Ya basta. Parte II

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» Capítulo 52 «

Ya basta. Parte II

Cuando Blaze arribo en China supo que encontrar a Alexz sería como buscar una aguja en un pajar. Ni si quiera sabía con quien hablar, así que antes de iniciar su búsqueda necesitaba pensar.

Pago la habitación de un hotel y dejo su maletín allí, se dio una ducha breve para salir de nuevo. Mientras caminaba con la vista en el suelo unas risas lo alertaron, de inmediato levanto la cabeza para encontrarse con la escena de un hombre ebrio siendo dirigido a su cuarto por lo que parecía ser una prostituta. El cuadro provoco que las ideas llegaran a su mente, era obvio que si pretendía dar con la ubicación de los hombres de Deyken debía buscar en los sitios donde tendría trabajando a sus chicas.

Acelero su paso hasta la recepción donde le indicaron cual era el club más cercano, ni siquiera tuvo que tomar un taxi... solo camino unas cuantas calles y se encontró con un enorme lugar. La fachada eran simples mostradores de cristal que exhibían varias chicas semidesnudas invitando a los clientes a pasar. La imagen lo perturbo, pero ingreso al sitio para ocupar una de las últimas mesas.

Por varios minutos observo todo a su alrededor mientras bebía una cerveza, al parecer no había nada que pudiese guiarlo hasta su objetivo. Con toda la intención de abandonar el deplorable lugar se levantó pero su impulso fue detenido al escuchar una interesante conversación entre dos hombres que ocupaban una mesa enseguida de la suya. Por su manera de hablarles a las mujeres demostraba que eran clientes frecuentes; a ciencia cierta no lo sabía pero la información que había logrado captar pese al alto volumen de la música era justo lo que necesitaba.

Dejo algunos dólares sobre la mesa y se levantó chocando repentinamente con una de las meseras — ¿Tan rápido te vas? —Él asintió sintiéndose bastante incomodo, ella acorto la distancia entre los dos rozando sus senos con su pecho. — Pero si aún es muy temprano.

Blaze la miro fijamente y automáticamente Alexz aterrizo en su mente. Imaginó cuando horrible sería verla en esas condiciones, ofreciendo su cuerpo por dinero. La idea lo indispuso, si ella se acostaba con cientos de hombres por dinero aun estando con él ¿por qué no podría él hacer lo mismo?, aunque fuese solo por una noche.

— Vayamos a otro lugar. — Susurró Blaze—

Sí, estaba a punto de cometer el error más grande de su vida pero a él ya no le importaba. ¿De qué le servía ser correcto?, por hacer las cosas bien su novia lo había engañado, había perdido su trabajo y con el su caso más importante... ya era hora de ser egoísta.

Aquellos hombres nombraron "la isla perdida" y de algún modo sabía que con nombre daría con Alexz pero ¿Qué pasaría después?. No podía engañarse a sí mismo, aborrecía lo que ella era ni siquiera podría mirarla a los ojos sin contener la repulsión que le generaba. A lo mejor su error no sería acostarse con una prostituta, tal vez el error había sido desde el principio haber viajado a China.

.....

Después de aquella acalorada discusión entraron a la casa y no se volvieron a dirigir la palabra. Conor percibió la tensión del momento así que prefirió no preguntar nada en presencia de su jefa. Cuando ella desapareció miro directamente a Clay. — Tenemos que hablar. — Clay asintió y se encaminaron a la playa.

La noche ya había caído así que no sería necesario tratar de ocultarse de Alexz. Se alejaron lo suficiente para sentarse en la arena.

Conor trago saliva esperando que lo que iba a decir fuese lo correcto, — Debes saber que no confío en ti, pero ella sí y supongo que eso es suficiente.

Hubo un silencio incomodo, pero Clay quería oír lo que él tenía que decir, — Ella no merece la vida que Demon le da y tú lo sabes, como también sabes lo que le espera a su regreso.

— Hasta cierto punto te doy la razón Conor, pero él ha cambiado y puedo asegurarte que ahora será diferente.

Conor resoplo — ¿A quién quieres engañar?

— No lo entenderías, así a ti y al resto del mundo no les parezca ellos deben estar juntos.

— ¡¿Por qué?!, Porque están casados ¿Es esa la razón por la que será diferente? — La expresión en el rostro de Clay fue de sorpresa — ¿Cómo sabes eso?

— El dinero a veces resulta útil.

— ¿Ella lo sabe? — Cuestiono preocupado.

— No, no quiero ser el que le revele lo que sería su mayor desgracia. Si fuese por mí, nunca lo sabría.

Era más que obvio que ambos sabían que ella pronto lo sabría, así que no tenía sentido luchar para ocultárselo. Solo era cuestión de tiempo.

— Escucha Clay, ya sé que es inevitable que ella se marche y que cuando este allá no podremos comunicarnos. Es por eso que quiero pedirte que no permitas que Demon la dañe.

— Ni si quiera tienes que pedirlo.

— De todas formas, no será por mucho.

— ¿A qué te refieres?

Conor se levantó y sacudió la arena de sus jeans — Tal vez sea mejor que eso se lo preguntes a ella.

Clay lo vio alejarse hacia otra dirección diferente a la casa. Por lo que él le había dicho era más que evidente que Alexz le importaba y a decir verdad él tampoco era creyente de que Demon iba a cambiar su forma de tratarla, por alguna razón tenía a Madie en casa y ahora también a Grace. Era imposible negar lo que Alexz pensaba, él no tiene la capacidad de amar. Es incapaz de hacerlo.

Y se sentía tan mal por ella, aún podía recordar la inocencia con la que la había conocido la misma que Demon se había encargado de borrar. Se dejó llevar por los recuerdos y regreso llevar hacia atrás, hasta ese día en el que su jefe le había ordenado buscar unos documentos de su caja fuerte, y sin pensarlo vio algo que lo sorprendió... Demon estaba casado. Tenía el acta de matrimonio en sus manos y aun así le resultaba absurdo y difícil de creer. ¿Cómo era capaz de prostituir a su esposa?, al cabo de un tiempo lo supo. No se trataba de Alexz, simplemente era porque él era Demon.

— ¿De verdad es tu esposa? —Cuestionó con curiosidad—

— Es probable. — Respondió con frialdad—

Aún no podía creer que él se había convertido en su hombre de confianza, tan rápido, tan de repente como si se conocieran de toda la vida.

— ¿Una prostituta?

Las comisuras de sus labios se curvaron — Es una buena chica, lo sabes. Debe aprender a ser fuerte, y quizás algún día lo sea.

Su realidad era confusa, él mismo había tenido el documento en sus manos y lo había leído — Eso es ridículo.

— ¿Lo crees?, tal vez ahora mismo no quiero una esposa o a lo mejor nunca la quiera. Eso aún no lo sé.

Era demasiado duro con él mismo, con todos los que lo rodeaban. — ¡NO LE PERTENEZCO A NADIE!, el grito hizo que sus recuerdos se esfumaran. Conocía esa voz, la busco con la mirada y allí estaba... Era Alexz parada en el balcón. 

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Ay noooo :c estoy tan shockeada que ya no sé como será cuando ellos se reencuentren D: 

Uds que creen que sucederá cuando ellos vuelvan a verse? :O 

Gracias por leer y ser pacientes.

xoxo

» Bajo el ojo del diablo «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora