Dejarme llevar, sentir. Es lo que más quiero en el mundo. Se acerca a mí y me besa suavemente mientras su mano desciende nuevamente hacia mi zona intima. Un mundo de sensaciones nuevas se abre ante mí, son tantas que me abruman de una manera única e increíble. Me respiración se acelera y no puedo evitar cerrar los ojos a medida que siento que me elevo hasta casi rozar el cielo. El beso se vuelve más intenso, más hambriento.
—Mirame —susurra sobre mi boca.
Abro los ojos y me encuentro con su intensa mirada.
—Dejate llevar.
Aumenta el ritmo de sus caricias y siento perderme, elevarme. De un momento al otro algo explota dentro de mí, es tan intenso que me quedo sin aire mientras mis músculos se tensan. Unos segundos después vuelvo en mí, mi cuerpo parece levitar, se siente liviano. Lo miro y él me está sonriendo, me mira con deseo.
—Eso...—mi respiración se entrecorta—. Fue increíble.
—Y todavía hay más.
¿Más? no sé si sea capaz de soportarlo pero no voy a negar que valdrá la pena intentarlo. Adrian se para y se acerca hasta el placar, busca y saca un paquetito plateado. Se acerca nuevamente a la cama y apoya el paquetito en la mesita. No puedo quitar mis ojos de él, es hermoso. Su cuerpo, su rostro, especialmente sus ojos. El me está sonriendo, debo verme como una tonta colegiala, pero no puedo evitarlo, estoy embobada.
Lentamente comienza a bajar su slip y lo que veo frente a mi hace que mis mejillas se prendan fuego. Se acerca a la mesita y toma el paquetito, lo abre y saca el preservativo. Se lo coloca despacio sin quitar su mirada de mí mientras yo no puedo quitar la mirada de su miembro. Despacio se sube a la cama y se coloca sobre mí, separando un poco mis piernas con las suyas.
—Te deseo demasiado.
Dios, su mirada es intensa.
—Yo también —digo tímidamente.
Comienza a besarme nuevamente y pronto siento una pequeña presión. Lentamente comienza a entrar en mí, un ardor invade mi zona íntima y cierro los ojos. Noto como él se tensa.
—¿Te duele? ¿Queres que pare?
—No, no pares.
Hace un poco más de presión y de pronto siento un intenso dolor. Él se queda quieto, respirando con dificultad. A mí también me cuesta respirar.
—¿Estás bien?
Abro mis ojos y veo preocupación en su mirada.
—Estoy bien, solo dame un segundo.
Permanecemos quietos y mirándonos por un instante, cuando le indico comienza a moverse lentamente dentro de mí. El dolor se va desvaneciendo lentamente y al cabo de unos minutos solo siento un ardor soportable. Poco a poco ese ardor se ve reemplazando por un cumulo de sensaciones. Nos besamos despacio, saboreándonos, descubriéndonos. Estoy dejándome llevar, estoy sintiendo.
Adrian baja una de sus manos hasta mi centro y comienza a realizar lentos movimientos que me estremecen hasta la punta de los pies. Por instinto llevo mis manos a su espalda y lo rasguño presa del placer. Comienza a moverse más rápido, entrando y saliendo de mí. Su respiración se acelera y yo nuevamente siento que me elevo más y más hasta que de pronto estallo en un mar de sensaciones. Segundos después noto como él también llega a su punto máximo, tensándose encima de mí.
Me besa dulcemente mientras sale de mí, se desploma a mi costado pero deja unos de sus brazos sobre mi cintura. Ambos respiramos con dificultad, aun intentando recuperarnos. Por unos minutos permanecemos así, en silencio. No puedo creer lo que acaba de suceder, fue increíble, perfecto. Sin darme cuenta una pequeña lágrima se escapa de mi ojo. Adrian se incorpora apoyando su cabeza en su mano izquierda, esta sonriendo pero su sonrisa se desvanece al verme.
—¿Qué pasa? ¿Te lastime?
Limpia con su otra mano mi lágrima.
—Estoy bien, es solo que...todo fue...tan...intenso —trago saliva—. Fue...
—Perfecto...—termina la frase por mí quitándome la palabra de la boca.
Se acerca y me besa tiernamente los labios, luego mis mejillas, mi nariz y por ultimo mi frente. Se levanta y mi vista se pierde en su ancha espalda hasta que lo pierdo de vista cuando entra al baño. Suspiro. Estiro mis piernas y mis brazos, los siento flojos. Dijo que fue perfecto, no puedo creer que para él también lo fue. Escucho como tira el agua del inodoro y unos segundos después sale del baño. Se mete en la cama a mi lado y me sonríe.
—Vamos a descansar, mañana va a ser un día complicado.
-¿Por qué? —estoy intrigada.
—Mañana lo hablamos ¿Si? Ahora solo quiero abrazarte y dormir.
Me envuelve en sus brazos y me aprieta contra su cuerpo. Yo me acurruco en su pecho y le deposito un beso en él. Cierro los ojos y poco a poco me dejo llevar por el sueño.
Unas suaves caricias sobre mis caderas me hacen estremecer mientras voy recobrando la conciencia. Mantengo los ojos cerrados y me dejo llevar por las sensaciones que sus caricias me provocan. Su mano sube hasta mi rostro y acaricia mi mejilla, retirando algunos pelos de mi rostro. Abro los ojos lentamente y me encuentro con su mirada, hay algo raro en ella, se ve preocupado.
—Hola —susurra.
—Hola —susurro.
Se acerca y me da un pequeño beso.
—¿Cómo te sentís?
—Bien —le sonrío—. ¿Qué te pasa?
No me gusta lo que veo en su mirada, él duda unos segundos antes de hablar.
—Tenemos que hablar.
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Hola!!! Acá les dejo dos capítulos, decidí escribir esta escena en dos partes para que pudieran ver el punto de vista de ambos.
Es la primera vez que escribo algo asi, espero no haberlos decepcionado.
Estos dos capítulos se los dedico a DanielaHy, gracias por tu apoyo!
Espero sus votos y comentarios!
Saluditos!!!
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Despertar a la Vida (#Wattys2016) SIN EDITAR
RomantikElla necesitaba desesperadamente volver a sentir. El no quería volver a sentir nunca más en su vida. Dos vidas, mucho dolor y sufrimiento. ¿Cómo amar cuando se teme decirlo y duele sentirlo? Un encuentro que los llevara por un camino de sanación. ...