Pasiones Prohibidas

Capítulo 11, Madre e hija.

El teléfono sonó y me levante corriendo para alcanzar a atender la llamada.

—¿Aló?

—Hola hija ¿cómo estás?

—Bien papá, que bueno oírte.

—Quería hablar contigo porque tengo planeado un picnic este fin de semana y espero que vayas...

—Si, claro que iré.

—Quiero compartir tiempo contigo y te quiero presentar a la mujer con la que estoy saliendo cariño, es importante para mí.

Suspiré y rodé los ojos a lo que mi madre rió con gracia.

—Bueno papá, nos vemos hasta el domingo.

—Claro hija, gracias por aceptar. Adiós.

Colgué y negué con la cabeza en forma graciosa. Me gire hacia la sala dónde estaba mi mamá quien me observaba atenta.

—¿Qué te dijo?

—Quiere hacer una salida familiar... —Me senté a su lado y fui cuidadosa con las palabras que iba a decir. —Y me quiere presentar a una amiga. —La mire fijamente y ella solo enarcó una ceja.

—Debe ser su nueva novia ¿no? —agregó sorprendida.

—Supongo... —acepté. —Ya era hora ¿no? Digo, tú estás haciendo tú vida y él también, hay que seguir adelante —confesé y ella asintió convencida.

—Si, es mejor dejar el pasado atrás... Pero a pesar de que los dos hagamos nuestras vidas con otras personas tú jamás dejaras de importarnos, eso tenlo siempre presente —me explicó con ternura y yo la abracé. —Siempre serás mi hijita y puedes contar conmigo en lo que sea...

—Lo sé mamá, te amo... Por cierto ¿cuándo es que me vas a presentar a tu novio? —Las dos reímos, ella nerviosa y yo divertida por su reacción.

—¡Ay! Pronto hija, solo que estoy planeando tan bien todo y no quiero que nada salga mal. Debe ser perfecto —afirmó emocionada. —Pero si vieras lo caballeroso, especial, atento y educado que es. Es el hombre ideal —sonreí alegre de ver cómo a mi mamá le brillaban los ojos al mencionarlo, sin duda estaba perdidamente enamorada. —¿Cómo van las cosas con Toby? —interrumpió el hilo que estaba llevando la conversación.

—Bien, como siempre.

—Ese chico es tan bueno para ti, tan aplicado, responsable, amable, noble... La verdad es todo lo que siempre quise para ti. —Coincidía con ella antes, solo que ahora ya no estaba tan segura de que Toby fuese el amor de mi vida.

Las cosas cambiaron...

—Si, es un gran chico aunque no sé si sigamos... —Mi madre me miró con el ceño fruncido.

—¿Te ha hecho algo malo?

—No, para nada. Es solo que ya sabes, mis sentimientos han cambiado... Y —pase saliva, tomando valentía —hay alguien más. —Su rostro fue de impacto pero se recuperó y me tomo de la mano con dulzura.

—Cariño, es normal, no te sientas culpable. Eres humana y por desgracia estamos tentados todo el tiempo, puedes hacer lo que quieras y lo que creas correcto, lo que yo te aconsejo es que no hagas sufrir a Toby, termínale y no lo engañes, ni lo hagas sufrir... Como hubiese deseado que tu padre hubiera hecho eso conmigo —sollozo y la mire con tristeza aunque ya había superado todo el asunto sabía lo duro que le había costado salir de ese sufrimiento.

—Gracias mamá, por no juzgarme... Creo que lo pensare muy bien. No quiero dejar ir a un gran chico por una simple aventura.

Esas palabras salieron desde mi interior, tenía ese pensamiento desde hacía mucho pero no lo quería aceptar; lo que teníamos no era más que un juego, nada serio. Él tenía su vida, su novia y su empresa, mientras yo era una joven ingenua, principiante, lo nuestro jamás funcionaria, no había un futuro. Nuestra relación era meramente sexual y física, nada más. Solo que me fui acostumbrando a su calor, su compañía y sus caricias, se había convertido en algo incontrolable, un vicio que simplemente no podía dejar.