Una casualidad tras otra.

Capítulo 20.

(cabaña de los chicos, narra Blas)

Los chicos y yo volvemos a la cabaña cansados de la Masterclass. Carlos se pasa el camino pasándonos el premio por la cara, literalmente.

- ¿Veis? Soy el puto amo.

- El año pasado gané yo.- Interviene David.

- Eso no le importa a nadie. - Responde Carlos. David se cabrea y todos nos reímos.

Llegamos a la cabaña y nos tiramos sobre las camas. Dani tira su gorra al suelo y se pone los cascos mientras se tumba.

- Dani ya está en su mundo. - Dice Carlos mirándolo.- ¡Dani!- Él no responde y solo asiente con la cabeza al ritmo de la música que debe estar escuchando. -Este es gilipollas. - Yo me tumbo en mi cama y Álvaro cambia de tema.

- Tíos, no me puedo creer que ya se acabe My Camp Auryn.

- Sí. Este año ha sido muy guay.- Dice David. - Voy a echar de menos a mis pastelitas.- Suspira.

- David, entérate de una vez. No todas nuestras fans son pastelitas. La mayoría me quieren a mí.- Dice Carlos poniéndose chulo. Estoy a punto de poner música y pasar de todo al igual que Dani cuando la conversación vuelve a ponerse interesante.- No, pero a mí también me ha encantado My Camp este año. Y ha sido genial poder ver a mis amigas. - Añade Carlos.

- ¿Alina y Xandra?

- Sí. Y Maya. E Iria.

- Son majas, va a ser toda una pena despedirse. - Le responde David.

- Sí.- Digo yo.

- A Blas va a ser al que más pena le dé. - Suelta Carlos riéndose.

- ¿A mí por qué?- Le pregunto.

- Porque te gusta Iria.- Ahí me ha dado.

- No sé de dónde te sacas eso. - David, Carlos y Álvaro se echan a reír.- Pues no le veo la gracia.- Me cruzo de brazos.

- Vamos, hombre.- Dice Álvaro acercándose a mí y dándome unas palmadas en el hombro. - Admítelo.

- No voy a admitir nada porque no hay nada que admitir.

- Vale, como quieras.- Dice Carlos. Yo respiro aliviado. - Eh, tengo una idea.- Qué poco me ha durado el alivio.

- ¿Qué idea?- Dice David inclinándose hacia él interesado.

- Esta noche, después de la gran despedida con todas las fans podríamos ir hasta su cabaña a despedirnos más personalmente.

- Eh, es una gran idea.- Dice Álvaro. - Pero lo mejor será que vayamos más tarde, cuando estén ya todos dormidos para que los demás no nos vean. Si nos pillan será nuestro fin.

- A mí me parece bien.- Opino yo.

- Así puedes despedirte de tu novia.- Responde Carlos burlón.

- Y dale.

- Pero si Iria te encanta. - Dice David. - No tienes forma de disimularlo.

- Iria me dio una carta.- Interviene de repente Dani, sin hablar al caso.

Se ha sacado los cascos e incorporado de la cama, y nos mira.

- ¿Te has enterado de lo que estábamos diciendo?

- Solo de la última parte. Iria me dio una carta. - Hace una pausa.- Al menos creo que fue ella. El día del concierto en Galicia. No estoy muy seguro, pero sí, yo diría que fue ella.

Una punzada de celos me atraviesa pero lo disimulo lo mejor que puedo.

- Ya tenemos plan para esta noche. - Dice Carlos.