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Capítulo 2: "Hola..."

                  

Un estruendoso timbre nos hizo exaltar a ambos luego de presionarlo suavemente.

La gran casa que hacía tiempo que estaba para la venta, finalmente había sido comprada por una acaudalada familia. Esta residencia resaltaba entre todas las casuchas que había en el barrio sencillo en el que vivíamos, incluyendo la mía.

Los amplios jardines detrás del portón donde nos encontrábamos parados eran demasiado verdes; los autos estacionados en el aparcamiento interior eran demasiado grandes y lujosos; la casa como tal era demasiado antigua y ostentosa.

Una voz masculina se escuchó a través del intercomunicador en el portón.

—¿Hola? ¿Quién es?

Mi padre relamió sus labios con algo de ansiedad. —Soy el Sr. Smith, el vecino de enfrente. Hemos venido con mi hija a darle la bienvenida al vecindario.

Golpeé mi rostro interiormente ante tanta formalidad.

¿En este siglo la gente sigue haciendo eso?

—Oh, claro.- Casi podía sentir la sonrisa y sorpresa del hombre del otro lado de la bocina.- Adelante, los veré en breve.

Dejé escapar un suspiro de cansancio; ya me estaba arrepintiendo.

La puerta automática comenzó a abrirse con algo de lentitud y un chillido inquebrantable. Ambos nos adentramos a los caminos de pedregullo frente a nosotros en el momento que pudimos.

No podía más de la sorpresa, nunca antes había entrado a esa casa. Los jardines eran aún más grandes del lado de adentro, los ladrillos más agrietados y vivaces, los techos en dos aguas eran increíblemente  extensos y altos.

Aquello no era una casa, sino una mansión.

—Esta gente tiene mucho dinero.-Confirmó mi padre sin dejar su acelerado paso entre los caminos grisáceos.

Por supuesto, yo ya conocía al sujeto nuevo en el barrio.

Finalmente, luego de varios metros adentrándonos a lo que sería mi calvario, pudimos llegar a unos pequeños escalones de entrada a la impresionante vivienda.

Tras tragar saliva con algo de nerviosismo, mi padre tocó el timbre.

Voces se escucharon del otro lado, y aún incapaces de entender qué decían, si distinguió a una mujer y un hombre.

Los pasos se aproximaron en dirección a la puerta, y solo segundos después esta se abrió dejándonos boquiabiertos.

El salón detrás de las dos figuras sonrientes en el umbral era magnífico. La fineza estaba en cada detalle de los amplios ventanales que podíamos ver desde nuestra posición. Los pisos de mármol lustrosos parecían capaces de hacer resbalar a cualquiera que posara un pie sobre ellos.

—¡Hola!- Una mujer castaña y alegre saludó estrechando la mano con nosotros. Se hizo a un lado, dejando ver a un hombre con algo de barba.

—Adelante Sr. Smith.-Invitó el hombre cortésmente.-Déjenos presentarnos formalmente.

Mi padre, aún alucinado por las vistas, asintió e ingresó torpemente, seguido por mí. La puerta de entrada se cerró una vez pasamos el umbral.

—Mi nombre es HyuMin.-Sonrió de oreja a oreja la mujer.- Él es mi esposo Park KyunHo, es un placer conocerlos.

—Yo soy Steve Smith, y ella es mi hija ___.-Habló con algo de nervios por alguna razón.- Veníamos a darles la bienvenida al vecindario.

—Es muy amable de su parte, les agradecemos muchísimo.-Habló esta vez KyunHo con una gran sonrisa.- Déjenos invitarles algo para comer.

—Oh no, no es necesario.-Esta vez hablé yo metiéndome en la conversación.-Solo pasábamos a saludar, no queremos molestar.

—No es molestia, por favor.-HyuMin habló con entusiasmo.-Vengan, vayamos a conversar a la sala.-Caminamos detrás de ella, yo a duras penas, a un gran lugar con fina porcelana sobre la mesa ratona.-¿Jimin?- Le preguntó suavemente a su esposo.

—En su habitación.

—Dile que baje, han venido a visitarnos. Llama a Hana para que baje también.

Sentamos el trasero en un sillón de cuero blanco que si algo de café se me llegara a derramar en él juro que lloraría.

—Nosotros también tenemos hijos.-Habló la mujer tranquilamente una vez su esposo subió unas infinitas escaleras.- Una niña de nueve y un chico de dieciocho.

—____ también tiene dieciocho.

—Sí.-Hablé tímidamente.-Yo conozco a su hijo, va a mi escuela, Park Jimin, ¿No?

—Ese mismo.-Su sonrisa se amplió más como si fuera posible.- ¿Son amigos? ¿Novios?- La mujer pareció adquirir emoción.

—No, no...-Negué rápidamente.- Solo nos conocemos.

—Oh, bueno.-Se encogió de hombros.- Quién sabe si surge algo luego, ¿no? Después de todo serán vecinos.-Guiñó uno de sus ojos.

Quería irme, en ese mismo instante. Iba a morir, qué vergüenza.

Esa mujer ya me estaba comenzando a caer espantoso, y las intensas luces del candelabro me provocaban un agudo dolor de cabeza.

Un conjunto de pisadas se escuchó bajar las escaleras.

—Esta es Hana.-Habló KyunHo palmeando la cabeza de la pequeña.- Jimin está viniendo...-Se excusó con una sonrisita.

—Hola.-Interrumpió aquel pelirrojo que por alguna razón le estaba comenzando a coger antipatía cada vez que lo veía en los pasillos.- Soy Jimin...

Mi maldito nuevo vecino.

Alzando la vista suavemente, encontró mi mirada. La sorpresa no parecía ser tanta para él. —___, te vi por la ventana de tu casa cuando me acosabas con los ojos, hacía mucho que no te veía, ¿Cómo estás?

Madre de Dios, este chico seguro que quería que lo rapara.

¿Era broma?

Su sonrisa socarrona y narcisista no me llamó la atención en lo absoluto.

z{>B@"

Quieren el próximo???

Háganmelo saber comentando y votando ;D

Las amowwww ^^