Capítulo 45.

986 19 5
                                    

(apartamento de Iria y Xandra, narra Iria)

Entro en la habitación tropezando con una de las mil cajas que Xandra aún tiene por toda la casa. Dejo los vasos de cocacola encima de la mesita de noche y me tiro en mi cama junto a Alina. Maya está poniendo música y dando botes en la cama de Xandra que la mira raro y sigue sacando ropa del armario.

Yo también empiezo a sacar cosas porque he empezado a hacer la maleta para esta semana en Teruel. Es el día anterior a que nos vayamos de vacaciones y ya hemos acabado los exámenes del trimestre. A todas nos fue bien, hasta a Xandra, lo que me parece increíble.

Mi madre no para de mandarme mensajes preguntándome si iré a verla, que claro, nunca la voy a ver y que no la quiero. Me desespera y yo en un intento por ignorarlos pongo el móvil en silencio.

Aunque había empezado bien la mañana, entre mi madre, la música de discoteca demasiado alta que sale del teléfono de Maya, el parloteo constante de Alina y las mil y una cajas de Xandra que no hacen más que estorbar; me acabo poniendo de mal humor.

Las chicas lo notan y empiezan a gastarme bromas que más que animarme solo me ponen peor.

(edificio de Iria y Xandra, narra Dani)

Timbro por tercera vez, pero nadie me abre. Dentro se escucha mucho ruido y aunque llamo a Iria, no me coge el teléfono. Cuando estoy a punto de rendirme y marcharme, me acuerdo de que ellas siempre guardan una llave bajo el felpudo por si se olvidan la suya en casa.

Abro la puerta despacio, intentando no hacer mucho ruido ya que quiero darles una sorpresa. Recorro todo el pasillo hasta llegar a su cuarto, me quedo un segundo ahí antes de entrar y no puedo evitar escuchar su conversación.

- ¿Pero cómo que aún no lo has hecho?- El grito de Maya retumba en toda la casa y yo me quedo en donde estaba antes.

- ¿Podrías hacer el favor de gritar menos? No me hace ilusión que Juan, nuestro vecino naturista, se entere de mi vida sexual, ¿sabes?- Dice Iria molesta.

- Pero es que no me lo creo, ¿en serio?

- ¿Quieres dejarme en paz? A ti no te interesa lo que hago o dejo de hacer.- Se escuchan resonar los muelles de la cama.

- Uy, qué mal humor tienes.- Comenta Maya burlona.

- Normal, está a dos velas.- Responde una voz que reconozco como la de Xandra y después todas se ríen.

Iria se enfada más y yo me encamino silenciosamente hasta la puerta de entrada antes de que alguna salga de la habitación y me pille escuchando conversaciones ajenas.

Estoy a cuadros. He venido para dar una sorpresa y la sorpresa me la he llevado yo.

Vuelvo a plantarme delante de la puerta y timbro de nuevo dos veces seguidas, ahora que han apagado la música espero que puedan oír el timbre y venir a abrirme. Después de unos minutos me abre Iria con cara de enfado.

- Sorpresa.- Digo dando un paso al frente.

- ¿Dani? ¿Qué haces tú aquí?- Me sonríe ampliamente. Yo entro en el piso y le doy un largo beso en los labios.

- He venido a despedirme. Mañana temprano me voy a Alcázar y no podré verte durante toda esta semana.

Estamos un rato en el salón hasta que me acuerdo de que había quedado en ir con David a que comprara un videojuego y decido irme.

Me acompaña hasta la puerta, nos volvemos a besar y antes de cerrar la puerta me pregunta:

- Dani, antes de que te abriera ¿llevabas mucho tiempo esperando en el rellano?

Una casualidad tras otra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora