Una casualidad tras otra.

Capítulo 30.

(Noche en el apartamento de Xandra e Iria, narra Xandra)

Tan pronto como apoyo mi cabeza en la almohada empiezo a escuchar los gritos.

- ¿Qué coño pasa?

- Vienen de arriba.- Me responde Iria desde su cama. - Parece como si alguien se estuviera peleando.

Escucho mejor y puedo distinguir dos voces, una masculina y otra femenina. Los dos se hablan a gritos y se dicen de todo.

- ¿Serán pareja?- Dice Iria.

- Supongo. Ya nos los encontraremos por ahí y lo averiguaremos.

Intento quedarme dormida y alrededor de una hora después los gritos cesan, siendo reemplazados por algo peor.

- ¿Y ahora qué?- Pregunta Iria.

- Parecen muelles ¿No? Muelles resonando.

- Ay, Dios.

- Bueno, estoy hasta las narices. Hoy no paro con la escoba.

Me levanto de la cama y voy hasta la cocina a coger la escoba. Después empiezo a darle con el mango en el techo.

Los ruídos cesan durante unos momentos pero luego vuelven a empezar.

- ¡Me cago en todo!- Grito yo contra la almohada.

- ¿Qué crees que estarán haciendo? Se han pasado como una hora discutiendo. - Dice Iria.

- Pues estarán reconciliándose.

Me escondo entre las sábanas y me preparo para pasar una noche horrible.

(Apartamento en Alcalá De Henares, narra Alina)

Soy la primera en despertarme ese día y por tanto me toca hacer el desayuno. Salgo antes de casa que Maya y cojo el autobús hasta la parada de mi universidad.

Empiezo y acabo la mañana feliz y llena de energía. Hago lo que me gusta e incluso he encontrado un par de compañeros simpáticos.

Cuando llego a casa Maya ya está allí esperándome. Compartimos las anécdotas del día y luego pasamos el resto de nuestra tarde juntas.

A la noche recibo un mensaje.

“¿Qué tal por Alcalá? ¿Te tratan bien mis vecinos? Jajaja”

Maya chilla.

- ¡Tía, es Álvaro!- Me giro y la veo detrás de mí dando saltitos de alegría.- Joder, qué suerte tienes.

- Se preocupa por mí.- Digo.

- Es encantador.- Yo me quedo quieta.- ¡Pero respóndele idiota!

- ¿Y qué le digo?

- Pregúntale cuando vuelve por aquí.- Miro para Maya. - Yo os dejo la casa vacía si queréis...- Le doy un golpe en el hombro y ella se ríe.

“De momento me tratan genial... ¿Cuándo vuelves?”

“No sé, en una o dos semanas ¿Quieres que quedemos?”

“Claro, hablamos por WhatsApp ¡Un beso!”

- Me parece increíble. Iria con Blas y tú con Álvaro.

- Y Xandra con Carlos.

- Ya, bueno.- Se dio la vuelta y se fue.

Minutos después la encontré en el balcón escuchando música con los cascos, y no quise molestarla.

(Apartamento de Iria y Xandra, narra Iria)

En cuanto acaban las clases de mi segundo día de universidad, vuelvo a casa a toda prisa para descansar. Me despido de Jorge en el umbral de la puerta y entro, para encontrarme a Xandra tirada en el sofá.