Capítulo 65.

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(varios días después, narra Blas)

El tiempo pasa y después de Ceuta, pasamos 3 días en Melilla. Por fin, el día de nuestra vuelta llega y a las ocho de la tarde estamos todos en el aeropuerto esperando a que salga el vuelo. 

Estoy nervioso por ver a Xandra. Solo ha sido una semana, pero creo que nunca antes habíamos pasado tanto tiempo separados, y sobre todo ahora, que ya hace tiempo que vivimos juntos. Al resto de los chicos también se les nota un poco nerviosos, sobretodo a David. Lleva desde que empezó el viaje histérico por ver a Esther. Me pregunto cómo será el reencuentro. 

(aeropuerto de Barajas en Madrid, narra Xandra)

- Sigo sin saber qué coño pintamos aquí.- Digo yo.

- Cállate. Llevas así desde que te subiste al coche.- Me reprocha Maya.

Estamos todas en la sección de llegadas del aeropuerto esperando por los chicos. Alina dijo que quería ir a recibir a Álvaro, Esther la apoyó, y al final nos han arrastrado a todas. 

Se supone que tendrían que aterrizar a las diez y media, así que las demás y yo cenamos algo rápido en el aeropuerto, muy caro y de horrible sabor, y esperamos a que anuncien su vuelo en llegadas.

Las diez y media pasan y ellos siguen sin venir. Iria va a revisar el tablón de vuelos y cuando vuelve nos dice que pone que lo han retrasado.

- Genial. Vámonos y los esperamos en casa.- Digo yo.

- Pero ahora que estamos aquí, ¿Cómo vamos a irnos?- Exclama Maya.

- Ya, yo paso de coger de nuevo el coche. No he venido hasta aquí para darles una sorpresa y luego irme sin conseguir nada. - Replica Alina.

- Y yo quiero ver a Dani antes de dormirme y tener que esperar a mañana.- Intercede Iria.

- Yo me quedo.- Sentencia Esther. El resto asienten y yo resoplo.

- Hay que joderse. 

El enorme reloj de la terminal marca las once y a mí empieza a entrarme el sueño. Llamo a Blas pero tiene el móvil apagado, así que debe de estar volando en estos momentos.

- ¿Podemos irnos a casa ya?

- No.- Me responde Alina.- Cállate y duerme un rato.

Le hago caso y me tiro al suelo, acurrucándome contra mí misma y quedándome dormida

(aeropuerto de Barajas, narra Iria)

- ¿En serio se ha quedado dormida?- Pregunto.

Todas miramos a Xandra, que está tirada en medio del suelo, siendo un estorbo para todos los que pasan, con los ojos cerrados.

- Eso parece.- Me contesta Alina.- Le dije medio de broma que se durmiera para que dejara de dar tanto el coñazo y al final me ha hecho caso.

Nos reímos y seguimos esperando por los chicos.

Esther cuenta el número de gente que va pasando entre nosotras. Alina se peina con los dedos nerviosamente, y Maya juega con una aplicación de su móvil.

Pasa una hora y llegamos a medianoche. El aeropuerto se ha vaciado considerablemente, y ya solo pasan hombres de negocios y azafatas con prisa. 

Nosotras esperamos en los asientos frente al enorme letrero de “Llegadas/Arrivals” mientras vigilamos que nadie pise a Xadra sin querer. No por nada en especial, pero es que escucharla quejándose después de eso puede hacer que demos la vuelta y nos vayamos cada una a su casa.

Una casualidad tras otra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora