Capítulo 38

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Y allí estábamos nosotros, comiendo una comida sorpresivamente buena. Lo último que había esperado era algo comestible considerando las condiciones del lugar en el que estábamos hospedándonos. Masticábamos con los ojos cerrados, deleitados en aquel paraíso gastronómico.

Mojé un trozo de la costilla de cerdo en la salsa BBQ, y gustosamente lo adentré entre mis labios.

Sonreí estúpidamente, abrí los ojos encontrándome con Jimin sonriendo de la misma forma pero en mi dirección. Fruncí el entrecejo mientras masticaba salvajemente, sin importarme el verme maleducada.

—¿Qué tanto miras, Jimin?- Le acusé pinchando unas verduras al costado del plato, aún dentro del campo de visión del chico que apoyaba su mentón sobre su mano, sin borrar su blanca sonrisa.

Se encogió de hombros sin dejar de mirarme. —Tenías hambre, eh.-Bromeó meneando sus cejas en dirección a mi plato casi vacío, el mismo que hace tan solo minutos se desbordaba de alimento.

Fruncí las cejas fregando el plato con un trozo de cerdo, buscando adherir al mismo lo que quedaba de salsa y puré. Escuché su risa silenciosa, opté por ignorarla. Tomé un poco de gaseosa, cuidando de no tener mucho contacto con el vaso ya que su borde estaba un poco resquebrajado. Una canasta de pan y galletas saladas se encontraba posicionada como centro de mesa, de la cual gustosamente tomé un pan redondeado.

Partí en varios trozos el pan, inútilmente, ya que de todas formas terminé por ingresarlo del todo en mi boca anhelante. —Dija di mirirme Jiminnn-Hablé con las mejillas repletas de pan, haciendo que migajas cayeran sobre mis piernas y el plato.

Park amplió aún más su sonrisa, inmerso en mi rostro ahora sonrojado. —Nunca vi a alguien que comiera tan feliz como tú.

—¿Cómo no podría estar feliz luego de más de cinco horas sin comer?- Refunfuñé tomando una galleta salada, estrellándola contra mi lengua. Gemí envuelta de aquel paraíso culinario. —Mmmmmm

Jimin estalló en risas, llamando la atención de otras personas que comían inocentemente en aquel salón. —Eres tan adorable, como una niña pequeña...-Musitó observando mis cachetes rojos llenos de comida.

Tragué mi comida viéndolo con molestia. —¿Te molesta?- Gruñí tomando de mi gaseosa.

Negó ladeando su sonrisa, provocando que algunos cabellos se revolvieran sobre su frente.

Suspiré con un repentino cansancio, bostezando a un increíble sonido para una persona tan pequeña como yo. Jimin ahogó una carcajada. —¿Vamos a dormir?

Tragué saliva. Aquella propuesta hecha de forma tan inocente se captaba como algo depravado en mi retorcida mente.

Asentí poniéndome de pie abruptamente, sin siquiera mirarle a los ojos. El chico me imitó caminando al camarero de la entrada, este escribió el número de nuestra habitación con una sonrisa educada antes de soltar un "Buenas noches".

Caminamos lentamente al corredor central. Me sentía como un alma en pena, con cada paso que daba estaría más cerca de la tortura de estar sola con Jimin dentro de cuatro paredes, las cuales ni siquiera estaban bien pintadas.

Ingresó la llave en la cerradura, abriendo la puerta sin dificultad alguna y provocando un chirrido desagradable. Nos metimos dentro del cuarto a pasos lentos antes de que él cerrara suavemente.

Ambos observamos la cama matrimonial sin pista alguna de qué hacer a continuación. —Bien...-Alargó lentamente, le miré nerviosa. Caminó al armario sacando una colcha, la dispuso ordenadamente sobre el colchón. Se quitó la sudadera sin escrúpulos.

Hijo de puta.

—¿Q-q-qué haces?- Titubeé como tartamuda monitoreando los muy trabajados músculos de Jimin, quien me miraba confundido.

—¿No esperarás a que duerma vestido?

Le miré mal cruzándome de brazos. Con una mano se revolvió el cabello relamiendo sus labios. Se desprendió el botón del jean y por inercia el cierre del mismo cedió.

—Jimin.- Chillé. —No te lo saques.

Me miró divertido mordiendo su labio para contener una sonrisa. Asintió lentamente, concediéndome aquel deseo. —Voy al baño.- Se quitó los zapatos con sus propios pies mientras se abría paso al cuarto de baño. Sus jeans cayendo libremente por sus caderas, exhibiendo los bordes de su ropa interior.

Hiperventilé como quinceañera, ligeramente molesta, aunque por alguna razón deleitada.

Jimin iba a matarme.

Miré la cama dudosa. No, no iba a dormir con él, pero no sería justo que luego de encargarse de todos los gastos le obligara a dormir en el piso. Pateé cualquier tipo de basura y residuo que pudiera haber en aquella moquette descuidada. Coloqué mi bolso en el suelo, envolviéndolo con mi hoodie blanco para crear algo similar a una almohada. Caminé al armario, abriéndolo esperanzada, pero ninguna manta quedaba allí.

Desilusionada caminé en dirección a dónde había dispuesto mi bolso. Me arrodillé junto a él revisando en mi celular en busca de mensajes.

Bandeja de entrada vacía.

Acomodé mi almohada improvisada, y me recosté de costado sobre la misma. Suspiré algo incómoda por aquella posición.

Jimin salió del baño, con la cinturilla de los jeans aún más baja, exhibiendo aún más que tan solo el elástico de los bóxers. —¿___?.-Me mantuve en silencio. Le escuché caminar lentamente a dónde estaba. —¿Qué haces en el suelo? No voy a violarte, ___, ven y duerme en la cama como cualquier persona normal.

—Es cómodo aquí...-Bostecé acomodándome en la moquette.

Le escuché suspirar. —Ven, ___, vamos.

—No, esto es más cómodo que esa cama desarreglada.

Me miró desconfiado, sin creerme una palabra en lo absoluto. Asintió pesadamente, sus labios apretados en una fina línea. Le escuché acostarse bruscamente y soltar un suspiro. —Que duermas bien...-Susurró casi inaudible.

[...]

Mis ojos fueron encandilados por los ases de luz de la mañana. Me desperecé con dificultad debido a un gran peso sobre mí. Refregué mis ojos en una piel caliente.

Abrí mis ojos de golpe, observando el rostro adormilado de Jimin.

¿Qué...?

Miré mis alrededores, me encontraba sobre la cama matrimonial con mi cabeza sobre los pectorales desnudos de Jimin, quien envolvía sus brazos alrededor mío, pegándome contra su cuerpo.

—No iba a dejar que durmieras en el piso, ___.-Me miró con sus oscuros orbes recién despiertos. Sonrió suavemente. —Espero que no te moleste, pero quería dormir así contigo.
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Y mis hermosas??? Hoy actualicé más temprano, qué les parece? Parte más y menos favorita? Qué opinan de cómo va todo? Porfisss dejen sus opiniones, me encanta leerlas.

Las adoro!! <3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3<3

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