Una casualidad tras otra.

Capítulo 19.

(comedor durante la batalla de comida, narra Iria)

En cuanto empieza la batalla hago lo más inteligente que he hecho en mi vida: esconderme debajo de la mesa. Me saco un cacho de brócoli del pelo, que era lo único que había logrado darme, y me quedo allí observando la escena.

Carlos corre detrás de Xandra con un bol de sopa enorme gritándole:

- ¡Ven, que te voy a dar caldo gallego!- Xandra grita hasta que choca contra una mesa. Carlos la alcanza y se lo echa por encima.- Toma, de tu tierra.

Xandra se ríe y ambos empiezan a pelearse de broma.

Maya y Alina han desaparecido por ahí, y consigo ver a Lucía, la chica que conocí ayer en la noche del terror y que me suena de algo, intentando sacarse un espárrago de la camiseta.

Sonrío con la escena del comedor que estoy presenciando. Esta es la clase de cosas que consigue Xandra sin proponérselo.

Cuando por fin la pelea consigue calmarse un poco más, la gente empieza a irse corriendo a cambiarse para nuestra actividad de esta tarde: La batalla de Masterclasses.

Ya solo queda Auryn y algunas personas más en la sala, entre ellas mis amigas. David se está quitando migas de pan de la camiseta y Carlos sacude su pelo empapado de algún líquido pegajoso.

Decido que es el momento de salir de mi escondite.

Salgo de debajo de la mesa y me quedo de pie. De pronto, una bola de helado me da en el pecho y me llena la camiseta de una mancha enorme.

- Huy. - Dice David, con las manos manchadas de helado.

Blas se vuelve hacia él y lo empuja.

- ¡Tío!

- Lo siento.- Dice apenado.- Espera que te ayudo. -Se acerca a mí y va a ponerme las manos en el pecho para limpiarme cuando lo paro.

- No, tú quieto en tu sitio. Ya voy yo sola a limpiarme.- Me alejo hacia el baño mientras veo como las pocas personas que quedan se alejan.

- Voy contigo.- Dice Blas viniendo detrás de mí.

Me meto en el baño de las chicas a intentar sacarme la mancha de helado de la camisa. Cuando por fin consigo que salga un poco, me acerco hasta el de chicos y llamo a la puerta.

- ¿Blas? ¿Has conseguido sacar las manchas?

Él me abre la puerta de repente. Sigue lleno de comida.

- La verdad es que no.- Dice echándose a reír.- ¿Quieres pasar?

Entro en el lavabo de chicos y me las arreglo para encontrar algo con lo que ayudarlo a limpiarse. Le saco la mancha de pescado de Xandra de la camisa, le limpio la mejilla y le saco los restos de comida del pelo.

- Bueno, ya está. No puedo hacer mucho más por ti. Ahora deberías darte una ducha y cambiarte.- Me aparto un poco de él.

- Sí- Asiente mirándome y sonriendo. Yo también sonrío. -Gracias.

- No hay de qué.- Le digo. Tiro los Kleenex a la basura y me dispongo a irme cuando me coge de la mano.

- Espera.- Lo miro.- Yo quería decirte algo.- Me acerca a él sin apartar su mano de la mía. Yo me pongo muy nerviosa.

- Esto... Va a... va a empezar la batalla de Masterclasses. Deberíamos irnos.

- Tienes razón.- Dice él soltándome la mano y mirando su reloj. Yo me relajo un poco.

- Tengo... tengo que cambiarme.- Le respondo saliendo del baño sin ni siquiera decirle adiós.

Corro todo lo que puedo hasta la cabaña. Me paro en la puerta y me apoyo contra ella. Respirando hondo.