Capítulo 10, Irresistible.

43.8K 1.7K 126
                                    

—...Por eso te decía que sería bueno ir a ese bar, es muy exclusivo e incluso costoso pero lo vale ¿no? ¿Bárbara? —salí de mis pensamientos al sentir su mirada desesperada sobre mi.

—Perdón, estaba algo distraída —me excusé.

—¿En qué tanto piensas? —preguntó irritado.

—Nada, no tiene importancia... —sonreí forzadamente.

—Te decía que mis amigos quieren ir a un bar muy famoso al norte de la ciudad y yo quiero que vayas conmigo. Yo sé que tu mamá no te deja salir tanto pero si quieres yo mismo le pido el permiso ¿si?

—Bien, tú habla con ella... ¿Cuándo?

—Este sábado, iremos a festejar el cumpleaños de Alejandro. La pasaremos genial —me animo y yo asentí.

—Debo irme... —me levante y tome mi bolso.

—¿A dónde? No hay nadie en tu casa ¿por qué no te quedas? —me propuso. —Nos quedamos los dos y la pasamos bien, te consiento... ¿Qué te parece?

—Me encantaría pero... —mentí —debo ir a la casa de Stella a hacer un trabajo.

—¿Otro? Deberías quejarte, ya no tienes vida por hacer tus deberes. Se están pasando... —bufó molesto y yo asentí.

—Si, bueno. Nos vemos luego —le di un pequeño beso y camine hacia la puerta.

Justo cuando estaba por cerrar la puerta, me gritó:

—Te amo —me volví y le mande un beso.

—Yo también —susurré aunque sabía que era una persona muy especial e importante para mí ya no sabía si esto era realmente amor.

Preferí bajar por las escaleras para tomar un poco de aire, crucé la recepción y salí a la calle. Camine hacia el parque central que quedaba solo a unas cuadras.

El pito de un carro me hizo caer de nuevo en la realidad, pase la avenida en medio de la multitud de personas y finalmente atravesé el mismo césped de siempre donde nos solíamos encontrar. Escuche unos pasos detrás mío, acelere el paso algo asustada y en ese momento una mano me sujetó del brazo y me detuve en seco. Su cuerpo masculino se pego a mi espalda haciendo que mi piel se erizara. Su aroma se adentró por mi nariz y lo reconocí de inmediato. Mi cuerpo se relajó y me apoye sobre él.

—¿Por qué te tardaste tanto? —susurro su gruesa voz en mi oído. Sonreí sin motivo alguno, tal vez era el hecho de tenerlo cerca.

—Estaba ocupada.

—¿Qué estabas haciendo? —tomó mi cabello con delicadeza retirándolo de mi cara.

—Estaba en la casa de Toby —su respiración se hizo más pesada sobre mi oreja y sus manos se posaron sobre mis caderas atrayéndome aún más hacia él.

—¿Y qué hiciste con tu novio? —me hizo gracia su pregunta y una pequeña risita se me escapo.

—¿Por qué lo preguntas?

—Curiosidad, supongo —entrelace sus manos con las mías y lleve mi cabeza hacia atrás.

—¿Estás celoso? —lo mire fijamente y me percaté de que sus hermosos ojos se habían tornado de un gris oscuro. No respondió, solo me miró atentamente y noté como su mandíbula estaba tensa. Me gire rápidamente quedando frente a frente. Enrede mis dedos en su cabello acercando su rostro al mío. Su respiración se aligeró un poco y sus labios se acercaron a mi boca. Sin pensar en quien podría vernos en este momento lo bese con pasión y necesidad.

Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora