Epílogo | Final Alternativo

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Recuerdo a la perfección la escena dramática, el disparo se emitió, la bala se adentró por su cabeza y dejó que la sangre saliera de allí como si fuese un volcán que estaba haciendo erupción. Su cuerpo cayó desplomado contra el suelo, me levante de un brinco sin poder creer lo que estaba presenciando, me quedé congelado y sin saber qué hacer por unos segundos que fueron terroríficos para mí, de repente escuche unos gritos desesperantes, eran gemidos, pude escuchar como su corazón se rompía en dos, se lanzó encima de ella, no sé que intentaba hacer pero la abrazaba, se aferraba a ella como si la fuese a devolver a la vida, jamás había presenciado algo tan escalofriante y aterrador, gritaba y lloraba sin parar, su cuerpo estaba cubierto de sangre; todo pasó muy rápido, las ambulancias llegaron, suponía que algún vecino o los porteros las habían llamado a causa del disparo, muchas personas entraron y ella no se quería alejar, seguía pegada a su cuerpo, en ese momento reaccione y la intente tomar entre mis brazos para llevármela de allí, alejarla de todo ese dolor que estaba sintiendo, me dolía verla así pero no podía, ella no cedía, no estaba preparada ni dispuesta a dejarla, seguía allí destrozada y atravesando por ese gran dolor que provoca la pérdida de un ser querido, de una madre...

Me desperté de golpe, otra vez había sido una pesadilla, ya no había una maldita noche en la que no me soñara con ese momento, con su cuerpo sin vida, sintiendo el dolor, sentía como si fuese algo que me quería atormentar, que no quería dejarme en paz, como si su espíritu aún siguiera aquí para recordarme lo que había hecho, que yo la había matado. Me levante sin querer pensar más en este asunto, ya había pasado poco más de un año, hicieron la respectiva investigación donde yo salía como el principal culpable pero concluyeron con que había sido un suicidio, no me enviaron a prisión, al parecer era inocente pero en el fondo, en mi cochina conciencia sabía que no era verdad, yo le había causado la muerte, la había llevado a que se disparara en la cabeza desesperada y no solo eso, de paso había destruido por completo con la vida del ser que más había amado alguna vez en mi vida. Intenté acercarme, hablar con ella, necesitaba saber que estaba bien, que estaba a salvo pero su familia me puso una orden de caución, no me podía acercar a ella y eso ya era un precio muy alto que debía pagar. No merecía vivir, tal y como lo había dicho ella, pero la vida era injusta, yo debería estar muerto, no ella.

¿Por qué no me asesino?

Eso me lo preguntaba cada maldito día de mi vida.

No estaba dispuesto a irme de Berlín, no me marcharía para huir de mis problemas, no era un cobarde y debía enfrentar la situación a pesar de que la sociedad y la prensa me hubiesen caído encima. Tenía que pagar todo el mal que cause y lo estaba haciendo, vivía en una agonía, con el peso de la muerte de ella y sin poder volver a verla jamás.

—Sr. Hans aquí está la agenda del día con todas las reuniones y las conferencias —dijo Samantha haciéndome salir de mis pensamientos.

—Cancela todo, hoy no estaré aquí, debo ir a resolver unos asuntos —respondí pensativo, ella me miraba con cierta compasión por mi aturdimiento, me había ofrecido su apoyo y compañía en todos los sentidos pero yo no quería a nadie, a nadie más que a ella. —Puedes retirarte, gracias.

Me giré, me puse la chaqueta de mi traje, metí mi celular en el bolsillo y salí de prisa. Ignoré todas las miradas curiosas de mis trabajadores, camine decidido hacia la salida donde me estaban esperando mis hombres.

—Vamos al cementerio —ordené y ellos obedecieron, arrancamos y atravesamos todo el caos de la ciudad, el tráfico fluía lento por lo que decidieron tomar un atajo.

Llegamos en menos de treinta minutos. Empezaba a sentirse ese olor a flores marchitadas, a césped mojado, se podía notar la melancolía y la nostalgia en el aire, el día estaba oscuro pero eso no era nada nuevo en plena temporada de invierno. Los autos estacionaron y me baje sin meditarlo.

Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora