MARATÓN 1/2
Nuestras pisadas se escuchaban sobre aquel tipo de gravilla desprendida en la carretera. Sin señal en el celular de Jimin, optamos por buscar una especie de auxilio mecánico. Agudizando la mirada podía ver algunos edificios no muy lejos, residencias y posibles negocios. Jimin me codeó levemente buscando llamar mi atención, le miré de inmediato.
—Allí.-Señaló con su mano izquierda lo que pareció ser una tienda de conveniencia. Asentí relamiendo los labios queriendo que estos no se resecaran, hacía mucho que no me hidrataba correctamente. Como si de un adivino se tratara, Park volvió a hablar emprendiendo la marcha. —Compraremos algo para beber.
No le miré temiendo que también pudiera leer cada uno de mis pensamientos, como habitualmente hacía. Hice un sonido de aprobación desde el fondo de la garganta, tratando de igual su acelerado paso.
Tan solo unos pocos autos se encontraban estacionados del lado de afuera del pequeño almacén, rodeado de una espesa arboleda. —Puedes esperarme aquí si quieres, solo preguntaré por la estación de servicio más cercana y te compraré algo para beber.-Sonrió al pronunciar las últimas palabras antes de girarse sobre sus talones y atravesar las puertas enmarcadas en madera. Di unas pequeñas zancadas a un banco de madera, me dejé caer sobre este provocando un gran estruendo que puso en cuestionamiento mi peso corporal.
Inhalé, exhalé. Llené mi cuerpo de la mayor cantidad de aire posible antes de volver a expulsarlo; necesitaba tranquilizarme lo antes posible. Cada mirada, cada sonrisa, cada pequeño gesto me sacudía por dentro, me sentía dentro de una avalancha donde mi cuerpo se desmoronaba a escombros por su cercanía. El idiota me estaba enloqueciendo, y lo peor de todo es que posiblemente ya lo supiera desde hace siglos.
Sentí la brisa marina chocar contra mi cara, nos encontrábamos cerca del mar. El olor a pescado podrido me molestaba de a momentos, pero milagrosamente se compensaba con el dulce cantar de unos pájaros revoloteando alrededor de las praderas. Desde mi sitio no podía verse el mar, pero el impacto de las olas contra las rocas era más que audible. Subí mis piernas a la banca, envolviendo los brazos en mis rodillas para posteriormente descansar mi cabeza entre ellas.
Mandy...
Mis ojos se llenaron de lágrimas en una mezcla de rabia, cariño y preocupación. La necesidad de tenerla entre mis brazos con su hocico en la curva de mi cuello era abrumadora.
¿Qué se suponía que iba a hacer si algo salía mal? ¿Si la perdía? ¿Si esta vez si me quedaba sola?
Ella era la única que soportaba mis quejas, que me escuchaba decir cosas espantosas y aún así no se separaba de mi lado.
La campanilla de la puerta de la tienda sonó, posiblemente Jimin había salido de allí. Cautelosamente limpié mi rostro mojado con el dorso de mi manga.
Miré al cielo escuchando estruendos que presagiaban una tormenta.
SEGUIDAAAA---->>>>>
--------------------------------------------------------------------------------La segunda parte del maratón en breve ;)
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ℬ.Ï .Ꭲ.ℂ.ℋ. ❰ ✘
Teen Fiction➼"Vaya... Quién diría que la perra de la escuela besara como novata." © ❌ ♛ ♠ ☯ ☢ ❥