Una casualidad tras otra.

Capítulo 58, parte 6.

(apartamento de Alina y Maya, narra Álvaro)

Maya ha dejado la puerta del apartamento abierta para que pueda entrar. La casa parece estar vacía, así que Alina debe de estar encerrada en su cuarto. Probablemente ni siquiera se haya dado cuenta de que Maya se ha ido. 

Cierro la puerta del apartamento tras de mí y voy hasta donde está su cuarto. Llamo suavemente a la puerta, esperando que me oiga.

No hay respuesta, y unos segundos después Alina abre la puerta en pijama. 

- Ya me parecía a mí raro que Maya llamara a la puerta ¿Qué haces tú aquí?

- ¿Puedo pasar? Tenemos que hablar.

- Pero...- No espero a que me responda, y entro haciéndola a un lado. Ella cierra la puerta tras de sí. 

Me siento sobre su cama, que está abierta, y las sábanas están revueltas. La observo acercarse a mí y sentarse justo enfrente. Su pijama le queda un poco grande y está arrugado. Lleva una coleta de la que se le sale el pelo poco a poco, y unos calcetines muy graciosos con plátanos de colores.

No puedo evitar sonreír ante la imagen, y ella me mira confusa. 

- ¿Vas a decirme algo o prefieres quedarte riéndote de mí?

- Eh, no me hables así, que yo no te he hecho nada.

- Ya, pero llevamos ya sobre tres semanas sin hablarnos, y no es normal que de repente aparezcas en mi casa así ¿Y Maya?

- Se ha ido con Iria. Están dando una vuelta por la ciudad, creo. 

- Bueno, entonces será mejor que hables ahora, te escucho. 

- Mmmmm...- Lo medito.- Lo cierto es que no tenía nada preparado.

- ¿Entonces...?

- Lo improvisaré. 

Ella se queda seria, en silencio, esperando a que empiece hablar. Llegados a este punto, lo cierto es que ni siquiera sé qué decirle, solo sentía que debía hablar con ella. 

- Verás... Tenías razón el otro día cuando te despertaste en mi casa y me dijiste que solo te contaba lo bueno que había hecho por ti para echártelo en cara. No te conté todo lo que pasó.

- ¿Y qué pasó?

- Después de lanzarme al agua a por ti y cogerte, mientras un tío te hacía el boca a boca para que volvieras a respirar, tuve una discusión con Carlota.

- Tu novia.

- Mi ex-novia.- Le digo haciendo énfasis en la partícula “Ex”. 

- ¿Qué? - Me dice, inclinándose sobre mí.

- Creía que me preocupaba demasiado por ti, que solo le hablaba de ti a todas horas, que ya no le gustaba, y un montón de tonterías más. En parte era cierto. Ya ni siquiera me gustaba, seguía con ella por intentar avivar algo que llevaba ya mucho tiempo muerto. - Hago una pausa.- Así que rompí con ella. 

- ¿Y qué pasó después?

- Me dijo que no quería volver a verme más, me llamó de todo, y me dijo que ella podría tener a quién quisiera, así que me fui para no aguantarla más y te llevé a mi casa, porque estabas muy borracha y tenías sueño. 

- Pero ¿Y por qué me cuentas a mí esto? ¿De qué te sirve hacerlo ahora?

- Pues...

(calles de Alcalá de Henares, narra Maya)

- ¿Cómo crees que les estará yendo a Alina y a Álvaro?- Le pregunto a Iria.