Capítulo 48.

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(apartamento de Xandra y Blas, narra Blas)

Entro en casa a toda prisa pensando en que llego tarde a nuestra cita y por eso me sorprende un poco el silencio que reina en todo el piso. Entro en nuestro cuarto y veo a Xandra durmiendo en una postura muy extraña y enroscada en la manta.

Voy hacia la ventana y levanto la persiana de golpe. Ella se despierta sobresaltada cuando los rayos del sol invaden la habitación y me fulmina con la mirada.

- ¿Tú no tenías una entrevista en la radio?- Murmura malhumorada contra la almohada.

- Y ya acabó.

- ¿Tan pronto?

- Xandra, son las tres de la tarde y habíamos quedado para comer, ¿recuerdas?- Le pregunto quitándole las mantas de encima.

- ¿Ya son las tres? Mierda, otro día que no voy a clase.- Me tiende una mano para que la ayude a levantarse y después se mete en la ducha.

Sale un cuarto de hora más tarde y aunque yo le digo que me han hablado de un restaurante genial, ella insiste en ir a comer al McDonalds donde pide una hamburguesa con muchas patatas fritas y se mancha entera luchando por abrir los sobres del ketchup.

Por la tarde ella intenta buscar a algún compañero de clase que le pueda prestar los apuntes de esta semana y yo descanso en el sofá aprovechando al máximo los días antes de volver a empezar los conciertos.

(apartamento de Iria, narra Iria)

Vuelvo de las clases de la mañana y me preparo un intento de bocadillo para comer. Debería aprender a cocinar. Cojo el móvil y reviso Whatsapp, entre un montón de mensajes de mi madre y algunos de mis amigos, hay algunos de Dani diciéndome que están haciendo una entrevista en la radio y que si después quiero comer con él.

Miro la hora y como se ha pasado bastante de la hora de comer, le contesto que puede venirse a casa y así pasamos la tarde juntos. Él acepta y llega después de un rato en el que yo intento recoger un poco el salón.

Nos pasamos la tarde en casa y hacia las ocho salimos a dar una vuelta por el barrio. Nos cruzamos con Jorge en el portal y Dani lo fulmina con la mirada mientras él me saluda efusivamente y me da dos besos.

Sobre las diez volvemos a mi casa donde hacemos algo de cena y me cuenta un poco lo que van a hacer estos días.

Cuando se va ya es casi medianoche y la casa está sumida en su banda sonora habitual creada por los muelles de la cama de los vecinos de arriba y yo echo en falta a Xandra y sus escobazos, pero se me pasa cuando entro en la habitación y veo la cama grande que me espera, ya que uní la que ella dejó libre a la mía.

Me tumbo en la cama y doy vueltas disfrutando de todo el espacio. Me quedo dormida poco a poco y me despierto al día siguiente sobresaltada por el sonido del despertador. Genial, me espera otro día de clase. Y por encima con prácticas por la tarde.

(portal del edificio de Carlos, narra Maya)

Le doy un toque a Carlos para que baje hasta donde estoy mientras cierro el coche. Me recoloco el bolso y el flequillo reflejada en el cristal al lado de su portal. Asomándome lo veo llegar con una sonrisa en la cara. Me saluda con la mano y abre la puerta, solo que en vez de ir hacia fuera me arrastra con él al interior del edificio y me besa.

- Hola a ti también.- Le digo cuando nos separamos para coger aire. Él se ríe y ambos salimos al frío de marzo. Me calo un poco más la bufanda sobre la boca al tiempo que él me tiende su mano.

Una casualidad tras otra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora