Valerie estaba afuera de la casa, asesinando a unas pequeñas latas vacías que había encontrado con el revólver de su padre. Jeff le pasaba las balas, y de vez en cuando, cambiaban el turno.
-¿Crees que lo alcanzaremos?- le preguntó él, mientras apuntaba a una lata y disparaba, fallando de manera vergonzosa.
-Lo alcanzaremos. Lo asesinaré- contestó Valerie de manera agresiva mientras apretaba sus puños a los costados.
Jeff falló por tercera vez. Valerie se acercó a él, le quitó el arma y comenzó a disparar, mientras observaba a Jeff. -Si no puedes con esto entonces me esperarás en el auto- le dijo. Jeff se cruzó de brazos. -Los ojos en el objetivo, Shields- le contestó él, entre furioso y avergonzado. Valerie disparó de nuevo mientras fulminaba con la mirada a Jeff. -¿En serio crees que voy a fallar? Ese hombre mando asesinar a mi familia- le dijo ella, y después se alejó de Jeff. Él se quedó mirando las latas derribadas. No había fallado ninguna. Y no había visto ninguna. Escuchó que Valerie gruñía y se llevaba las manos al rostro. Jeff se acercó a ella, y le puso una mano en el hombro, pensando que ella se la sacudiría, pero no lo hizo. -Ese hombre dio la orden. Mandó a Harrison- escupió ella. Jeff no sabía que decir. Él no conocía a Charles, sólo había conocido a su hermano, Benedict. -Lo odio, Jeff- continuó Valerie. -Creo que deberías...- comenzó a decirle él, pero ella lo interrumpió con voz de acero. -Todo mi entrenamiento fue para esto. Para asesinarlo a él. Voy a hacerlo. No voy a dejar que el odio me ciegue, pero alimentaré con él mi determinación-.-Entonces hay que ir a buscarlo ahora- contestó Jeff mientras caminaba hacia el auto.
Valerie miró hacia el cielo, justo cuando los rayos de sol se abrían paso entre las nubes grises. Ella se sintió invencible. Sujetó con más fuerza el revólver y caminó hacia Jeff.
######################################################################
Charles había terminado de almorzar en el restaurante del Hotel. Estaba esperando a Paul Langdon. Ya llevaba dos días, y comenzaba a sospechar que él no llegaría. Tenía hombres armados y muy bien camuflados en cada rincón. Sentía que el tiempo transcurría muy lento. De su cinturón sacó su arma y revisó que estuviera cargada. Le retiró el seguro y la dejó a su alcance mientras se sentaba en un sillón de la sala de reuniones. Mandó un mensaje con su celular.
#####################################################################
Valerie cerró la puerta de la casa con llave. La observó un par de minutos y sintió cómo el peso de sus hombros caía. Ya casi podía sentir la libertad. Estaba a tan sólo unas horas. Después de Charles, sólo se reuniría con su padre y escaparía para siempre de su vida de asesina. Podría cambiarse el nombre al igual que Jeff.
Sonrió por un momento, y después comenzó a correr por la tierra llena de malezas muertas hacia el lago. Sintió la fuerza de sus piernas y el aire agitando su cabello. En su mano llevaba la llave. Se detuvo cuando el agua helada estaba a unos centímetros de sus botas. Observó el pedacito de metal viejo y oxidado. -Adiós, pequeña Valerie- susurró y lanzó la llave al agua.
Regresó al auto en dónde Jeff ya la estaba esperando, con una mirada de determinación. Se subió y arrancó a toda velocidad. No iba a perder a Charles.
######################################################################
Eric iba a la mitad de su camino. Cambió de autobús y de identidad en Indiana. Se paseó por algunas tiendas de la estación, y compró café y un sándwich para almorzar. Revisó su reloj de muñeca que marcaba las 12 de la mañana. Suspiró. Aún le quedaban 13 horas de viaje. Se sentó en una banquita y se acomodó el gorro que llevaba en la cabeza. En ese momento, era John Walker; pero aún así sabía que estaban buscando a Eric Shields. Se preguntó por el paradero de su soldado. Se preguntó si ya había terminado con su misión.
![](https://img.wattpad.com/cover/35020750-288-k43098.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La Última Jugada
ActionMi padre me dice que esto es un juego de Ajedrez. Que el mundo es el tablero, y que la organización y nosotros somos las piezas. Apuesto a que estoy en el lado blanco, aún cuando mis manos están llenas de sangre. Aún cuando a mis espaldas solo hay m...