Me tenía a 'punto caramelo', gimiendo sobre sus labios sin pudor alguno mientras su poderosa experiencia era representada por medio de sus dedos. Aún sobre sus piernas, mi vestido se había levantado a la altura de mis caderas. Su cabello se interponía entre nuestras frentes provocando una familiar sensación de cosquillas; debajo de mis piernas sentía la hebilla de su cinturón presionar fuertemente, posiblemente debido a la potencia existente entre caricia y roce.
Con mis dedos enterrados en su cabello, apoyé mis codos en sus hombros empujándolo contra el respaldar de asiento, buscando presionar nuestros cuerpos con aún más fricción. Gimió ante el acto mencionado, esta vez yo sonreí sobre sus labios. Ladeó su cabeza a la derecha enredando nuestros labios y tirando de ellos por milésima vez. Me restregué contra su entrepierna. Me exalté al notar el estar sentada sobre un bulto con tamaño en aumento, gimoteó sobre la piel de mi cuello. Retiró sus manos de mí, en un acto tan leve como el tacto de una pluma. Acicaló con sus pulgares el lado interno de mis muslos a la altura de la rodilla. Ambos distanciamos nuestros rostros, nos contemplamos por unos segundos que parecieron ser horas. Su cabello todo revuelto, sus ojos entrecerrados, sus labios entreabiertos dejando escapar una acelerada y pesada respiración.
Sonrió, y aún luego de todo esto, mi corazón se disparó.
—Quién diría que la perra novata besando, ya no besara como novata...-Sonrió socarronamente mordiéndose el labio. Le di un golpe seco en el pecho fingiendo estar indignada, aún así incapaz de borrarle aquella mueca de diversión.
Tomándome desprevenida, volvió a besarme, encajando su labio superior entre los míos, lo posó allí por unos segundos permitiendo el intercambio de calor, permitiendo que aquella corriente de electricidad sea aún más tangible para ambos. Le dejé sin queja alguna.
Las respiraciones de su nariz impactaban sobre mi piel provocando un significativo cosquilleo. —Me gusta esto, ___. – Murmuró aún sobre mis labios.
Me paralicé en mi sitio con los ojos endurecidos. —Ah.... ¿Sí?- Salivé nerviosamente. Al juzgar por la ráfaga de aire que abruptamente impactó en mi boca, Jimin se aguantaba una risotada por mi reacción; no le culpaba.
—"Ah....sí"- Habló en un tono de voz escandalosamente agudo, que no se asemejaba en nada al mío. Rodé los ojos, viéndole para nada alucinada. Sus ojos me atravesaron, su semblante se volvió serio de una forma extraña. Me miró por unos instantes tragando saliva. —Quizás deberíamos volver...
No tuvo que decirme nada más para que me bajara de sus piernas y comenzara a acomodarme el vestido bajo su incansable mirada. Fingí no darme cuenta, deslizándome fuera de aquel auto de lujo. Ambos cerramos la puerta al unísono. Caminé hacia él inconscientemente, colocando mis manos sobre su cabello y acomodándolo con los dedos. Sus ojos se posaron sobre mí, posiblemente confundido e incómodo. Me aparte mirándole algo pudorosa por primera vez en la noche.
Sonrió tímidamente, tomándome de la mano y arrastrándome –aturdida- hacia la entrada a la reunión.
ACTUALIZADA------>>> —————————————————————
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DELÉITENSE CON ESE GIF MIS PICHONAS PORNOSAS ;)
7u7u7u7u7.... Va a venir un poco de drama en breve....
