(Alcalá de Henares, narra Alina)
Llevo ya dos días aquí. Por fin he acabado de colocar todo lo que me he traído de mi casa. Acaba de llamarme mi madre para asegurarse de que estoy bien y nos hemos pasado casi media hora al teléfono. Estoy demasiado sola aquí, y no tengo nada que hacer.
He ido esta mañana a poner un anuncio en el periódico buscando compañero de piso. Les he dejado mi dirección y mi teléfono para empezar las entrevistas cuanto antes.
De pronto suena mi teléfono.
¿Ya llaman por las entrevistas?
- ¿Sí?
- Hola Alina. Me preguntaba si hoy tenías el día libre.- Me quedo fría. Es Álvaro.
- S... sí. Claro que sí.
- Genial, porque yo también. Mañana vuelvo a mi piso, pero si quieres hoy podemos quedar como te prometí y así te enseño este sitio.
- Vale.- No puedo decir mucho más. Casi soy capaz de ver su sonrisa a través del teléfono. Me quedo escuchando su respiración por el otro lado de la línea.
- Bueno, pues si me das tu dirección estaré ahí en una hora, aproximadamente.
- Claro.- Le doy mi dirección y después cuelga.
Tengo una hora para arreglarme. Me meto a toda prisa en la ducha y cuando salgo me aliso el pelo y me pinto las uñas.
Después me paso media hora delante de mi armario lamentándome por no haber ido todavía de compras.
No quiero parecer una buscona, pero tampoco quiero que piense que paso de nuestra cita.
Por fin elijo un vestido con sandalias, ya que los vestidos son mi marca de identidad. Me recojo el pelo con dos pinzas de flores y espero a que llame.
Por suerte no tarda nada, pero mis nervios me traicionan y voy prácticamente dando traspiés hasta la puerta.
Me miro en el espejo de la entrada una última vez, respiro hondo y abro.
En cuanto me ve, sonríe. Lleva una mano detrás de la espalda, con la que esconde algo.
- Vaya, qué guapa.- Y en momentos como este me alegro de tener la piel oscura para no enrojecer.
- Gracias, tú también.- Digo. Lleva unos pitillos negros y una camisa remangada. Es bonita incluso la forma en la que se le nota incómodo en esa ropa, como si fuera demasiado formal para él.
- Esto... toma.- Me muestra la mano que escondía tras su espalda y en ella lleva un ramo de tulipanes.- Es la temporada, y me parecías una chica de tulipanes.
- Yo... muchas gracias. Son mis flores favoritas.
- Pensé que no sería muy educado por mi parte presentarme en la casa de una chica sin unas flores siquiera.
Dejo las flores en agua y ambos salimos a la calle. Lo primero que hace es llevarme a un parque no muy lejos de mi casa.
- Este es mi lugar favorito. Llevo viniendo aquí desde que tengo memoria. Aquí han pasado cosas muy importantes en mi vida. Aprendí a andar, a montar en bicicleta, conocí a mi mejor amigo, el primer beso... ya sabes.
- Entiendo.
- Y pensé que sería un buen lugar para empezar. Digamos que si algún día me buscas por Alcalá, me encontrarás aquí seguro. De todos modos de noche esto es mucho más agradable.
- Creo que este también acaba de convertirse en mi lugar favorito.
- Pero si es el primer lugar al que hemos ido.
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Una casualidad tras otra.
FanfictionTodo empieza con un concierto que les cambiará las vidas a tres chicas. Después, como todo por casualidad, acaban haciendo su mayor sueño realidad. Conocerán a mucha gente nueva, harán amigos y enemigos, pasarán por momentos buenos y malos, conocerá...