y me desvisto lentamente. Cuando estoy debajo del chorro de agua me dejo empapar sin moverme durante varios minutos. Las lágrimas comienzan a caer y se entremezclan con el agua de la ducha, resignada las dejo salir, no hay mucho que pueda hacer al respecto.

Me enjabono y lavo mi pelo de forma mecánica, luego me enjuago y cierro la canilla. Salgo de la ducha. Tomo la toalla. Me seco. Me visto. Salgo del baño. Cuando llego a la planta baja el olor a café me envuelve como lo ha hecho las últimas dos semanas. Al principio era agradable, pero ahora, ahora solo significa que un nuevo día da comienzo, otro día más sin tener noticias de Adrian.

Voy hacia el patio trasero, ahí es donde Helena suele desayunar. La encuentro sentada en uno de los bancos con la mirada perdida en el jardín. Sé que ella está preocupada, pero lo disimula mejor que yo. Después de todo lleva tres años esperando por su hijo. Me acerco en silencio y me siento a su lado, si noto mi presencia no lo demuestra. Pasan varios minutos hasta que decide hablarme.

-No me has contado mucho de tu vida.

Su comentario me toma desprevenida, pero no tengo miedo a hablar, gracias a Adrian ya no tengo miedo a mi pasado.

-¿Qué quiere saber?

-Lo que quieras contarme.

Nos pasamos parte de la mañana hablando, le cuento sobre mi padre, sobre el accidente, sobre Leo y sobre la enfermedad de mi madre. Ella escucha atenta, por momentos noto tristeza en su mirada, pero no dice nada, solo aprieta mi mano dándome apoyo para continuar cada vez que el dolor me apabulla.

En estas dos semanas ella me había contado muchas cosas sobre Adrian, sobre lo buen hijo que era, lo buen estudiante que era, sobre el futuro maravilloso que le esperaba y sobre Carla. Ella era su mejor amiga hasta que lo inevitable pasó, se enamoraron. Pero la familia de Carla era muy exigente con ella, eso sumado al mundo superficial en que se desenvolvía la llevo a caer en la anorexia.

Adrian había hecho lo imposible por ayudarla y sacarla de ese estado, pero no lo logro. Cuando Carla enfermo de neumonía y su estado empeoro, Adrian decidió dejar los estudios, se alejo de sus amigos y familia, solo se dedico a estar con ella. Escuchar esas palabras me había hecho doler el corazón, saber que él había sufrido de ese modo era difícil de soportar.

Todo esto provoco duras peleas con su padre, quien le reclamaba por haber echado su vida y su futuro a la basura. Adrian comenzó a aborrecer su vida, porque no importaba todo el dinero, poder y posición social que tuviera, nada podía ayudarlo a salvarla. Su novia se estaba muriendo por culpa de ese mundo tan superficial.

Luego de que Carla murió, Adrian se fue dejando todo atrás. Su madre sufrió mucho por su partida y su padre también, pero su orgullo lo llevo a mostrarse frío e indiferente durante mucho tiempo. Pasaron alrededor de diez meses en los que no supieron nada de él, hasta que un día Adrian llamo. A partir de ese momento comenzó a llamar esporádicamente para hacerle saber a su madre que estaba bien, pero nunca le dijo donde estaba ni que era de su vida. Al principio su madre le insistía para que volviera, hasta que un día se rindió y aprendió a conformarse con lo poco que él le ofrecía.

Al llegar el horario del almuerzo me encuentro sola. Lucia, la empleada, me hace saber que Helena tuvo que salir a hacer unos trámites. Estos últimos días ha estado saliendo mucho. Almuerzo una ensalada liviana ya que mi apetito últimamente es escaso. Cuando estoy por levantarme de la mesa entra nuevamente Lucia. 

Despertar a la Vida (#Wattys2016) SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora