Capítulo 31, Malvado plan.

30.6K 1.3K 45
                                    

—¿Entendiste cuál es tu trabajo, verdad? —le cuestioné una última vez antes de caminar hacia el auto y ella asintió.

—Si. Fingir ser tu tutora de área y coquetear con tu padrastro ¿no? —asintió la rubia que parecía una Barbie humana.

Erin era muy hermosa, estaba finalizando su carrera de publicidad, aparte de ser muy atractiva y con un cuerpo de infarto, era inteligente por lo cual era la mujer perfecta para este trabajo.

—Lo que no entiendo es ¿cómo harás para dejarnos a solas? —preguntó bajando un poco la voz a medida de que nos íbamos acercando a los autos.

—Yo me las arreglaré, tú solo aprovecha la oportunidad y graba —le guiñe el ojo y segundos después llegamos hasta donde estaba estacionado el chofer, aguardando por nosotras. 

En el camino hablamos un poco para mantener todo bajo control, sin levantar sospechas, la típica conversación de dos jóvenes. Ella me llevaba unos cuantos años, era mucho más alta, madura, experimentada y miles de cosas más, si a Tom no le atraía entonces definitivamente estaba ciego porque dudo que haya un hombre en esta tierra que se resista a sus encantos. Llegamos hasta el gran edifico y nos bajamos del auto, entramos por la recepción, me anuncie y seguimos hacia los ascensores. Era el último piso así que el recorrido fue largo con todas las paradas. El ascensor se detuvo y apenas se abrieron las puertas nos estaba esperando la secretaria de Tom, Samantha quien nos recibió con una gran sonrisa postiza.

—Buenas tardes señoritas. El Sr. Hans las está esperando en su oficina, síganme por favor —nos indicó por donde era el camino y la seguimos sin decir ni una palabra.

Abrió la puerta de su oficina y allí estaba él, como de costumbre hablando por teléfono, se encontraba al fondo de espaldas mirando la hermosa vista que cubría ese gran vidrio. Las dos pasamos y nos sentamos en una sala que había con unos impecables y cómodos muebles, mire detalladamente el gran salón y un escalofrío me hizo estremecer al recordar la vez que vine meses atrás, donde estaba sentada sobre él con mi boca devorando la suya. Justo cuando mis pensamientos me estaban atrapando, escuche unos pasos acercándose hacia nosotras y levante mi vista para confirmar que era él.

—Buenas tardes —nos saludo decente con una sonrisa amable.

Se veía tan elegante, atractivo y varonil que me quede maravillada observándolo y en ese momento al oír unos suspiros no dude en saber de quiénes venían, las dos mujeres junto a mí, Erin y Samantha lo miraban boquiabiertas, la última lograba disimularlo más pero mi supuesta tutora estaba encantada con lo que tenía en frente. Le sonrió coquetamente y supe en el fondo que no estaba actuando, lo cual me dio algo de celos pero no me concentre en eso sabiendo que me convenía para cumplir mi plan, me sentía algo aliviada al ver que él no era tan descarado en frente mío, actuó normal, los presente y nos sentamos para proseguir con nuestro "proyecto".

—Lo que no entiendo es por qué te dejaron esta tarea si tú estudias Lenguas Modernas ¿tiene algo que ver? —preguntó confundido y yo sentí que iba a morir.

Por suerte mi acompañante intervino y me salvó.

—A la universidad le gusta que sus profesionales salgan muy bien preparados, por eso los prepara con conocimientos básicos en cada área, en este año es publicidad y economía —explicó y él asintió convencido por lo que yo pude respirar nuevamente.

—De acuerdo... Comencemos —declaró.

Las dos comenzamos a hacerle diversas preguntas que ella había preparado y llenábamos los supuestos cuestionarios. Él contestaba fluido y con profesionalismo, era realmente inteligente y sabía lo que hacía. En un momento cuando me entro una llamada que había planeado, me levante y los dos me miraron atentos.

Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora