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Capítulo 15: Maratón 1/2

Sí..... Las amoww mucho, les hice un maratón ahora ^^ Espero que voten y comentennn :D

Tenía que ser una jodida broma, aquello no era cierto.

-¿Qué?-Espeté estupefacta.- Está bromeando, ¿No?- Carcajeé con cinismo observando al hombre de bata blanca esperando a que desmintiera lo dicho anteriormente.

Resulta que, luego de ver a mi perra más y más obesa con el correr de los días, había comenzado a preocuparme. Sin más qué hacer, mi padre me recomendó que la llevara al veterinario.

Preñada.

Qué sorpresa, ¿No?

¿Qué demonios voy a hacer ahora?

-¿Sabe cuál es el macho que la preñó?

Solté una risa irónicamente, negando con una gran sonrisa falsa. -¿Se puede hacer un aborto o algo?

-No trabajamos con ese tipo de políticas, perdón.-Se excusó negando con las manos.- Si no quiere los cachorros, puede regalarlos de todas formas, o venderlos.

Mi cabeza comenzó a trabajar.

Yo + Cachorros = Maldito perro de Ji-idiota

Papá + Cachorros = Su lado infantil maximizado aún más (Como si fuera posible)

Casa + Cachorros = Descontrol

Casa - Cachorros = Más dinero

Más dinero + Casa= Adiós maldita pobreza (Por el momento)

Sonreí levemente, quizás aquello podía funcionar de alguna forma.

Acaricié suavemente la cabeza de Mandy antes de bajarla de la camilla y arrastrarla a la salida.

Lo que seguía no sería nada fácil...

Eché un suspiro.

-¿¡CACHORROS!?-Mi padre chilló escandalosamente, saltando en círculos con el periódico enrollado en la mano. - ¡CACHORROS! ¡WII! ¡Más miembros a la familia!

Rodé los ojos esperando alrededor de cinco minutos ante de que recuperara su calma habitual. -No los conservaremos, los venderemos, papá.

De inmediato la realización pareció haberlo golpeado, la ilusión tenuemente desapareció de sus ojos claros. -Oh...-Entendió perfectamente mi mensaje de "Somos pobres, no podemos con más seres qué alimentar." -Claro, yo...-Rascó su cuello.-Avísale a Jimin, por ley el dueño del macho tiene derecho a una de las criaturas, el resto nos pertenece.-Aclaró incómodamente.

Odiaba hacerle ilusiones a mi padre, pero realmente no podíamos alimentar a más "miembros" en nuestro hogar de dos personas.

Me armé de valor, debía aguantarme las ganas de golpear a Jimin.

Miré el reloj de pared; en diez minutos debía darle tutorías a su hermana. Tomé mis cosas y a duras penas comencé a cruzar la calle en dirección a su casa.

Sus padres obviamente no estaban, y me comencé a sentir mal por ellos.

¿Siempre están así de ocupados? ¿Nunca pueden dedicarle un segundo a sus hijos?

Quizás la actitud fría y distante de Jimin se debía a ello. El típico caso de no tener figuras paternales que le apoyen, causando aquel destrato a los demás.

Agité mi cabeza, lo estaba analizando demasiado. Park no me interesaba, y debía entenderlo de una vez por todas. Él no era del tipo de personas que te daría una mano cuando la necesitaras, sino el que reiría de tus errores y te los haría ver con superioridad.

Así era él, punto final.

-Jimin.-Le hablé luego de que este me hiciera pasar. Cerró la puerta y se giró a verme suavemente. Me aclaré la garganta jugando con mis dedos.- Tu perro preñó a mi perra.

Frunció el entrecejo. -¿Mi perro?

-Sí, tu perro, Jimin.-Recalqué con molestia.- El perro que me atacó.

-Oh, el perro que se defendió porque estaba atendiendo el llamado de la naturaleza y repentinamente estaba siendo atacado por una campesina.

-Estaba violando cruelmente a Mandy.-Sentí la furia consumirme, las llamas quemaban mis palmas y cuello.

Vi como contenía una risita, apretando sus labios en una fina línea. -Eres tan rara, ____.

De todos los insultos y ocurrencias que solía llamarme, nunca esa se pasó por mi cabeza. -¿Rara?

Caminó a la cocina, ignorando mi voz completamente.

Debía hacer cosas más importantes que concentrarme en ese idiota.

V+f,