Distracción

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» Capítulo 55 «

Distracción

Demon se organizó la camisa y salió de la habitación — ¿Apenas llegas? — Cuestionó Madie al verlo cerrar la puerta.

— No, me quede con Abril.

Ella solo asintió, pareció no importarle — Prepararé el desayuno. Él se encaminó a su habitación, sería un largo día — ¿Desayunas conmigo? — Preguntó antes de perderla de vista.

— Te espero.

En su interior sabía que algo con Madie no iba bien. A ciencia cierta no sabía que era, pero su forma de hablar y su actitud no era la habitual, por ahora debía mantener sus ojos encima de ella.

Se deshizo de su ropa y antes de entrar a la ducha reviso su celular sin obtener alguna señal de Clay ¿Qué rayos estaba pasando?, necesitaba con urgencia saber si por fin la había encontrado y por primera vez desde su partida se preguntó ¿Cómo serían las cosas cuando ella volviera?, estaba envuelto en un maldito enredo. Por un lado, estaba Madie, por el otro estaba Grace y en la escala más alta se ubicaba ella... Alexz, su esposa.

Saturado por sus pensamientos y harto de no tener noticias decidió apagar su celular y olvidarse de su mundo oscuro por algunas horas.

Madie por su parte seguía maquinando la forma de que Demon la convirtiera en su esposa — ¿Quieres acompañarme? Interrogó al entrar a la cocina.

— ¿Qué tienes en mente?

Organizo la encimera de la barra para sentarse a su lado — Lo que tú quieras, literalmente hoy me declaro tuyo. Ella esbozo una amplia sonrisa — Y si te dijera que te quiero para mi encerrado en tu habitación.

Él rió — No cariño, hoy no estoy de humor.

— Bien, siendo así hay algo que he querido pedirte desde hace algunos días.

— Adelante. Espetó terminando de comer la fruta de su plato.

— Me gustaría aprender a conducir.

Demon enarco una ceja — ¿Hablas en serio? Ella lo miro sin decir nada — Me parece perfecto, conozco un buen lugar.

Antes de salir Demon dejo a Warren a cargo, si sucedía cualquier eventualidad respecto a Abril estaba autorizado para llevar el médico. Con otras miles de recomendaciones que le dijo Madie en caso de emergencia. Sin más se montaron en el vehículo alejándose de casa.

— ¿A dónde vamos?

— A una pista de autos que tiene un viejo amigo.

Dicho eso guardaron silencio el resto del trayecto hasta llegar al lugar. Madie estaba ansiosa, cuando ingresaron al sitio observaron que estaba bastante lleno.

— ¡Hey Diablillo! Exclamó un hombre no mayor a 35 años, alto, fornido y de ojos verdes. Demon estrecho su mano con fuerza al tiempo que lo abrazaba.

— Solo pasaba Flyn.

Mientras los hombres hablaban Madie notó como varias de las mujeres que se encontraban en el lugar no le quitaban la mirada a Demon.. — ¿A qué debo el honor hermano?

Madie entrelazo su mano con la de él — Mi chica quiere aprender a conducir y sé que este es el mejor lugar. La mirada de Flyn se posó en ella — Por supuesto, síganme.

Esperaron a que un auto estuviese libre — ¿Seguro no quieres que sea uno del equipo el que le de las lecciones? Demon negó — Estaremos bien.

Madie sostenía con nervios el volante mientras Demon hablaba con Flyn — ¿Lista? Preguntó, ella asintió — Presiona el freno. Ella obedeció, — Ahora gira la llave para prenderlo. Madie estiro su mano y giro la llave, el solo sonido del motor la altero un poco — Tranquila, estoy aquí. Ahora quita suavemente el pie del freno y mueve la palanca de cambios hasta el fondo y pisa el acelerador con suavidad.

» Bajo el ojo del diablo «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora