Capítulo 26, El gran día.

30.5K 1.4K 56
                                    



—Bárbara, vamos, levántate querida —me removía cariñosamente mi abuela.

—¿Qué? ¿Qué paso? —pregunte somnolienta mientras me restregaba los ojos para enfocar mi vista.

—Hoy es el gran día. Anda cariño, no hay tiempo que perder —me animó. —Dúchate rápido, te esperamos en la recepción. —Asentí y me desperece adormilada, hice caso a sus órdenes y dure pocos minutos en el baño para luego unirme a las demás mujeres abajo. Me vestí con las primeras prendas que encontré en mi equipaje, habíamos llegado al hotel en Bora Bora hacía tan solo dos días, el primero estuvimos descubriendo un poco de la maravillosa isla en la que nos encontrábamos, al siguiente hicimos todo un día de spa en el que nos relajaron para prepararnos para el gran día, el cual ya había llegado.

Era hoy.

La boda iba a ser literalmente el evento más grande del año, vendrían alrededor de unos 500 invitados (la mayoría eran de Tom), eran personas adineradas, diplomáticos, empresarios, ingenieros con mucho prestigio y clase. Mientras mi madre había invitado a su familia, algunos compañeros de su trabajo y sus pocas amigas, sorpresivamente también vendría mi padre, lo cual me alegraba en el fondo. Tener gente cercana a mí ayudaría a mejorar esta espantosa situación. Toby sin duda alguna, sería mi mayor soporte.

En un inmenso salón del lujoso y prestigioso hotel nos esperaban todo el equipo de maquillaje y peinado que nos vendrían a arreglar para la boda. Faltaban tan solo unas cuantas horas para el esperado momento. Cada una de las veinte mujeres entre esas mis familiares, las damas de honor y por supuesto mi madre estaban cómodamente sentadas en una especie de camerino privado para ellas solas, había una silla amplia tanto que parecía un mini sofá, una mesa repleta de productos de todo tipo y un gran espejo en frente. Me sentía como toda una estrella a quien estaban produciendo para una entrega de premios o algo similar. Me atendían tres personas a la vez, una me hacía las uñas, otra el peinado y la otra se encargaba del maquillaje. Era emocionante, diversas sensaciones atravesaban mi cuerpo, tenía cierta ansiedad, quería en el fondo que todo saliera perfecto por mi mamá, estaba muy ilusionada con esto.

Nervios, angustia, celos e impotencia.

Siempre quise volver a ver a mi mamá así de feliz pero no con él. A veces creía que en el fondo quería que él fuera solo mío y por eso lo señalaba como alguien inadecuado y no apto para mí madre pero sabía que no era cierto, era un total caballero, respetuoso y un buen hombre. Si tan solo jamás hubiese pasado aquello entre los dos... Todo sería más que perfecto. En los últimos días habíamos estado muy distantes y es que sabíamos que era lo mejor, por mi mamá, por la boda, por las personas que estaban a nuestro alrededor, por mi y hasta por él, lo más adecuado era mantenernos a distancia.

Entre más lejos, mejor.

—Disculpa, tenemos estos diseños para maquillaje ¿cuál prefieres? —me preguntó el hombre irrumpiendo en mis pensamientos.

Mire los cinco detalladamente y seleccione el que por lejos, era el mejor de todos.

—El tres —le pedí.

—Bien, te explicaré brevemente el procedimiento y me dirás qué quieres añadir o quitar. Te aplicaremos una base para cubrir imperfecciones y emparejar tu piel, luego marcaremos partes claves de tu rostro como la nariz, los pómulos, la barbilla entre otros, polvos, los ojos tendrían unas sombras rosa pastel, algo de blanco y un poco de dorado, con un delineado delicado negro, pestañas postizas y lo básico: rímel, delineador, iluminador, corrector... Por último un labial en tono rosa, no muy oscuro ni muy claro. ¿Te parece? —explicó animadamente y yo simplemente asentí a todo, sonaba estupendo, no había por qué quejarme.

Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora