ℬ.Ï .Ꭲ.ℂ.ℋ. ❰ ✘

Capítulo 18

                  

¿Recuerdan la maravillosa cita doble planeada por una rubia estúpida?

Bien, lamentablemente yo también.

No iba a esforzarme para nada en esto de salir, me puse unos jeans ajustados con un buzo holgado. Sue me prestó unos tacones pasables, ya que yo no tenía ninguno y no quería volver a pasar vergüenza como en la fiesta de Jimin.

Jimin...

El imbécil iba a ser la cita de Sue, creo que ella incluso se merece algo mejor.

¿Quién es Jin? ¿Lo conozco?

Me parece haber escuchado su nombre en algún lado.

Me encogí de hombros restándole importancia. Tomé el rímel (mascara) cortesía de la rubia y lo apliqué lo mejor que mis insuficientes habilidades me permitieron. Cubrí mis labios con un brillo transparente y listo.

Bastante pasable, no era como si pudiera hacer algo mejor considerando lo desastroso que había resultado la última vez.

Timbre.

Fantástico, era como si supieran que ya estaba lista para cumplir mi condena. Me apresuré lo más rápido que las malditas armas asesinas en mis pies me permitieron, y abrí la puerta.

Sue estaba del otro lado, luciendo igual de llamativa como de costumbre.

—¿Lista?- Gorjeó arrastrándome fuera sin esperar a mi respuesta; cerré la puerta como pude y guardé las llaves.

—No...

Nuestros tacones resonaron en la baldosa de entrada.

—Te va a encantar Jin...-Aseguró chillonamente.-Está en el asiento del conductor, Jimin está sentado junto a él...-Mordió su labio, parpadeando exageradamente.- ¿Puedes creer que son amigos? OMG.

Suspiré cansada, la noche sería demasiada larga.

—Sube.-Abrió la puerta trasera, deslizando su trasero sonoramente sobre el asiento de cuero. Ambos chicos se giraron luego de verme por el retrovisor invadir el vehículo.

Tragué saliva cerrando la puerta fuertemente. —Hola.

—¿Tú eres ___?-Un castaño que supuse era Jin indagó apoyando el codo en el respaldo.

—No.-Rodé los ojos, no tardé en recibir un codazo de mi amiga.

—Perdónala, Jin.-La rubia me miró mortíferamente.-Hay veces que se comporta extraña, pero al conocerla es un caramelito de miel.

Escuché la risa de Jimin, mientras me observaba por el reflejo de la ventana. No lo culpaba, estuve a punto de reírme en la cara de ella yo también.

Jin sonrió blancamente, volteándose al frente. —¿A dónde vamos, chicos?

Nadie habló.

—¿Conoces algún buen lugar para comer?-Preguntó la chica a mi lado inquisitivamente, apoyando ambos brazos detrás del asiento de Jin. –No...-Se corrigió a ella misma.- ¿Qué tal si vamos a Level-Up?

Me giré a verla.

¿Ella proponiendo ir a un club? No era tan sorprendente.

Jimin habló desinteresadamente—¿No sería mejor ir al cine? ___ podría caerse en la piscina si vamos a ese lugar.

Já.

Gracioso.

Pateé su asiento fuerte, escuché su quejido exaltado.

—El cine será.-Alegremente el castaño arrancó su coche.

Ugh.

¿Por qué tanta alegría? Este chico era irritante, como todos en ese auto pero a un nivel distinto.

El auto se detuvo finalmente, creí que nunca dejaría de escuchar la chillona voz de Sue cantando Miss A. Que mis tímpanos descansen en paz. Bajamos sincronizadamente del auto cerrando las puertas fuertemente, yo más que ellos.

Park habló desinteresadamente.—¿Qué veremos?

Mi 'amiga' me miró soñadora sonriendo de oreja a oreja.—"Amor más poderoso que...

—No.-Le interrumpí.-Nada que tenga la palabra "amor".

Ambos chicos sonrieron entre ellos, como si hubiera habido un chiste interno. Arqueé mi ceja inquisitivamente.

Jin palmeó mi espalda con confianza, mientras los cuatro entrábamos al edificio.

—Veamos "Rápido y furioso".-Sugirió Park; por primera vez había dicho algo inteligente.

Sonreí cordialmente en su dirección.

Sue bufó rodando los ojos, a duras penas comenzando a caminar a la boletería junto a Jin. —Ahora regresamos chicos.-Habló aquel inusual sujeto feliz.

Me relajé, liberando todo el aire de mis pulmones.

De soslayo vi a Jimin recargado contra la pared, observando en mi dirección.

—¿Se te perdió algo?

Sonrió con malicia, riendo por lo bajo. —¿Te digo algo?

—No.

—Nunca me hubiera imaginado que Jin fuera tu tipo.

Fruncí el entrecejo. —¿Qué dices?- Me volteé a verlo, su mirada me recorrió.

—Jin es un buen sujeto, es mi amigo.-Se encogió de hombros dedicándome una sonrisa ladeada.- Pero pensé que odiabas a las personas felices, ya sabes, los que sonríen.

Apreté mi puño.

—No me malentiendas, nena...

Tragué saliva sintiéndome nerviosa. Miré mis pies sintiendo que mis mejillas iban a hervir.

Vi sus pies frente a los míos de un momento a otro, entrando en mi campo de visión. —Tú te mereces algo más que un sujeto afeminado que parece haberse tragado un kilo de azúcar.

Me tensé levantando mi vista al escuchar su tono de fastidio. Su mirada sobre la mía, una mueca de confusión y molestia estaba inmortalizada en sus facciones.