Capitulo 4

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POV. Christian

Ya han pasado algunas semanas que llegue a Montesano, y he disfrutado mucho mis vacaciones. Estoy muy contento, he disfrutado de la compañía de Anastasia, es una niña muy hermosa, muy inteligente y traviesa pero no hay que hacerla enojar, ya que es malintencionada...golpea con lo que encuentra.

Aun recuerdo algunas de sus travesura, todavía no puedo creer que me engañara, diciendo que mi abuela le había regalado un libro de flores y que lo hubiera pintado de color negro, eso jamas sucedió, mi abuela no le había regalado ningún libro de flores, me engaño solo para llevarme al jardín y poder mojarme, solo por que le dije que no podía pintar un caballo color rosa, que finalmente pinto café y me dejo como un idiota. También conocí a su padre el señor Steele, es el mismo señor que conocí años atrás y que me asusto porque creyó que yo le había echo llorar a su bebe, es obvio que esa linda bebe era Anastasia, me he quedado callado y no decirle a Ana, que sin querer me robe su chupete, si le digo es capaz de pegarme con lo que encuentre a su alcance, si que es increíble tener miedo de una niña de cinco años...

Ahora estamos en un lago con el señor Steele, Ana y mi abuelo tratando de pescar, hasta ahora ha sido muy divertido nos hemos reído mucho de las ocurrencia de Anastasia. Estoy disfrutando mucho esto, espero seguir pasándolo bien en las dos semanas de vacaciones que me quedan, antes de regresar a clases, en un par de horas mas llegaran mis padres con mis hermanos hasta aquí en Montesano.

Mama y papa quieren que Elliot y Mia, también se queden aquí el resto de vacaciones que quedan, ellos regresaron de París ayer, se que Elliot, traerá unos amigos, supongo que son los imbéciles de siempre Marcus y Sean son unos gorilas, estúpido que le gusta molestar a los niños mas pequeños. A pesar de tener trece años la misma edad que Elliot.

- ¡Anastasia!- grita el señor Steele al ver a su hija que acaba de tirar toda la carnada al lago con la que estábamos pescando y no solo eso si no que se ensucio todo su vestido, color blanco con flores.

- ¡No me grites! - contesta ella enojada.

- Anastasia, hija acabas de tirar toda nuestra carnada al lago, eso no esta bien, ¿con que crees que vamos a seguir pescando? - dice un calmado, pero enojado señor Steele, ella solo se encoje de hombro.

- Ray, déjalo ya de todas formas, no íbamos a pescar nada - le dice mi abuelo.

- Si pero esta niña traviesa, no debió haber echo eso - responde el señor Steele.

- Ya déjalo papi, el señor Trevelyan, dijo que no pescarían nada, no se tal vez los pescaditos encontraron horrible la comida que ustedes le trajeron ¿Ysi le hubieran traído manzanas?... Tal ahí le hubieran gustado - dice Ana de forma inocente.

Yo no puedo ocultar mi risa imaginándome las manzanas de carnada.

- ¿De que te ríes Christian? - pregunta Ana, no puedo decirle que es de lo que acaba de decir...seria capaz de pegarme con la caña de pescar.

- De algo que me sucedió esta mañana - le digo.

- ¿Que te sucedió? - pregunta frunciendo el ceño.

¿Que le digo?

- La verdad, eh... yo... lo que me paso fue bueno, fue - es lo único que pude decir.

- Anastasia debemos irnos - dice el señor Steele.

Vaya que suerte la mía, el señor Steele acaba de salvarme, porque ya estaba poniéndome nervioso. No puedo creer que le tenga miedo.

*****

- Ya hemos llegado - dice mi abuelo. cuando llegamos a casa.

- Si, llegamos - responde el señor Steele, tomando en brazos a su hija - Esta hermosa princesita se merece un buen baño - dice mirando a su hermosa hija, yo le sonrió y Anastasia se despide con su manito, sin duda se canso. Yo me despido de Anastasia con mi mano y me dirijo a la casa.

Cuando entramos a la casa me encuentro con mis padres y mis hermanos y los amigos de Elliot, que están en el salón.

- Christian...no te quedes ahí parado y ven a saludar a tu familia- me ordena mama.

- Hola a todos- me acerco y lo saludos a cada uno.

Después de nuestro saludo y escuchar hablar a Mía y a mamá de lo entretenido que fueron sus vacaciones, nos dirigimos al comedor para la cena.

- Y Christian ¿como lo has pasado aquí? - pregunta mi padre.

- Seguro que muy aburrido - dice Elliot.

- No todo lo contrario, lo he pasado muy bien - le contesto a mi padre, pero mirando a Elliot.

- Mama, dice la abuela que aquí hay una niña que es un año menor que yo, ¿Puedo jugar con ella? - pregunta Mía.

- ¿Una niña? - dice mi madre.

- La hija de Ray Steele - responde el abuelo.

- ¿Quien es Ray? - pregunta mi madre Grace.

- Ray, el señor que cuida este lugar - le contesto yo.

- ¡Por ningún motivo!... ustedes pueden jugar, o hablar con una niña del señor que cuida este lugar, no es de su misma clase - dice mi madre de forma arrogante.

- Pero que dices hija, si Anastasia es la niña mas dulce que existe - le dice la abuela.

- ¡Ya dije que no! mis hijos son niños con educación, con mucha clase, ellos deben tener amigos de su mismo nivel, como Elliot - contesta Grace señalando a mi hermano.

- Es increíble estar escuchando toda esta estupidez, de las clases sociales Grace, no puedo creer que te importe esas estupideces de las clases sociales - le regaña el abuelo.

- Por supuesto que me importa, nosotros los Grey, somos una familia con un gran prestigio en Seattle, somos de la mas alta sociedad.

Yo no puedo seguir escuchando esto, me paro sin terminar de comer, y me voy a mi habitación sin escuchar a mi madre, que esta enojada llamándome. Tengo rabia, camino como león enjaulado en mi habitación...

Estoy acostado sin poder dormir y escucho un golpe en la puerta.

-¡ Pase! - grito.

- Por dios Christian, ese mal humor que traes - dice mi abuelo entrando a mi habitación.

Yo me siento en la cama y el hace lo mismo, se sienta en la orilla de la cama.

- Abuelo... ¿Por que mi madre es así? - le pregunto.

- No lo se mi niño - dice mi abuelito.

- Yo no quiero que me prohíba ver a Anastasia, ella es linda, tierna, divertida, muy traviesa, me he divertido mucho con ella, aunque algunas de sus travesuras me sacan de quicio, pero lo he pasado bien con ella - le digo.

- No te preocupes Christian, si no quieres separarte de Ana, nadie te lo prohibirá - contesta mi abuelo.

- Pero ya escuchaste a mamá, no quiere que hablemos, ni mucho menos juguemos con Ana, yo... abuelito yo la quiero mucho, es una niña muy inteligente - digo con mis lágrimas cayendo por mis mejillas.

- Ya veo mi niño, y como ya te dije, nada va a prohibirte, jugar, o hablar con Anastasia, así que ahora a dormir - dice mi abuelo, dándome un beso en la frente.

- Gracias - le contesto.

- Para que están los abuelos, ¿si no es para consentir los nietos? - me dice el dirigiéndose a la puerta

- Buenas noches abuelo, que descanse - le digo.

- Buenas noches Christian.- Se queda parado en la puerta - quizás algún día termines casándote con Ana - dice y sale de la habitación, con una enorme sonrisa.

Yo estoy perplejo con lo que acaba de decirme, ¿yo casado con esa niña tan traviesa? No puedo creerlo, es una idea descabellada. Anastasia, no es fea, todo lo contrario es una hermosa niñita, seguro que sera una hermosa mujer. Pero de que yo me case con ella...ay no, mejor me duermo, estoy muy chiquito para pensar en estupideces.

Mi Christian Grey. Eres Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora