» Capítulo 30 «
Verdades. Parte Il
Alexz solo pensaba en su madre y rogaba a Dios porque ella estuviese bien... viva. Sí, por alguna razón ella aún tenía esa chispa de esperanza que la mantenía con los pies en la tierra.
— ¿Hola? Susurro Deyken ingresando a la habitación un tanto prevenido.
Él observo con detenimiento todo a su alrededor y su mirada se clavó en lo diminuta que se veía Alexz en aquella cama — ¿Cómo te sientes? Ella no emitió ningún sonido solo se limitó a escucharlo, Deyken se aproximó para sentarse a su lado — No me odies Alexz, si lo sé no debí traerte de esa manera, pero créeme cuando te digo que era la única manera.
El silencio se apodero del lugar.
— Él nos encontrará. — Afirmó sin siquiera mirarlo.
— Demon no es tan poderoso como tú crees Alexz.
— ¿Y tú qué demonios sabes?
— Lo sé, no seas tan inocente cariño... Alexz entiende algo el poder que él ejerció en ti fue porque tu lo permitiste.
— ¡¿yo?! — Se quejó revolviéndose en la cama.
— No lo niegues, él no te obligo a entrar en su mundo ¿o sí?
Las palabras de Deyken golpearon su cabeza, de cierta manera tenía razón. Alexz lo maldijo por lo bajito al no tener argumentos para refutar su posición. — ¡No tuve otra maldita salida Deyken!
— Tampoco te lo estoy reprochando, solo quiero que entiendas que tú no le perteneces a Demon. Puedes ser libre cuando lo desees.
— Quisiera esa libertad ahora. Siseó rodando los ojos.
— Si vuelves será incluso peor, por eso mismo te quiero proponer algo.
— ¡Habla! — Le exigió.
.....
Solo habían pasado 72 horas desde que Alexz había desaparecido y el mundo de Demon ya se encontraba de cabeza sin ninguna esperanza de retornar a su orden habitual. Era un jodido problema lidiar con tanto y no tener un motivo para mantenerse bien.
— ¿Alguna novedad? — Pregunto Demon sentándose tras su escritorio.
— Ninguna relevante, excepto la presencia de Owen en el club.
— Eso es interesante, prepara el auto necesito tener una larga conversación con Owen.
Demon había logrado mantener su negocio ilegal porque pensaba más allá de lo lógico, y por esa misma razón tenía diversas propiedades, pero solo usaba dos actualmente las cuales rotaba de ubicación cada año. Él simplemente era demasiado intermitente para el radar del FBI al tener tantos testaferros que eran indetectables a los ojos de la justicia.
Los ojos de Owen se dilataron al ver a Demon caminar con altivez hacía él — ¡Hola Owen! — Lo saludó dándole señales para que lo siguiera. Él había bebido demasiado y caminaba con dificultad, pero como el club apenas se estaba llenando pasaron desapercibidos e ingresaron al túnel como llamaban la parte trasera y secreta del lugar.
— ¡Maldito alcohólico! Escupió Demon tirando a Owen en una silla. Clay soltó una sonora carcajada que distrajo a su jefe — ¿Qué es divertido?
Clay se llevó las manos a su boca intentando ocultar su risa — Es solo que... la risa no lo dejaba continuar — Owen no es el único alcohólico. Demon lo fulmino con la mirada — ¡CALLATE!
— No deberías recriminar a otros cuando posees la misma condición. — Sonrió.
— ¡hijo de puta! — Exclamó Demon golpeando el escritorio con su pie. Clay se calló, ya había sido demasiado por ahora, la mirada de su diabólico jefe se lo indicaba; si llegaba a decir otro comentario una bala atravesaría su cabeza.
— Él no te respeta — Sonrió Owen observando la discusión de Demon y Clay parecían dos adolescentes. — Y si tú no te callas serás el que reciba la bala primero. La sonrisa de Owen desapareció al instante — ¿Qué quieres de mí Demonio?, te advierto que será mejor que me elimines de una vez porque no tengo ni un maldito centavo para pagarte.
— Eso dijiste la última vez Owen y quién lo diría terminaste pagándome la deuda con tu hija.
Owen suspiro y trato de tomar una bocanada de aire buscando el valor suficiente para responder, pero fue imposible — Eso... eso fue hace mucho. Después de eso debes saber que no tengo nada.
— Ya lo sé, ni siquiera pudiste conservar tu familia. — Owen bajo la mirada, soltó un suspiro cansado — ¿Cómo está ella?
— Pensé que querías que te matara. — Sonrió.
— A mi hazme lo que quieras, solo quiero saber cómo está ella.
Clay no entendía que pretendía Demon — No lo sé o quizás si... a lo mejor la vendí y ahora está en china prostituyéndose. — Le guiño el ojo. Owen quedo pasmado y no supo cómo interpretar las palabras de Demon — ¿Qué mierda le hiciste a Alexz infeliz?
.....
Deyken deslizo su mano hasta llegar al brazo de Alexz rozándola suavemente intentando que lo que le iba a proponer lo tomara bien, — Te vas a quedar aquí conmigo el tiempo necesario en lo que Demon deja esa estúpida obsesión contigo y yo de algún modo te mantendré a salvo. Para cuando todo pase te podrás ir.
Alexz lo miro incrédula mientras procesaba aquella propuesta, aunque en el fondo Deyken sabía que ese "tiempo" sería por mucho para siempre... él tenía lo suficientemente claro quién era Alexz para Demon y era más que lógico que esa obsesión no acabaría. Nunca.
— ¿Y si no acepto?
Deyken la observo con un atisbo de diversión en sus ojos — Podrás irte, pero sin mi ayuda tendrás que salir de aquí y mantenerte viva.
Las lágrimas se asomaron rodando por las mejillas de Alexz — supongo que no tengo otra opción. Deyken estiro su mano hasta poder limpiar el líquido salado que empañaba los ojos de su frágil protegida — Sabes, no es tan malo como parece... Yo no soy Demon y eso ya es un avance ¿No lo crees?
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Hola Hola!!!
Antes que nada, FELIZ AÑO 2016... sí lo sé, es algo tarde pero quería desearles lo mejor del mundo para este nuevo año. Ahora si, aquí les traje un capitulo nuevo espero que lo hayan disfrutado... algunas verdades van a ir descubriendose a través de la historia.
Esperen que???!!! si si, Owen alcoholico es el padre de Alexz...
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» Bajo el ojo del diablo «
Teen Fiction© 2015, Anggie Katherinne. Todos los Derechos Reservados. Título Original: Bajo el ojo del diablo. Prohibida su copia o reproducción total o parcial. Dominic Ferrer y Alexz Johnson.