Capítulo 24

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TOUCHÉ: interjección

Expresión que utiliza una persona en una discusión o debate cuando aporta un argumento que desmonta o desenmascara a su oponente.

Ya verán porqué 7u7....

Solté una risa nerviosa rodando los ojos. Le miré de soslayo y tragué saliva al notar su serio semblante.

-Eso querrías, ¿Cierto?-Bufé sarcástica. Miré su pecho subiendo y bajando lentamente, intentando evitar su mirada.- No realmente, tú no me gustas Park Jimin.

Sonrió mostrándome su muy envidiable y blanca sonrisa. Su flequillo rosó con mi frente en el momento que inclinó su cuello hacia abajo. -¿Enserio?-Me miró con diversión.- Tu cara está muy roja.

-Hace calor.-Sentencié mirando a mi costado, intentando ignorar la casi nula distancia.

-Haré como que te creo.-Sonrió socarrón.

-Creo que yo soy la que te gusto.-Me digné a mirarlo.- Después de todo tú me besaste, y siempre te aprovechas para hacer este tipo de cosas...-Me referí a su cuerpo acorralándome contra la puerta.- ¿Es eso? Siempre aprovechas a tocarme, a hablarme, quieres discutir conmigo Park...

Se separó de inmediato, me miró de perfil y corrió mi cuerpo de la puerta para luego abrirla suavemente. -"Touché", ___...

Tragué saliva.

Escuché su risita mientras se alejaba de la cocina.

¿Era broma?

¿Yo le gusto? ¿Qué demonios quiso decir entonces?

Deja de joder mi cabeza, Ji-idiota.

Ese depravado....

Me exalté con unos pasos acelerados; salí de la cocina para encontrar a la pequeña Park corriendo con una sonrisa de oreja a oreja escaleras abajo.

-¡___!- Se aferró a mis piernas dramáticamente.- ¿Hoy hay lección?- Preguntó extrañada.

-No, linda...

Miré hacia abajo, me encontré con una sonrisa que le faltaba alguno que otro diente. -Jimin dijo que dormirías en mi cuarto.

-Oh, sí, ¿Te molesta que...

-¡PIJAMADA DE CHICAS!- Se colgó de mi cuello haciendo que por poco perdiera estabilidad; la cogí de la cintura para tomarla entre mis brazos con la fuerza que me fue posible reunir.

Me observó con sus ojos achinados, le sonreí con diversión comenzando a caminar en dirección a las escaleras con ella sobre mí.

-Nos pintaremos las uñas....-Comenzó a ennumerar emocionada.- Nos peinaremos y nos maquillamos, y bailaremos, y cantaremos... y hablaremos mal de Jimin

Reí ante su último comentario, la abracé suavemente llegando a la cima de la escalera. Caminé a su habitación y la puse sobre sus pies una vez adentro. Correteó a un armario y sacó un manojo de papeles. Le miré confundida y la seguí hasta sus pequeños sillones, me dejé caer en uno de ellos.

Se sentó frente a mí, sonriendo malévolamente.-¿Y eso es...

-Son unas ideas...-Se encogió de hombros.- Para mi actividad favorita.

Sonreí arqueando mis cejas. -¿Y cuál es?

-Molestar a Jimin...

Dejé escapar una suave risa.

¿Realmente íbamos a molestarlo?

Me encogí de hombros, por alguna razón quería escuchar lo que la pequeña tenía para decir. -¿Tus padres?

Una mueca de tristeza apareció en su cara, me miró por unos segundos antes de empezar a organizar los papeles ruidosamente. -Ellos... tuvieron que salir... tienen mucho trabajo.

Asentí sabiendo que no era un tema en el que debía meterme, pero no pude ignorar el hecho de que las veces que vine por la tutela de Hana ellos nunca estaban.

Era algo muy triste, y si bien mi madre me abandonó junto a mi padre sabía que por lo menos lo tenía a él. No teníamos mucho como la familia Park, pero por lo menos nos teníamos el uno al otro. Y dolía saber que la pequeña a la que le había cogido el mismo cariño que una hermana menor no tenía a nadie quien jugara con ella.

Pero yo sí jugaría con ella.

De un momento a otro, sonrió. -Una idea que tengo es subirnos a la ventana de Jimin y grabarlo haciendo hijos...

Palmeé mi cara, esta chica no tenía idea de lo que decía, y sin lugar a dudas me arrepentía de haberle dicho aquello durante la clase de biología.

-A mamá no le va a gustar verlo con el palo parado, el otro día discutieron por eso.- Se encogió de hombros despreocupadamente.

Sentí como se me subían los calores. -Hana, hagamos algo que no involucre ese tipo de cosas.-Jugué con mis dedos.- ¿No dijiste que querías pintarte las uñas?

-Pero esto es más divertido, ___.-Lloriqueó.

Fruncí los labios. -Ese plan no me gusta, pequeña.-Reí nerviosamente.- Es muy alta la ventana...

Me interrumpió. -Oh, cierto. Mejor le robamos los calzones, eso es más fácil...

-Hana, no....

Se levantó de golpe. -Y los fotografiamos...

-¿Cuál es el punto de todo eso?- Carcajeé divertida por la voluntad que la chica ponía en hacer un plan para molestar a su hermano.

Me miró dedicándome una pequeña sonrisa. -Que Jimin me preste atención...

Me sentí horrible, era una mala persona.

¿Pero por qué?

Porque en este momento ambas nos encontrábamos muertas de risa afuera de la habitación de Jimin, y había caído ante los encantos de aquella mocosa con ojitos diabólicos.

Sentimos un fuerte golpe, ambas nos exaltamos. Hana se prendió de mi pierna asustada. La tranquilicé, había bastante viento aquella noche y las ramas de los árboles golpeaban contra las ventanas.

Hana se aferró a la ropa interior de Jimin que ella misma había sacado del ropero del susodicho mientras dormía plácidamente. Enrojecí al ver aquella prenda casualmente en las manos de la pequeña que carcajeaba divertida.

Comenzó a correr en círculos, saltando con los bóxers en la mano. Apoyé mi espalda contemplando lo risueña que era.

BUM.

Me exalté al verla desparramada en el suelo con los calzones en la cara.

-¿Hana?

Comenzó a llorar.

-¿Qué paso?

La puerta de Jimin se abrió dejándolo ver adormilado con nada más que unos bóxers.

Mi cara ardió de vergüenza.

SEGUIDA....... ----------->>>>>

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