ℬ.Ï .Ꭲ.ℂ.ℋ. ❰ ✘

Capítulo 8: "Perra mendiga"

El perro de multimedia es tan cuteee~~~ Voy a morir.... esa es Mandy ^^

(La misma raza que mi perra :D )

                  

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—¡Jimin!- Grité despavorida, corriendo alrededor de la alberca.- ¡Ayu....

El jodido pero se abalanzó sobre mí, desparramándome en el césped.

—¡AAAAAHHHH!!- Chillé agudamente. Sentí sus dientes en mi carne, y por el rabillo de mi ojo visualicé a un aterrado Park con unos jeans tiro bajo pasando al otro lado a través de su ventana.

—¡JAY!

Con que Jay era el nombre de esta criatura del demonio...

—AAAAAAAHHHH!!!- Un grito aún más agudo salió de mi garganta, los dientes de aquella fiera deambulaban peligrosamente cerca de mi garganta, podía sentir las lágrimas de desesperación picar detrás de mis ojos.-¡JIMIN! ¡POR FAVOR!- Supliqué  retorciéndome.

Los inofensivos dientitos 'pequeños' de Jay, finalmente se habían decidido a atacar parte de mi brazo luego de mordisquear mi cuello incansablemente.

Visualicé a duras penas a un Jimin aterrorizado tropezándose con toda silla de jardín y mueble que hubiera en su camino mientras corría en mi dirección.

—¡JAAAY!-Gruñó despavoridamente estando a unos escasos metros. Se abalanzó sobre su perro, abrazándolo por detrás y apartándolo de mí.- ¿¡QUIÉN MIERDA TE HA EDUCADO ASÍ!?- Le regañó al igual que un padre.

El perro negro con el rabo metido entre las patas traseras, se alejó cautelosamente de nosotros emitiendo un pequeño llanto.

Tragué saliva, y con dificultad me senté en la hierba solo para encontrarme con un Jimin exaltado justo frente a mis ojos.

—¿___? ¿Te duele algo?

Abrí mis ojos con sorpresa.

¿Dónde está el estúpido y narcisista de mi vecino?

Asentí lentamente sin dejar de ver su cabello despeinado.

—Pues te pasa por estúpida, ahora te jodes.

Oh, ahí está... 

—Te dije que no lo jalaras desde atrás.-Continuó regañándome, sin apartarse ni un centímetro.- Y tú como la estúpida perra que eres, lo hiciste igual.

—Idiota.

—Qué manera de agradecerme esa.-Frunció su seño poniéndose de pie bruscamente.- Pude haber dejado que te destrozara, pero mi sentido humanitario me dijo que colaborara contigo.-Se encogió de hombros, rebajándome con su mirada.

Jadeé soltando una risita sarcástica, me puse de pie también. —¿Y se puede saber de qué sentido humanitario estás hablando? Porque desde que te conocí no lo he visto.

Arqueó una de sus cejas, al parecer no estaba acostumbrado a que las chicas le contestaran de tal forma. —Escúchame, perra...

Cogió parte de mi blusa con rudeza, acercándome bruscamente a él. —Respétame o no la tendrás tan fácil.

—¿Y qué podrías hacer exactamente tú, maldito imbécil?- No aflojé ni un segundo mi desbordante orgullo.- ¿Golpearme? Anda, hazlo.- Su agarre se intensificó, casi haciéndome sentir las costuras de mi blusa contra la piel. Su aliento caliente y acelerado impactaba con mi frente, debía inclinar la cabeza hacia arriba para poder desafiarlo con la mirada.

—No te hagas la graciosilla...-Me amenazó con una ronquedad que erizó cada uno de mis poros.- Y vuelve por dónde viniste, que sería esa choza pobre del otro lado de la calle, junto al fracasado de tu padre.-Sus palabras cortaron mi interior de alguna forma.

Agudicé mi mirada, sin dar crédito a lo que acababa de escuchar de sus mugrosos labios.

—¿Qué mierda has dicho?- Elevé el tono de mi voz con suma indignación, dispuesta a darle una patada en las pelotas.

Sin darme tiempo a reaccionar me empujó contra el pasto, no tan fuerte, pero lo suficiente como para dejarme sentada en este.

—Lo que escuchaste, perra mendiga.- Espetó observándome con desdén. Las venas de su cuello se marcaban anticipando que algo malo pasaría si seguía forcejeando en la situación.- Coge a tu maldito saco pulgoso y vete a tu precario agujero, no quiero verte.

Y con eso, aún con la cabeza en alto, tomé a Mandy de su collar y la dirigí lejos de él.

—Eres una basura, espero que lo sepas.-Musité con repugnancia, sin siquiera dedicarle una mirada antes de marcharme de aquel jardín infernal.