Capítulo 28, Luna de miel "familiar".

32.3K 1.4K 58
                                    

Me había quedado profundamente dormida después de que mi madre hablara de lo maravilloso que era su nuevo esposo, tan solo había podido dormir unas cuantas horas ya que ella me había levantado en plena madrugada cuando el cielo aún estaba muy oscuro, según ella debíamos salir de inmediato por lo que me metió en el baño de prisa, haciéndome duchar en cinco minutos, me vestí con lo primero que vi y salí después de sus insistentes llamados. Llegue a la recepción y los encontré hablando con unas personas, seguí hasta el auto con mi bolso y mi cobija, me subí y me recosté en un asiento cómodamente quedándome dormida nuevamente.

—Hija ya llegamos, levántate —me llamaba mi mamá para que me despertara.

—¿A dónde? —pregunte levantándome algo perdida.

—A la pista.

—¿Qué pista? —seguí aún más confundida.

—No viajaremos en línea corriente, Tonny tiene su propio Jet y alquilo una pista para que despeguemos de aquí directo a Dubai. —La mire sorprendida y me desperecé mientras veía por la ventana el día iluminado, escuchaba a Tom hablando con unos hombres afuera del auto, mi mamá se bajó luego de tomar sus cosas y yo la seguí. Al bajarme me encontré con una gran pista lujosa con personas trabajando de un lado a otro, al parecer preparaban todo para nuestro viaje.

—Ya despertaste —sonrió él dirigiéndose a mi. Asentí incómoda y me peine el cabello para escapar de aquella situación.

—Todo listo, despegamos cuando usted lo ordene señor —dijo un hombre bajando del majestuoso jet.

—Bien —aceptó. —Están terminando de acomodar el equipaje pero creo que podemos ir subiendo.

Primero subió mi madre por las pequeñas y angostas escaleras blancas que sobresalían, supuse que Tom seguiría por lo que me quede atrás pero recibí una seña suya que me invitaba a ir primero por lo que no me opuse y subí, siguió detrás mío, así que hice lo posible por subir rápido sin irme de cara para no ponerle todo mi trasero en todo su rostro. Al entrar habían lujos y más lujos en cualquier lugar al que miraba, todo era impecable de un blanco con beige, pase y me senté en una de las sillas que daba a la ventana. Había una pequeña sección donde había un mini bar con las bebidas más sofisticadas del mundo, un televisor, un gran sofá al fondo con cojines y tan solo cuatro sillas grandes habían en todo el lugar y en vez de ser como las de un típico de avión que eran en filas e hileras, estas parecían más como una especie de sala ya que los sillones eran considerablemente grandes por lo que llegaban a parecer sofás y estaban de frente, podías ver a la cara a los demás que estuvieran sentados, ideal como para tomar el té o algo así que hacia la gente adinerada. Mi mamá parecía estar cumpliendo uno de sus sueños, sonreía feliz, se sentó al frente mío y miraba todo detalladamente; Tom estaba dándoles unas indicaciones a los pilotos que estaban en la cabina.

—Despegaremos en dos minutos ¿preparadas mis chicas? —explicó sentándose al lado de mi madre mientras la besaba melosamente. Sus palabras no me cayeron para nada bien por lo que decidí sumergirme en mi celular para evitar ver sus escenitas.

—¿Qué quieres comer Bárbara? —me preguntó atento. Suspiré para mis adentros tomando fuerzas y lo mire fijamente.

—Cualquier cosa estará bien —afirme.

—Bueno, si quieren algo de comer atrás hay una pequeña especie de cocina y una mujer que les preparará lo que les plazca.

Me contuve para evitar abrir la boca como una idiota. ¿Era en serio? Faltaba que tuviese piscina o algo así.

—¿Siempre viajas en esto? —le cuestioné intrigada.

—Por lo general si —asintió. —¿Les gusta?

Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora