(Apartamento de Iria y Xandra, narra Xandra)
Me acuesto temprano esa noche pensando en que mañana empezaré en la universidad. Qué latazo tío, pero bueno, al menos no puede ser peor que el instituto.
Iria me despierta a la mañana siguiente, me saco el pijama y voy a buscar mi ropa al tendedero, ya que ayer quedó secando fuera.
Entro en ropa interior en el patio de luces, y mientras descuelgo la ropa, oigo que me llaman:
- Eh vecina, así me gusta, practicando el nudismo.- Miro hacia delante y me encuentro con Juan, nuestro vecino el naturista, desnudo como la otra vez y levantando el pulgar hacia arriba en señal de aprobación.
- Mierda.- Mascullo. Cojo la ropa lo más rápido que puedo y vuelvo a meterme dentro del piso.
- ¡Pero no vale, ahora hay que sacarse la ropa interior, mujer!- Grita desde el otro lado. Abro un poco la puerta, saco la mano y le hago el corte de manga.
Escucho como se ríe y voy a vestirme.
- Odio a nuestro vecino.
- ¿Eh?- Dice Iria todavía medio adormilada.
- Al naturista, el que siempre va desnudo.
- Pues a mí me cae bien, parece majo.
- Qué va, a mí me putea.- Ella se ríe.
- A mí los que me caen mal son los de abajo. El bebé que no para de llorar y su madre histérica.
- Oh, sí, son insoportables.
De pronto escuchamos el estridente sonido de una guitarra eléctrica. Suena como si atropellaran a mil gatos juntos.
- Bueno, y a este también lo odio.
Hace un par de días descubrimos a otro de nuestros vecinos. Es un “rockero” a medias. Se cree que es genial pero en realidad no sabe hacer nada. Técnicamente toca la guitarra, pero nosotras estamos convencidas de que se dedica a atropellar gatos todo el tiempo.
- ¿A quién se le ocurre ponerse a ensayar a esta hora?
Las dos nos vamos a desayunar y justo al acabar llaman al timbre.
- Debe de ser Jorge.- Dice Iria desde el baño.- Ábrele. Como vamos a la misma universidad hemos pensado en ir juntos.
- Voy.- Digo yo.
Qué suerte, este tío tiene coche. Y mi universidad en la otra punta de la ciudad. Tío, no doy una. A ver si me busco un amigo con el que ir de gorra yo.
- Nosotros nos vamos. Adiós Xan.- Dice Iria. Jorge se despide también y yo miro el reloj.
Mierda, entro en 15 minutos y no sé ni cómo llegar. Toca correr.
Cojo mi mochila, las llaves de casa y tras cerrar la puerta bajo a todo correr las escaleras.
Tengo que cambiar tres veces de metro (y equivocarme cinco), y coger un autobús para llegar. Pues ya podía estar al lado de mi casa.
Cuando llego pasan quince minutos de la hora y me meto en la primera sala que veo. Abro las puertas de par en par y un montón de caras se giran hacia mí, incluída la de un profesor mezcla entre Steve Urkel y Sheldon Cooper.
Ay Dios, la que me espera.
Me disculpo y me siento en el primer sitio libre que veo. Una chica que está sentada a mi lado intenta entablar conversación conmigo pero no le hago demasiado caso.
Tras un tiempo que me parece interminable salgo fuera y me quedo por los alrededores del campus dando una vuelta para conocer un poco mejor el sitio.
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Una casualidad tras otra.
FanficTodo empieza con un concierto que les cambiará las vidas a tres chicas. Después, como todo por casualidad, acaban haciendo su mayor sueño realidad. Conocerán a mucha gente nueva, harán amigos y enemigos, pasarán por momentos buenos y malos, conocerá...