Capítulo 16: Maratón 2/2

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-¡Hana! ¡Llegué!- Anuncié subiendo rápidamente las escaleras. De inmediato fui recibida por una muy cálida sonrisa y brazos envolviendo mi cintura.- ¿Cómo has estado?

-¡Muy bien, ___!- Cogió mi mano arrastrándome a su femenino cuarto.- La profesora de ciencias nos explicó algo en la clase, pero no entendí.

Me descolgué el bolso del hombro. -¿Qué están dando ahora?

-El cuerpo humano.

Sonreí, este tema se me daba demasiado bien. -Bien, echémosle un vistazo entonces.- Ambas tomamos asiento en sus pequeños sillones junto a la ventana.

Me pasó su cuaderno de clase, garabateado inclusive en las tapas. Ojeé cuidadosamente entre página y página, llegando al tema actual.

-¿Qué es lo que no estás entendiendo?-Pregunté leyendo dificultosamente la caligrafía característica de una niña. Contemplé su dibujo de un niño desnudo.

Aguanté una carcajada que luchaba por salir.

-Bueno... estamos dando eso de ahí.-Señaló el dibujo frente a mí.- Entendí todo lo de la mujer, no es tan complicado porque vamos a darlo mejor dentro de unos años. Pero solo nos tenemos que memorizar las partes.-Asentí.- Pero no entiendo el del hombre.

Le presté atención dejando el cuaderno sobre mi falda. -¿Qué pasa con ello?

-Y...-Jugó con sus pequeñas manos.- La maestra copió los nombres de cada parte del cuerpo, pero no me dio tiempo a copiarlos

-¿Quieres que te diga los nombres?

Asintió enérgicamente con una pequeña sonrisa. -Le pedí ayuda a mi hermano, pero dijo que tenía mejores cosas que hacer.

Rodé los ojos; era un imbécil.

Realmente él se estaba perdiendo del tener una hermana, el cuidarla y quererla. La estaba perdiendo lentamente.

-¿Qué partes te faltas?

-Estas...-Con un lápiz dibujó varios círculos en la entrepierna del hombre.

Tragué saliva incómodamente. Comencé con lo más fácil.

-Estos son los muslos.-Sentencié con una sonrisita, mirando su entrecejo fruncido.

Me recordaba a Jimin por alguna razón aunque no se parecieran en nada.

-¿Eh? ¿Igual que en la mujer?- Habló incrédula. Asentí suavemente.

-Esto...-Relamí mis labios avergonzada.-Son los testículos.

Asintió inocentemente escribiendo en su cuaderno. -Con tilde.-Le corregí amablemente. - Esto es el pene.-Tragué saliva incómoda. Volvió a asentir y sacando una flecha para escribir su nombre correspondiente.

-Ah... sí, este lo he visto antes.-Señaló el mencionado recién.

Arqueé una ceja volteando a verla incrédula. -¿Qué? ¿Dónde lo viste? ¿Por qué?- Me sentí como su madre por un momento.

-Creo que Jimin tiene uno.-Habló mordiendo el lápiz abriendo sus ojos en mi dirección; aguanté una risita.

-Es difícil de creer a veces.-Asentí. - Pero estoy segura que tu hermano tiene uno.-Sonreí irónicamente.

-Mhm... ¿Para qué sirve?

Uf...

-Para orinar y tener bebés, Hana, lo verás luego.-Mordisqueé mi uña, no tenía ganas de darle ese tipo de clases a alguien de su edad.

Rascó su barbilla pensativamente. -Ayer Jimin estaba teniendo bebés.-Se encogió de hombros.- Me metí debajo de su cama para asustarlo cuando entrara, pero antes de que pudiera se sacó los pantalones y metió la mano en sus calzones.

Madre de Dios, esta niña iba a quedar traumatizada.

-Hana...-Quise intentar que dejara de darme detalles de la repugnante escena, pero me vi interrumpida.

-Fue muy raro.-Continuó perdida en sus pensamientos.- Como que vi que su mano se movía muy raro, nunca vi algo así. Tenía como un palo parado que apuntaba para arriba.

-Hana, basta....

-Empezó a hacer ruidos raros y salió un coso todo blanco...

-Me parece que...-Sentí mis mejillas arder.-Deberíamos...

-Se bajó los calzones y se escurrió en el piso esa cosa.

-Terminamos por hoy.-Cerré abruptamente el cuaderno de la niña ingenua y me puse de pie tomando mis cosas.

-Okay.-Sonrió como si nada corriendo felizmente a la puerta.

Seguidaaaa ----->
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