Erin y Jeff entraron a la habitación del hotel. Jeff se descolgó la mochila y la lanzó a la cama. Fue a sentarse en uno de los sillones y tomó el periódico del día que se encontraba doblado en una mesita de café.
Erin comenzó a sacar todas las armas que se habían llevado y las escondió en el armario. Después se estiró, para relajar sus músculos y se tendió en su cama. Sus ojos viajaron hacia Jeff. Parecía que al final se había desparramado en el sofá para relajarse mientras leía las noticias. Sintió un escalofrío en la espalda cuando encontró una noticia que le indicó la ubicación de su próxima víctima. Se levantó de un salto de la cama y se le acercó al chico, quién cerró el periódico, asustado. -¿Qué pasa?- preguntó. Erin sonrió con todos sus dientes. -Encontré mi siguiente misión. Eso fue rápido y muy fácil, gracias, Jeff- le contestó ella mientras le arrebataba el periódico a Jeff. -Oh, de nada...- dijo Jeff mientras le hacía un espacio a Erin en el sofá. La asesina abrió el periódico, y se aplastó en el sofá al lado de Jeff. Se acercó al chico para que también pudiera leer.La noticia no le daba ninguna pista a Jeff. Ninguna. Leyó la nota completa y seguía sin comprender qué clase de trabajo podría tener Erin en una boda. Suspiró, derrotado, y aún muy confuso, preguntó. -¿Debo de ver algo aquí?-.
Erin puso los ojos en blanco. -Evidentemente. Es nuestra siguiente víctima-contestó Erin con una sonrisa letal. Jeff negó con la cabeza. -Es el día de su boda, no inventes...- comenzó él, pero la asesina le dió un golpecito en la pierna. -La novia no. Su padre, sí- contestó señalando un nombre en la nota periodística. -Paul Langdon- leyó Jeff. Erin se levantó del sillón y arrojó el periódico muy lejos de ella. Se acercó a su maleta, la abrió y sacó el vestido que se había comprado. Acarició el terciopelo con cuidado. -Parece que lo estrenaré hoy- comentó mientras lo dejaba en la cama. Jeff se recostó en el sofá. -Faltan horas para el evento, Erin... ¿Podemos ir a comer algo, al menos? Me muero de hambre- comentó. Erin se cruzó de brazos. -Claro... Como tu no tienes que peinarte, maquillarte...- se quejó ella, pero al final asintió con la cabeza. -Vamos, mueve tu trasero sumiso-ordenó sonriente mientras señalaba la puerta. Jeff le regaló una sonrisa, se levantó del sofá, y los dos salieron del hotel hacia la ciudad de Londres.€€€€€€€€€€€€€€€€€€€€€€€€€
Paul Langdon estaba sentado bajo la sombra de un árbol, mientras observaba a su hija Viveka en su sesión de fotos. No podía creer que su hija estuviera a unas cuantas horas de contraer matrimonio. Estaba un poco preocupado por su seguridad. Sabía que la hija de Eric Shields trataría de colarse a la fiesta de Viveka. Envió un mensaje a su equipo de protección. Aún no había rastro de la asesina. Suspiró y encendió un cigarro. En el bolsillo de su traje llevaba un revólver.
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Eric Shields estaba en el bosque de nueva cuenta. La mujer que lo acompañaba vestía ropa cómoda y llevaba el cabello caoba suelto. Le sonreía mucho, y él no podía evitar regresar la sonrisa. La amaba.
Habían llevado una canasta de picnic y un mantel de cuadros rojos y blancos. Ambos estaban recostados sobre el césped, mirando el cielo. -¿Vas a irte de nuevo?- preguntó la mujer. Él quería decirle que no. Que se quedaría con ella. Pero aún tenía que asesinar a una persona más. -Sí. Serán un par de días, y luego regresaré. Para siempre. Ya no tendré que irme. Lo prometo- contestó. La mujer de ojos grises se acercó a sus labios y lo besó.%%%%%%%%%%%%%%%%
Jeff se quejó cuando Erin le robó de nuevo su comida. -¡Vamos a comprar más si quieres!- la regañó. -¡No quiero comprar más! Sólo quería este pedazo de pescado. Se veía suculento- respondió Erin mientras se llevaba el trocito de pescado a la boca y lo degustaba. Jeff se terminó sus papas y después tiró la bolsa vacía a un contenedor de basura. Cuando giró hacia ella, la asesina estaba mirando el contenedor de basura con las manos sujetando su estómago. Jeff se acercó a ella, y colocó una de sus manos en el hombro de Erin. -Lo estoy intentando... Sólo... Siento el estómago extraño- comentó Erin, mientras continuaba su camino. Jeff la abrazó por los hombros tratando de parecer despistado.
Erin se dio cuenta, pero no le importó. Le gustaba que Jeff estuviera ahí para apoyarla. -Bueno, si algún día regreso a Londres, iré a ese mismo puesto y pediré dos ordenes de pescado y papas- comentó ella, mientras admiraba la ciudad. Jeff sintió una punzada extraña en el estómago. -Claro que regresarás... Quiero decir. Vamos a regresar algún día- respondió él, tratando de sonar completamente seguro. Erin lo miró a los ojos. -El hecho de que Harrison nos haya perdido la pista, no significa que estemos seguros...- susurró ella mientras aguantaba un escalofrío. Jeff aguantó la respiración. Era cierto. Un ambiente cargado de miedo y paranoia se apoderó de ellos. Erin continuó caminando seguida de Jeff. Sus pensamientos viajaron a Escocia, 8 años atrás. El frío de sus pensamientos la hizo estremecer. Estaba recordando mucho, y eso le aterraba. Cuando Jeff volvió a hablarle, Erin sintió que un rayo de sol aparecía entre las nubes grises de su alma. -Ese es un lugar interesante... ¿Quieres entrar?- preguntó Jeff, tratando de animar de nuevo a Erin. La chica observó el imponente castillo. Los turistas entraban y salían. -Hampton Court Palace- comentó ella leyendo uno de los letreros turísticos. Como no tenían nada mejor que hacer, los dos entraron al museo.
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La Última Jugada
ActionMi padre me dice que esto es un juego de Ajedrez. Que el mundo es el tablero, y que la organización y nosotros somos las piezas. Apuesto a que estoy en el lado blanco, aún cuando mis manos están llenas de sangre. Aún cuando a mis espaldas solo hay m...